Capitulo 43

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Lucero: Manuel ahórrate palabras que no servirán de nada. Adiós, me despediré de mis hijos.



Lo dejó con la palabra en la boca en plena sala.



Quería ¿Ignorarlo? U ¿Odiarlo? No, no, no Lucerito...eso sería inmaduro.


La señora Lucero se quedaría con los niños todo el día.

Manuel: Señora –la beso en la mejilla- como va?

Sñra Lucero: Perfectamente Manuel, con la novedad. ..

Manuel: Me imagino que ya ha de saber.

Sra Lucero: No estas para saberlo, ni yo para decirtelo Manuel, pero creo que ya se acabó.

Manuel: Se equivoca sra, yo a su hija la amo como nunca.

Sra Lucero: De eso no tengo duda, pero hay un hijo de por medio... y eso es un gran peso.

Manuel: Y que nunca tendrá de que quejarse, lo amaré tanto como amo a nuestros hijos con la diferencia que su madre no es a quién amo.

Sra Lucero: Manuel, es muy dificil criar a un hijo sola. Esa mujer sufrirá.
Manuel: ¿Y Luero y yo qué? Ella y yo sufriremos igual o peor que ella... José y La nena también.

Sra Lucero: Hijo, a veces los ciclos de la vida son así...

Manuel: No dejaré de Luchar por su hija, jamás en mi vida, ni que pasen 1000 años, yo la amo.

La sra quedó pensativa al ver la seriedad con la que este le hablaba, WAO... sus ojos reflejaban a un verdadero hombre enamorado y aunque ella estaba insistiendo que dejara todo por la paz, sabía que ellos se amaban de verdad y nada podría acabar con tan gran sentimiento.

Sra Lucero: Eres un gran hombre Manuel, me encanta que hables así de mi hija, siempre supe que tú serías el amor de su vida... pero hay que pensar las cosas, piensa en su tranquilidad y la de tus tres hijos, sólo te digo eso.

Se despidió y se fue con sus nietos.

Manuel quedó super pensativo con la frase: "piensa en su tranquilidad y la de tus tres hijos" ¡Qué hacer? Él no sabía... estaba entre la espada y la pared.

En eso sonó el telefono de Manuel.

Carla: ¡Dónde estas papito, tú hijo te extraña.

QUE CINICA.

Manuel: Donde mis hijos ¡Qué deseas... CARIÑO!

Carla: Tienes un hijo acá también.

Era cierto, eso que esperaba ella también era SU HIJO, uno que hizo sin amor, pero era su hijo y lo amaría como a los que tuvo con Lucero, Sí era decisión tomada... LO AMARÍA E INTENTARÍA CONVIVIR DURANTE EL EMBARAZO, CON ELLA... SÍ CON CARLA.

....

Lucero estaba finiquitando unos detalles de su gran concierto en el auditorio nacional, cosas de la fecha y todo eso, para pronto poder dar su gran espectaculo.

No paraba de pensar en Manuel, lo veía en todas partes, en la cara de los empresarios, hasta en su reloj.. y cada recuerdo era un puñal que se le clavaba en el corazón porque recordaba cada frcaso que habría tenido con él. Quizás ya era hora de dejar todo a la paz, quizás ya era hora de partir tajadas y cada uno por su lado... eso ella no lo sabia, pero sin querer había tomado esa decisión: Tener extrictamente una relación de EX maridos, con dos hijos, es decir, conocidos con recuerdos en común.


Así habían pasado aproximandamente 4 semanas, ya Carla tenía aprox 5 meses y medio... ¡SORPRESA! Era una niña, una tierna y dulce princesa, la segunda hija de Manuel.
El estaba emocionado y a la vez triste, esperaba un hijo eso simplemente lo alegraba, pero no de quién amaba.

En todo ese tiempo, se la pasó frecuentando la casa de Lucero y sus hijos todos los días, a veces la veía a ella y a veces no, con Carla todo iba normal, la compañaba a todas partes, la protegía.. pero no vivía con ella a pesar de que esas eran las "ilusiones" de ella, uno que otro día esta le robaba un beso a Manuel y pues el trataba de esquivarla, de dejarle todo en claro pero no podía, creía que le causaría un disgusto y podría complicar al bebé.
Por su parte Lucero había seguido su vida, normal estaba terminando la novela al aire y era un total éxito, a demás de que pasaba ensayando para su concierto en el AN, para mantenerse ocupada y no pensar en que sería de la vida de él unico hombre al cual había amado como a ningún otro.

Mariana: Lucerito, que pedirás de comer?, todo se ve delisioso.

Lucero: puuuuuuuuuues –Fue interrumpida-

Michel: Buenas, buenas pero tanta belleza junta que se debe?

Ahí estaba tal hombre, alto, con un traje muy fino por cierto, de color gris,con algunas canas vistas, porque de resto ni una hebra de cabello existía.. elegante, presentable, lo que en realidad era... un hombre pudiente.

Mariana: Querido, como vas? –beso en la mejilla-

Lucero: Hola. –beso en la mejilla-

Michel: Pues aquí, llegando a almorzar solo.

Mariana: Pero que gente mala la que te deja solo, sientate con nosotras.

Lucero sintió toda incomoda la situación, hace unos meses que no veía este sujeto, que era su amigo, con el que por cierto le tenían mil chismes encima... y o sea estaban almorzando juntos.

Michel: ¿Y que es de tú vida Lucero? –preguntó tímido-

Lucero: Trabajo y más trabajo –río un poco- ya sabes y tú, tú familia?


Michel: Pues ya sabes, mis hijos con mi ex mujer, por lo del divorcio y todo eso.

Lucero: Cierto, ni me digas, estoy aburrida de tantos divocios, creeme.

Michael: y Manuel?

Lucero: Supongo que bien.. no sé la verdad, trabajando igual que yo.

Michael: Ah, pero no todo ha de ser trabajo en esta vida... hay que darse tiempo para uno mismo, para la amistad, la familia, el amor con una pareja.

Lucero: Amistad, pues sí.. estoy con Mari aquí, familia.. toda la vida, ¡pero amor con una pareja? Eso creo que no existe para mí.

Michael: No te lo creo, habemos muchos que buscamos una pareja estable, depués de un divorcio. El amor es bello mi querida Lucero, muy bello.

¡AMOR? Que le quería decir este hombre, se le estaba intentado declarar o qué?, todo eso pasaba por su mente, era extraño... cada vez que se encontraba con él se reía mucho, era cierto... pero no mil veces no, Lucero no puedes enamorarte una vez más..



No Se Murio El Amor❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora