-has vuelto… -logró decir con un hilo de voz- eres tú…
Un suspiró de cansancio se escapó de su garganta, y de repente… todo oscureció, todo le dio vueltas y la imagen de aquel hombre se desvaneció entre las sombras.
Angélica pegó un gritito al ver a TN en los brazos de Harry, ingresando por la puerta principal. Él apresuro el paso hacia el salón.
-¿Pero qué es lo que le ha pasado? –alardeó Zayn mientras lo seguía junto a Angélica.
-la encontré desmayada en las cercanías del bosque, ayúdenme… -le indicó con la mirada que empujara la puerta.
Una vez ingresado en el salón, la deposito lentamente sobre el sillón.
-pobrecita…. –dijo Angélica con una mano en el pecho, totalmente angustiada- Lord Malik, avisa a las doncellas.
-enseguida, alteza.
Harry observó el pálido y débil de rostro de su adorada TN… y no pudo evitar que un nudo le atenazara la garganta.
-¿Pero que es todo este alboroto? –preguntó Caitlin ingresando en el salón.
-TN… digo, la duquesa se ha desvanecido. Creo que lo mejor es que mandemos a buscar un médico –sugirió Angélica. Pero poco después se acercó Caitlin, miró a TN unos segundos e hizo un gesto de negación con la cabeza.
-no, ella misma se lo buscó. Ha evitado las dos comidas, y está es la consecuencia. No hace falta mandar a buscar un médico, el diagnóstico es evidente.
-pero puede que haya sido por otra cosa, ha estado pálida desde que llegó-dijo Harry, mirándola con el ceño fruncido. La frialdad que emanaba esa mujer lo enfurecía de sobre manera.
-¿Y eso por qué tendría que importarte tanto, esposo mío? De todos modos ella se irá en unos días. No es de nuestra incumbencia, que de eso se encargue el duque ¿O no?
-Caitlin… -gruñó Harry entre dientes. Pero ella no hizo más que dedicarle una mirada y sonrisa triunfal.
-Milady… ¿Dónde está?
Unos pasos y rostros angustiados se acercaron a la escena, hicieron una reverencia a Caitlin y a Harry antes de acercarse a TN.
-cielos… -musitó Lady Allen.
-hay que llevarla a su habitación. No sé… Lord Malik… ¿Podría ayudarnos?-preguntó Lady Boston con temor a su repuesta.
-por supuesto –asintió él con determinación. Alzó a TN cuidadosamente en sus brazos y con las doncellas como escoltas la llevo hacia la habitación. Poco después los siguió Angélica, dejando en un tenso silencio a Harry y Caitlin.
-qué curioso que estuviste a tiempo para salvarla, esposo mío. Uno más de tus actos heroicos de los que tendré que presumir. O quizás no…
Harry tragó amargamente saliva y apretó los puños, ignorándola.
-oh, cariño mío –dijo ella con un fingido tono de arrepentimiento. Luego se posiciono a su lado para acariciarle el pecho- ¿Por qué tan tenso? ¿He dicho algo que te molestó? –Metió la mano por debajo de su camisa- aún… ¿Sigue afectándote aquella mujer tan… común?
Le dedicó una fulminante mirada, pero Caitlin no se inmutó ni un poco.
-mmmm… -soltó una risita maliciosa- pero la duquesa es totalmente indiferente a tus sentimientos, esposo mío.
-y yo soy indiferente a tus ofensas-alejó la mano de Caitlin y le dedicó una mirada fiera- inténtalo cuantas veces quieras, no te servirá de nada.
TN escuchó un murmullo de voces a lo lejos, cuando poco a poco recobró la consciencia, se dio cuenta de que esas voces eran las de sus doncellas.
-milady, gracias al cielo –musitó Lady Allen.
-nos preocupamos mucho por usted… ¿Cómo es que sale del castillo sin avisarnos? Gracias al cielo que el rey andaba por las cercanías…
<<El rey…>> TN se despabiló por completo y se sentó lentamente contra el respaldo.
-no… -balbuceo, lo último que recordaba era que había estado llorando y que luego… la imagen del enmascarado acercándose, pero nada más- ¿Cómo llegué aquí?
-el rey le ha encontrado desmayada en las cercanías del bosque y la cargo en brazos hasta el castillo… pero lo importante es que se encuentra bien. Ahora, con su estado, ésta completamente a nuestro cuidado, milady. –Dijo Lady Boston con determinación- el desmayo puede que sea unos de los síntomas del embarazo, pero necesita cuidar muy bien, nosotras le ayudaremos en todo lo que necesitéis.
Después de todo, el bebé podía ser de Niall, pero las cuentas estaban en su contra y no sabía qué hacer al respecto. Sólo rogar que el niño heredara algo de Niall o que ella olvidara de una vez por todas todo el asunto del hombre enmascarado.
No tenía ni la más mínima intención de cenar aquella noche, aún tenía un nudo en el estómago por la angustia. Y lo que menos quería era tener que enfrentarse a Harry… aquel hombre la había cargado en sus fuertes brazos hasta el castillo… hubiera querido estar despierta para comprobar cómo era sentirse en sus brazos otra vez… ¿Pero qué clase de pensamiento era ese? Estaba más que revolucionada, tenía que salir de Sudeley cuanto antes.La cena empezó con las típicas preguntas de si se sentía mejor, y de cuáles podrían ser las causas. TN se limitó a responderlas, pero parecía que Caitlin quería seguir escarbando.
-pero deberías tener más, duquesa.
-por supuesto, gracias por su preocupación, majestad.
Harry estaba particularmente en otro mundo, no le despegaba la vista de encima y no lo disimulaba. Y ello parecía enfurecer más Caitlin, por lo que alegó:
-no es tan sólo preocupación, mi querida duquesa. Deberías de cuidarse mejor a partir de ahora, más con vuestro estado.
Todos fruncieron el ceño, menos Harry, que en ese instante se llevaba la copa a los labios para beber el vino.
-¿Estado? ¿A qué se refiere, majestad? –cuestiono TN.
-a su embarazo por supuesto. De hecho, ¡Debo felicitarla! De seguro el duque estará muy feliz.
Todos volvieron la mirada hacia Harry que se había atragantado con el vino. TN sólo sintió el corazón en la garganta ¿Cómo se enteró Caitlin? ¿Tenía espías en todo en el castillo?
Zayn acudió a Harry segundos después, ya que parecía más ahogado y estaba preocupándose.
-respire, majestad, respire –le dio unas palmaditas en la espalda, y poco a poco recobró su color normal de piel.Estaba más impresionado o más espantado que los demás, pensó TN al verlo. Él también la miró por una fracción de segundo y TN sintió el corazón desbocado de repente… tenía ese peculiar brillo cautivador en la mirada. Pero aquel era diferente, como si estuviera más desconcertado o preocupado que ella… eso era una locura. Además tenía que cerciorarse de otras cosas, como por ejemplo, el afán de Caitlin por destruirla. O por humillarla.
-¿Cuándo pensaba decírnoslo, milady? –preguntó Angélica, mirándola con detenimiento.
-este… -lo que menos podía agregar en ese momento era volverse tartamuda, por lo que tomó aire por la nariz y trató de mantenerse serena, despreocupada- no lo sé… en realidad –la miró a Caitlin con el ceño fruncido- ¿Cómo lo supo, majestad?
-¿Y por qué tendría que ser un secreto? Mi querida duquesa ¡Es una gran noticia! Apuesto que su esposo estará saltando de alegría.A TN no le salió exactamente una sonrisa de los labios, sino una mueca. Definitivamente aquella mujer tenía espías o ella misma había escuchado tras la puerta, lo último era lo más probable.
-sí… muy feliz.
-su matrimonio está dando frutos, eso debería de alegrarle más –añadió con la sonrisa más hipócrita que jamás había visto- Yo no podría decir lo mismo –resopló con resignación-ya que aún no puedo conocer las habilidades de mi marido.
Gracias al cielo que en el menú no había pollo, porque lo más seguro era que un hueso se le quedara atorado en la garganta de Harry. Se volvió a atragantar con el vino, y TN no podía definir si estaba rojo del coraje o por la falta de aire. Ahora se preguntaba… ¿Qué le importaba a ella y a los demás si su majestad Caitlin conocía o no las habilidades de Harry? Porque era bastante claro a qué se refería. No era su incumbencia si consumaron el matrimonio o no. De hecho tenía bastantes problemas ella sola para añadir la de los demás.