FINAL

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  Lucero lo observó y supo que nada estaba bien.
¿Qué tienes Manuel?.-La preocupación la invadía, se levantó y se acercó a él, trató de tocarlo pero ya era tarde, ya todo estaba oscuro para él.
Estaba todo oscuro, pero se iluminó al verla a ella y a unos cuantos médicos más junto a enfermeras.

-Está reaccionando Doctor- Escuchó aquella voz, que le daba tanta paz.
***
Que susto nos pegaste, mi amor.-le dijo Lucero.
El susto me lo pegaste tú, es que soltar semejante cosa así como si nada... como si yo fuese de cartón no lo soporté, me dolía muchísimo el pecho y luego no supe más, hasta que te escuché diciéndome que me amabas y que me quedará contigo , desperté y ¿Adivina qué? Estabas aquí, iluminando mi vida.

Ella dejó salir una de esas sonrisas tiernas y un poco ruborizadas.

Es que sentí que te perdía-Su voz se quebrantaba con cada palabra- no podría soportarlo. –Dijo sin más.

Te amo Lucero.

Ella sonrió.

No sé que decirte, o sea te amo y creo que lo sabes pero te mentí, te escondí una verdad que obviamente podía hacernos felices, solo por mis miedos por mi falta de valentía al no aceptar que sigues siendo el hombre más amo en este mundo.

Manuel la observaba atentamente, se perdía en sus cristalinos ojos, llenos de inocencia, eran perfectos, cafés, lo derretían.

¿Me estás prestando atención?- preguntó un poco molesta.

Eh... sí, claro que si.-Respondió

Claro que no, Manuel por favor, estoy siendo sincera contigo, yo...-La interrumpió sin más.

Tú: Eres la mujer más bella del mundo, la mejor madre, la mejor hermana, la mejor hija, la mejor amiga, la mejor amante, la mejor esposa; a mi no me importa que tan temerosa fuiste al no contarme algo así, que aunque suene cruel, ha sido de las mejores noticias; yo estoy feliz porque te amo y yo quiero que estemos juntos, quiero que tengamos el privilegio de estar juntos:

<< El privilegio de amar>>

Ella solo se limitaba a derramar lágrimas de felicidad, sus manos estaban unidas simbolizando una nueva unión, una que sería para siempre.
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Manuel habló con Carla y aclaró aquello a lo cual ella no pudo negarse, le afirmó todo. Y así todo lo que los separa ya estaba resuelto.

¡PAPÁ, PAPÁ! Ya estás en casa.-

Y esta vez para siempre -Dijo Lucero.

¿Va a vivir de nuevo con nosotros?-preguntó ilusionado Jose Manuel.

Lucero asintió mientras miraba a Manuel.

Viste José, te lo dije... ellos se quieren mucho- Dijo Lucerito entusiasmada.

Todos rieron.
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Manuel besaba y acariciaba a Lucero desenfrenadamente, tenía tantas ganas de hacerla suya una vez más.

Spaw, creo que esto no está bien para ti, acabas de...- Manuel la calló de un beso-

<<A mi no me importa nada, solo tú. >>

Se lograron deshacer de todo lo que traían puesto fugazmente, él se detuvo a verla de pies a cabeza se excitó tanto que ella ya podía observarlo, la tomó y la lanzó a la cama mentras sus labios besaban sus pies y luego sus piernas para después subir un poco más y acarisiar aquella parte que despertó en Lucero un frenesí de sensaciones maravillosas, solo él sabía como hacerla sentía así, tan deseada. Él continuó ascendiendo acariciando con su nariz su abdomen llegando así a sus pechos volviendo a despertar aquellas sensaciones, de una tirón logro besarle los labios y entonces ella supo que era su turno; comenzó a besar el pecho de Manuel mientras que con su mano derecha estimulaba aquel lugar intimo hasta que poco lo hizo propio.
Él se sentía en el cielo, la tenía cerca, estaba cerca...
En algún momento él hizo que se colocase de espaldas y comenzó a recorrer su espalda con sutileza su respiración estaba un poco agitada y la de ella también.

Ya, por favor- dijo ella desesperada.

Fueron suficientes las palabras para que Manuel la voltease y entrara en ella con movimientos lentos rítmicos hasta hacerlos más intensos de una manera perfecta, ambos observaban el brillo en sus ojos, aquel que los llenaba aún más de satisfacción.
Hacía tanto tiempo que no estaban así, sintiendo placer juntos: Haciendo el amor.

-Y entonces... esto será como hace casi 18 años, haremos el amor antes y después de desayunar, en el almuerzo y la cena.

–Lucero lo interrumpio.

Cálmate tigre, creo que con nuestras carreras eso no podrá darse muy seguido, pero prometo... solo prometo mientras pueda, hacer el amor por lo menos una vez al día, en algún momento nos cansaremos lo sé. –Ambos rieron.
Yo jamás me cansaría de amarte, por más viejito que esté. Mírame bien Lucero Hogaza León De Mijares-Le tomó el rostro sutilmente- Fuiste, eres y serás la mujer que elegí para que fuese la madre de mis hijos, la misma con la que voy a pasar el resto de mi vida hasta que estos ojitos color agua sucia se cierren, porque juro que tú junto a mis hijos son lo último que quiero ver.
Lucero se limitó a observar a aquel hombre que conoció 27 años atrás, del cual se enamoró intensamente y del cual aún sentía como un arsenal de mariposas retumbaban cada vez que presentía su cuerpo junto a ella.
Estas tan cursi Manuel Mijares, creo que el hospital te hizo más poeta que de costumbre ¿sabes? eso me encanta. –Dijo mientras tomaba aquella copa de vino tinto
Él solo sonrió un poco ruborizado.
¿Sabes que amo también? Que me cantes, que me mires cuando de tus labios se mueven tan sexy.
Manuel se dirigió al piano de cola que ambos tenían en la sala de estar y con sus gruesas manos comenzó a palpar las teclas mientras un sonido armonioso se escuchaba por toda la casa.

- No se murió el amor
aunque no siempre resulta fácil vivirlo a diario
no se murió el amor, todavía
La suma de los dos,
las ilusiones, la fantasía...
el hambre de seguir, continua...-


Por los pómulos de Lucero corrían lágrimas de felicidad y alegría, estaba con el hombre que amaba, con el amor de su vida. Su felicidad monumental cuando de las escaleras descendieron el par de regalos y frutos de ese gran ¿Qué podría pedirle a la vida? Su familia estaba completa y estaba unida, unida por un lazo indestructible: El amor.
Porque... NO SE MURIÓ EL AMOR.
Y así ambos lograron redimir aquel sentimiento que ambos desbordaban, esta vez sin mostrarlo al público puesto que eso habrían pactado: sentirlo y vivirlo en silencio, no era necesario gritarlo porque tal vez por eso en algún otro momento se les habría escabullido.

FIN   

No Se Murio El Amor❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora