Manuel se dedicó no creer la situación ¿Qué podía hacer ese ser ahí? ¿QUÉ? Él buscaba respuestas y solo encontraba una: ARRUINAR SU VIDA POR TERCERA VEZ, porque divorciarse había sido la primera, las dos siguientes eran por culpa de ELLA.---¡CARLA!--- DIJO ÉL.¿Era posible? Otra vez esa mujer, ese personaje tan hábil y traicionero, aquél que les había arruinado la vida una vez más.Lucero y Manuel se separaron, caminando ella hacia la con vista a la ciudad y él perplejo aún.Carla: Manuel, querido... me dijeron que te encontraría aquí, lo que no sabía es que estarías acompañado –dijo con sus aires de desmerito hacía Lucero, SU MUJER.-Lucero le lanzó una de esas miradas que solo ella sabía hacer, con su ceja izquierda arriba y sus hermosos ojos cafés con un solo objetivo a la vista.Manuel: ¿Qué haces aquí? –suspiró-Carla: Vine a verte ¿No puedo?.Manuel iba a hablar, pero Lucero lo interrumpió. Lucero: Usted es una descarada, no tiene nada que hacer aquí, no tiene derecho. –intento gritar-Carla: La que menos tiene derecho eres tú, queridita –le habló de una manera irritante-Lucero: Tengo todo el derecho, el que me hace ser la madre de los hijos de Manuel y su mujer.Carla: Te equivocas – le espetó- además ustedes están divorciados, ya no eres su mujer.Lucero: Quizás no de papeles, ¿Pero para que necesitamos bendiciones de papel con las que atarnos? Nos amamos y es la cruda verdad. –lo miró con los ojos cristalizados-Carla: Ayyy que cursi Lucerito, pero yo vine aquí a darle un excelente noticia a Manuel.Ellos no entendían.Carla: Una que de seguro les cambiará la vida otra vez y a mí también. –Dijo segura-Manuel: Habla de una buena vez y te largas de mi oficina.Carla: No quiero que está esté mientras hablamos, querido. –señalo a Lucero-Lucero: ¿Disculpa? Aquí la "ESTA" es usted, ¿Qué no se da cuenta de lo suripanta y corriente que es? se metió con mi marido en frente de mis hijos y viene a tratarme a mí de "ESTA" no sea usted ridícula. –se le impuso-Manuel: todo lo que tengas que decirme, dilo en frente de MI MUJER, no tengo que esconder.Carla comenzó a juguetear con unos lapiceros que tenía Manuel en su escritorio.Carla: yo lo hacía por tú bien "Querida", pero ya que insistes mi querida señora: Hogaza EX De Mijares. Lo que te diré, será doloroso... lo sé pero no me dejas otra escapatoria, mejor que lo sepas de mi boca, así sufres más y creo que es más divertido para mí – El sarcasmo era uno de sus mayores aliados-Lucero sólo empuñó su mano derecha y respiro hondo.Manuel: Habla de una buena vez caramba, para que te largues rápido. –Estaba desesperado-Carla: José Manuel Mijares Morán, ¡VAMOS a ser padres!, estoy embarazada, tendrás tú tercer hijo y sus hijos tendrán un hermanastroEl tiempo se detuvo, Lucero sintió como sí le dieran 15 puñaladas a la espalda, su cara cambio de enojo a tristeza, una donde se reflejaba lo destruida que estaba su alma. Manuel simplemente estaba shock, no creía que iba a ser papá por tercera vez y que la noticia no le agradaría ni un poco.A Lucero sólo le dieron las piernas para desplazarse al parqueadero y encender su auto, su mirada era una perdida, como sin identidad... Le dolía el alma, le dolía el corazón... Manuel reaccionó apenas para seguirla, ella tomó el ascensor y a él le tocaron las escaleras.En cada escalón sentía que se le iba a la vida, Manuel creyó por un momento que no la alcanzaría me lo logró, justo antes de que arrancara.Manuel: Mi amor, mi reina. –se asomó por la ventana del carro de Lucero-Lucero miraba lejos.Manuel: Mi Reinis lindis De Mijares, ¡respóndeme!Cuando Lucero por fin logro tomar conciencia del gran acontecimiento lo miro y recordó lo que hacían uno siete minutos le había arruinado la vida.Lucero: No me vuelvas a llamar así José Manuel. –Le espeto-Manuel: Tú eres mi único amor, el único y verdadero, la única mujer que más amo y que amaré el resto de mi existencia.Lucero: No sigas, por favor –le dijo con el llanto en su garganta- Me partes más el alma.Manuel: Reinis, eres el amor de mi vida.Lucero: El amor de tú vida serán tu hijo y tú mujer, la que está allá arriba. Mis hijos ya están grandes y diste todo por ellos mientras pudiste, eso te lo agradeceré toda la vida pero ahora hay uno que vendrá y necesitará mucho de ti.Manuel: NUESTOS hijos, tuyos y míos. –Le recalcó-Lucero: Al igual que el que ahora están esperando tú y Carla.Manuel: No sigas Lucero, yo no la quiero a ella.Lucero: Pero ella a ti sí y tú hijo también, piensa en él... Dame permiso, me voy –Dijo con el ánimo vuelto trizas-Ella arranco y antes de que saliera del parqueadero le gritó:--LUCERO, TE AMO MÁS QUE A MI MISMO Y QUE CUALQUIER OTRA COSA, NUESTROS HIJOS, CON LO MÁS IMPORTANTE EN ESTE Y CUALQUIER OTRO MUNDO—Se dejó caer de rodillas al pavimento, frotándose la cara y preguntando tantos ¿Por qué? ¿Por qué?____________________________________Como siempre la demora, disculpen y gracias por seguir leyendo.
