cap 42

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Ella arranco y antes de que saliera del parqueadero le gritó:--LUCERO, TE AMO MÁS QUE A MI MISMO Y QUE CUALQUIER OTRA COSA, NUESTROS HIJOS, CON LO MÁS IMPORTANTE EN ESTE Y CUALQUIER OTRO MUNDO—Se dejó caer de rodillas al pavimento, frotándose la cara y preguntando tantos ¿Por qué? ¿Por qué?.... Durante todo el camino, ella no hacía más que recordar todo lo que había vivido con Manuel, su spaw.Era tan doloroso ver que tanta lucha se iba a arruinar por una mujer, o más bien UN BEBÉ, que se sin nacer se habría de convertir en su mayor contrincante.Daban las 22:00 y ella estaba estacionada en la puerta de su casa, esa que Manuel con tanta ilusión mando a construir para la que sería su "familia" esa que no existía, en realidad sí porque aún estaba con sus hijos, pero faltaba la mitad de ella, su spaw... la cabeza de su hogar, su hombre. Era tan perfecto recordar cada detalle, aunque le hicieran mucho mal, lo que más le dolía, era que Manuel era un hombre tan perfecto con ella.- No No la gritaba.- Nunca le había levantado la mano.- Jamás la ha dejado sola.Aún no entendía ¿Por qué razón la vida una vez más se empeñaba en dañarla? Ella que era tan optimista, ella que era tan soñadora... Lo único que hacía era disfrutar cada segundo y cada privilegio que esta le daba con sus grandes éxitos a nivel profesional y personal.-Animo Señora Lucero, tus hijos te necesitan- pensó y dijo en voz alta- MIS HIJOOOS, Diooooos –dejó caer su rostro encima del timón del carro.-Pasaron alrededor de quince minutos y decidió secarse las lagrimas del rostro, levantarlo y caminar hacia delante como ella sabía hacerlo, como la luchadora que siempre había sido.-¡Mami!- Escuchó mientras entraba a la casa.Lucero: Mi nena –La cargo- como te extrañé –le dio muchos pero muchos besos-José: Mami, has estado llorando?Lucero: ¿YO? Para nada mi príncipe. Ven y dale un beso a tú madre.¿Era posible? Mirarle las caras a sus hijos, su mayor tesoro y no saber cómo van a reaccionar a tan gran noticia; ella decidió no comentar nada, total... no tenía que ver, ese era un deber de Manuel: el padre de sus hijos, eso y nada más.Luego de acostar a sus nenes, se dirigió a su habitación... solitaria, como hace mucho no lo hacía, cada parte de ese cuarto le recordaba a Manuel. TODO, desde las cortinas que eran testigo del amor que se profesaban cada noche, hasta la cama que era su mayor cómplice.Miraba cada rincón de ese ¿Santuario? O ¿Infierno de los recuerdos de un amor que ya se acabó? Con cada detalle estallaba en llanto, era tan doloroso, no sentir su piel, su aroma... su presencia allí.Se sentó en la cama y la sintió la suave, comenzó a acariciarla como si fuese ÉL, pero no, no lo era...era solo una gran ilusión que de solo imaginarla, su cuerpo saltaba de ¿Placer? ¿Excitación? ¿Amor?Tal vez alguna, ni ella misma sabía.Se quedó dormida en medio de todos esos perfectos, dolorosos y un poco crueles recuerdos.Por su lado Manuel estaba igual o peor que ella, después de hablar con Carla, este se fue a su apartamento a pensar y pensar ¿Qué había hecho mal para merecer tanto mal?Manuel: Lucero yo te amo sólo a ti.Cada paso que daba en su apartamento era como frenesí de emociones, rabia, rencor, amor...Hacía tanto no se sentía tan solo, tan muerto en vida....................¡Hija despiértate, mira la hora! –Dijo la sñra Lucero, arrancándole las sábanas a su hija-Lucero: Mamá, no.Sñra Lucero: Tienes que trabajar.Lucero: No quiero trabajar.Sñra Lucero: ¿Lucero Hogaza León? ¿Eres tú? Te desconozco ¿Qué te paso?.Lucero: Nada mamá. –Intentó no mirarla a los ojos-Sñra Lucero: Eres mi hija... - le miro las ojeras que rodeaban esos hermosos ojos cafés.- ¿Peleaste con Manuel?Ella solo asintió.Sñra Lucero: sea lo que sea, pueden arreglarlo... yo sé.Lucero: No mamá, ya no... Él tendrá un hijo con la otra y yo no tengo nada que hace allí.Sñra Lucero: ¿Con la tal Carla? Hija mía –abrazo- Eres mi bebé como me duele todo lo que te ocurre, sabes que podrás contar conmigo cuantas veces lo quieras, sólo hazle caso a tú corazón... él te aconsejará lo correcto.Lucero: Mami- se aferro a ella- te amo, te amo, gracias por nunca abandonarme –comenzó a desahogarse en llanto con ella.Eran las 10:00 del día y Lucero terminaba de arreglarse para ir a "trabajar", por suerte los niños no tenían clases ese día, les dio de desayunar, los vistió... estaba contenta con ellos, en medio de tanto dolor.Lucerito: ¡PAPIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!¿Qué? Manuel...Manuel: BuenasQue incomodo era todo, ella no estaba preparada aún.José: Papito, te extrañaba mucho, verdad mami?Ella solo se dedicaba a observar la situación era tan difícil, verlo... en realidad SÍ LO AMABA como la primera vez.¡SORPRESA! Los niños de un momento a otro, se desaparecieron y quedaron en la sala, los dos a SOLAS.Manuel: Lucerito yo..Lucero: Manuel ahórrate palabras que no servirán de nada. Adiós, me despediré de mis hijos.Lo dejó con la palabra en la boca en plena sala.Quería ¿Ignorarlo? U ¿Odiarlo? No, no, no Lucerito...eso sería inmaduro.


No Se Murio El Amor❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora