Era el gran momento, estaba detrás del escenario. Tenía el iPhone en sus manos recibiendo mensajes de todos sus fans y uno en particular.
---De: Manuel Mijares.
"Muchos éxitos mi lindis, los mereces...
nada de suerte que eso es para los principiantes
y tú, tú eres una maestra, solo recuerda:
inhalar miedos y exhalar valentía, te amo"---Entonces suspiró y salió al escenario.
Sus fans la aclamaban, el público la necesitaba. México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile... Casi toda América vociferaba su radiante nombre.
¡Lucero, Lucero, Lucero!
Todo el auditorio a reventar. Sus fans, sus hijos, su madre, su hermano presentes y su padre en su corazón, latente como siempre, su nueva pareja y le faltaba el amor de su vida.
Tenía novio, pero se sentía vacía.
Extrañaba a su exmarido para dedicarle canciones con el pensamiento, para mirarlo cuando estuviese nerviosa, para sentirse completa y segura... era su triste realidad, quería verlo a cada segundo, sentirlo cerca aunque no entendiese el por qué.
Se enfocaba en el público que no paraba de entonar la letra de todos sus éxitos y él no estaba presente.
Su Spaw no estaba.
Entonces entendió que tal vez así tendría que ser por el resto de sus vidas. Decidió darle verdadera importancia a la oportunidad que se le había dado con Michel, que iba a ser su compañero de vida hasta que sus almas se marchitaran y partieran hacía la gloria de Dios.
Fue sencillo conquistarte, tan sencillo,
amansar tus ojos turbios,
y desdibujar tu vértigo sin prisas.Tierno y fresco dulce vaso de roció,
Toda tuya siempre mío,
Sin promesas falsas libres como el aire.Entonaba cada verso con emoción y pasión...Una fuerte electricidad recorría su cuerpo mientras sellaba sus ojos por momentos para dar paso en su mente a amplios recuerdos: su boda, sus noches con Manuel, el nacimiento de sus retoños... su nuevo romance, era como si reflejara en el horizonte todos sus momentos prodigiosos, parpadeaba para ver al público y se encontraba con Michel, entonces decidió cantarle aquella canción.
Sensación de caminar con pies desnudos,
Sobre la nieve primera,
Del invierno sin tener porque marcarnos metas
Tú me quieres yo te amo sin descanso
Para que necesitamos,
Bendiciones de papel con las que atarnos.Tanto, que duele solo de pensarlo,
Tanto, que no podría respirar sin ti.Desviaba su atención hacía las primeras filas donde pudiese mirarlo, él solo le sonreía, sabía que esa canción se la estaba cantando... pero ella sentía que era otro, que no era él, que era su ex marido. ¿Cómo podría recordarlo tanto? Era como si los conciertos donde Manuel la invitaba a cantar "Cuatro veces amor" estuviesen presente aún en su corazón, como si hubiese sido ayer...
Mágicos, esos si eran mágicos... como aquel 14 de febrero de 1996 cuando él le prometió amor eterno mientras le cantaba you are so beautiful.
**
La gran noche había terminado... todo había sido maravilloso, sus fans estaban complacidos por su idola y solamente faltaba la firma de autógrafos, a donde Michel la recogería y la llevaría a cenar.
Cuando llegaron a casa, los niños inmediatamente se fueron a su cuarto a dormir, luego Lucero acompañaría a Michel a la salida
Michel: Todo estuvo perfecto. ¿Sabes que me gustó más? –le tomo la mano-
Lucero: ¿Qué? –sonrió-
Michel: Cuando cantabas, esa de los papeles y las promesas.
Lucero: ¿Promesas? Ah... "Tanto".
Michel: Esa.
Lucero: Tú me quieres yo te amo sin descanso para que necesitamos, bendiciones de papel con las que atarnos... -tarareo-Era tan perfecto escucharla, para él.
Michel: Amo que me des conciertos privados. –dijo mientras posaba sus manos en la espalda y la acariciaba levemente.-
Ella solo sonreía y se estremecía mientras él buscada una noche apasionada. Ahora le besaba el cuello y dejaba algunas señas de placer en este.
Lucero: Amor, los niños. –Dijo mientras gimoteaba.-
Michel: Están profundamente dormidos...
Pero ¿qué estaba haciendo? Se supone que... no, no, no, esa noche no era adecuada para tener sexo con su novio. Sentía la necesidad de que ese hombre fuese Manuel y no podría engañarlo; era un buen hombre.
Lucero: No Michel, no. –Dijo con aires de perturbación.-
Michel: Esta bien, pero hace mucho que tú y yo no...
Lucero: ¿Eso qué? No podemos basar esto en sexo nada más, no estamos en nuestra luna de miel.
Michel: No te entiendo, no somos una pareja inocente, mi Lu, pero si piensas así, entiendo. Y perdóname si he sido imprudente, te quiero, te amo, mis sentimientos hacia ti me hacen cometer locuras y encima que estas tan... tan. –desvió su mirada al escote de ella-
Lucero: ¿Tan qué? –carcajeo-
Michel: Bien repartida –bromeó- estas tan hermosa, pareces diosa, mi hermosa.
Lucero: ¡Oye! Me ruborizas, eres demasiado lindo. Gracias. –Le dio un fugaz beso en la mejilla.-Michel se fue y ella quedó en la sala.
¿Cómo pudo hacer eso? Era una mujer de carne y hueso, necesitaba sentir amor por parte de un hombre, pero no ella vivía ante un recuerdo: el de Manuel. Las veces anteriores le había costado tener relaciones con Michel, pero lo hacía y al final terminaba muy placentera.
Esa noche durmió como un ángel, estaba exhausta, no sin antes revisar su twitter... leer a sus Lucerinos le hacía tan bien.
**
Manuel: Te harás la maldita prueba prenatal, Carla. –Espetó-
Carla: no expondré la vida de mi hijo y no voy a solapar tus faltas de respeto. ¿Qué clase de persona crees que soy? Jamás te engañaría así, entiéndelo.
Manuel: Sí no tienes nada que esconder, entonces accede... necesito estar seguro de esto, seguro de que voy a abandonar a mi familia por completo.
Carla: tú familia ahora somos nosotros. Y no me haré ninguna prueba. –Salió de la habitación sin más.-Manuel comenzaba a dudar completamente de su paternidad, había algo en Carla que ultimadamente lo hacía desconfiar y quería saber la verdad...
Carla: No, Stéphania por supuesto que no puedo hacerme esa prueba, sí lo hago podría darse cuenta de la verdad, tengo aproximadamente 7 meses y medio, para el son 6 meses y unas cuantas semanas, sí... mi bebita no es de Manuel.
<Como te odio, Carla.> Se dijo a si mismo al escuchar tras la puerta del baño, a donde se dirigió Carla para tener esa fuerte conversación...