Capítulo 96

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-¡Harry, cuidado!
Y en un movimiento instintivo Harry se dio vuelta y un brillo de una espada estaba a punto de apuñalarle la espalda, se tumbo en el suelo justo a tiempo. Sin embargo el corazón se le aceleró aún más cuando la misma se hundió a centímetros del cuerpo de TN. Ella también en otro movimiento veloz volteo el cuerpo, esquivando el arma. Harry alzó la vista, y supo quien estaba empuñando la espada.
-¡Vaya, vaya, vaya! –Alardeó Niall- ¡Pero si me complace verlo de nuevo, majestad! 
-deshagase de su arma ahora mismo –le ordenó Harry sin un ápice de miedo mientras se ponía de pie.
-sabia que el supuesto amante de mi esposa llegaría en cualquier momento. Se me ocurrían miles de hombres, pero no usted.
No parecía perplejo, ni siquiera inmutado. Más bien furioso, extremadamente furioso.
-y digame… ¿Esel primero o el segundo?
-Eres un descarado, un insensato ¡Se supone que debías de hacer feliz a TN y no lastimarla! 
-¡Ella me lastimó a mí! –Gruñó Niall alzando más la voz- le he dado lo que toda mujer desea ¿Y cómo me pagó? ¡Acostándose con otro y engendrando un bastardo además! Y no cualquier otro… ¡Contigo, un Rey!
-seré lo que sea, pero amo a ésta mujer y eso es algo que nunca estará al alcance de tu entendimiento –Harry ignoró que Niall apretó aun más la mandíbula- ahora, espero que seas lo suficientemente sensato como para dejar que me la lleve de aquí. Ya no puedes hacerle más daño del que le hiciste…
-¡Yo no le hice daño, maldita sea! ¡Malditos seas! 
-¡Mira tu estado! ¡Mira el de TN! por favor, te suplico que la liberes de este tormento, encontrarás a otra mujer que si te merezca. A la que realmente ames. Porque lo que sientes por TN no es amor…
-¿Y tú qué sabes? ¿Eh? ¿Acaso no fuiste tú el que la ha condenado a una vida miserable en la cuidad de los exiliados? 
Era verdad que él había sido causante de algunas de las desgracias de TN, pero de lo que no podía sentirse culpable era de amarla. Nadie podía condenarlo por hacerlo… ¿O sí?
-eso no importa ya. Vine hasta aquí con el sólo propósito de llevarla. No para discutir contigo.
-entonces pelearemos –desafió Niall alzando la barbilla- y el que sea el vencedor, se quedará con ella.
Harry hizo una mueca, era lo más descabellado que le habían propuesto. Sin embargo, si debía pelear con Niall, o con un ejército, lo iba a hacer.
TN se volteo lentamente y balbuceó, negando con la cabeza:
-no…
-¡Tú cállate! –espetó Niall alzando el arma.
-¡Basta! –Harry alzó la voz, mirándolo con ferocidad- acepto el desafío. Y yo propongo que el que pierda nunca jamás debe ir tras de TN.
-hecho- aceptó Niall.
Se dirigió hasta la esquina, donde de una armadura de plata sacó otra espada y se la lanzó a Harry. Él la atrapó, y observó el arma como si fuera un artefacto extraño.
-no me digas que no sabes empuñar una espada. –comentó Niall con una sonrisa burlona. Harry lo miró fijamente y se enderezó, desafiándolo con la mirada.
-he perdido la práctica, es todo.
Niall gesticuló un <<mmmm>> y dio el primer paso, más bien el golpe, pero Harry logró esquivarlo a tiempo. La verdad era que hacía años que no manejaba la espada… no obstante en ese momento no estaba para titubeos, ni para pensar en una estrategia, simplemente tenía que avanzar y atacar.
Ambos caminaron en el centro del calabozo formando un circulo, como dos feroces tigres asechando a una indefensa presa. Finalmente se enfrentaron y las espadas brillaron con la luz del sol que se filtraba por la venta. 
TN escuchó los filos de las espadas chocar entre sí incansablemente. Apenas tenía fuerzas para girarse pero lo hizo para ver qué era lo que sucedía a sus espaldas. Vio a ambos enfrentándose con igualdad de fuerza y destreza con la espada. Pero era Harry quien se veía más cansado, y deseoso de acabar con la lucha… sin embargo en un ágil movimiento Niall logró rasguñarle el brazo con el filo de la espada, Harry emitió un gruñido de dolor y se llevo la mano a la herida, estaba sangrando, fue un corte leve para su suerte. Ella emitió un gemido de angustia y él alzó la mirada hacia ella. 
Niall también parecía cansado, sudoroso, pero no resignado en abandonar la lucha.
-bien. Si ninguno de los dos puede tenerla, nadie lo hará. 
Harry lo embistió justo antes de que Niall quisiera clavar el filo del arma en el cuerpo de TN. Con ése movimiento logró llevarlo contra la pared de piedra, y antes de que él pudiera hacer un movimiento para defenderse, Harry clavó la espada en su pierna izquierda, casi atravesándolo.
Niall gritó desgarradoramente, y gruñó cuando Harry quitó la espada. También le arrebató el arma antes de que quisiera atravesársela por el estomago.
-mi intención no era haceros daño, milord. Pero no me dejaste otra alternativa. Haz cometido el peor error de tu vida al intentar hacer daño a TN. Nunca más lo volverás a hacer ¿Esta claro? –alzó la espada e hizo que él levantara la barbilla con la misma para que lo mirara directamente a los ojos -no me iré de aquí hasta estar seguro de que nunca intentareis buscarnos.
No quiero volver a ver vuestra cara en mi vida.
Niall apretó los dientes, pero no tenía fuerza para reincorporarse.
-confío en su juicio, milord. 
Lanzó las espadas lejos de ellos y fue directamente hacia TN, terminó de cubrirla con la capa y la alzó en brazos.
-¡Canalla! ¡Desgraciado maldito! ¡Te juro que me van a pagar todo esto! –rugió Niall, pero Harry lo ignoró por completo.
Una vez afuera, los gritos de Niall se intensificaron, llamando a sus guardias. Harry aceleró el paso acurrucando a TN contra su pecho.
-TN, agárrate de mí, por favor.
Lo rodeo débilmente con los brazos. Estaba por bajar las escaleras cuando los tres guardias de la entrada lo enfrentaron.
-si de verdad deseas ayudar a su señor, vayan por él. Está mal herido en el calabozo.
Y se escuchó otro gruñido de Niall a lo lejos, los guardias intercambiaron miradas significativas y pasaron por su lado para acudir a Niall. Harry asintió y apretó más a TN contra sí para que no se le escapara o perdiera el equilibrio mientras descendía por las escaleras.
Corrió con ella por el pueblo, era todo un acontecimiento. Finalmente llegó a Tornado Junior, la subió a ella primero y luego él.
-¡Cierren las puertas!
-¡No dejen escapar al intruso!
Gritaron unos guardias, Harry masculló entre dientes:
-maldición. ¡Ha!-agitó las riendas del semental y se apresuró a correr. El enorme puente de madera estaba subiendo lentamente cuando lo estaba atravesando, y sólo se elevó unos centímetros justo al saltar. Se sentía eufórico mientras corría más y más rápido.
Debía asegurarse de que no lo estuvieran persiguiendo, por ello se desvió hacia los bosques para que perdieran su rastro, y al parecer lo había hecho. Trató de retomar el aliento, pero centró toda su atención en el cuerpo que acurrucaba contra él.
-TN… estamos a salvo-susurró- ¿TN?
-mmmm –murmuró perezosamente en repuesta. Harry no pudo más que sonreír y abrazarla con fuerza.
-juro por lo que me queda de vida que jamás te abandonare. Nunca más te dejaré ir, mi adorada TN. Nunca más.
Miró hacia el cielo, o lo que podía ver a través de las hojas y se dio con que estaba
oscureciendo. 
Al bajarse tomó nuevamente a TN en brazos y la recostó contra un árbol. Le dio de beber al caballo, él bebió otro poco y se acuclillo frente a ella para ofrecerle el resto. Tenía los labios resecos, blancos. Los humedeció con el líquido y TN en repuesta negó con la cabeza.
-bebe un poco… debes de estar sedienta –ella entre abrió un poco la boca, y Harry deslizó un poco del líquido- eso es…
Tampoco tenía fuerzas para tragar ¿Pero que le había hecho Niall? ¿A él no le destrozaba verla así? Harry estaba destruido por dentro, pensaba lo peor, y había estado preparado para ello. Sin embargo, recuperar a la que era su adorada TN le conllevaría bastante tiempo. 
Cuando por fin anocheció, armó un improvisado colchón de hojas, y arriba del mismo una manta que había cargado en la bolsa. TN estaba acostada encima, durmiendo plácidamente. De hecho no hacía más que eso. Y lo asustaba. Estaba más débil de lo que había supuesto y debía llevarla cuanto antes a un lugar donde le dieran las atenciones necesarias.
La noche era fría y los grillos estaban cantando una suave melodía. No tenía ni idea de qué hora era, pero estaba agotado, los tres días de cabalgata, más las emociones del momento se hicieron presentes al fin. Se sentía agotado. Pero más vivo que nunca. 
Había renunciado a la corona, que era todo lo que conocía, había vencido a un conde despechado y desquiciado, y todo por ella. Por salvarla, y por amarla para el resto de su vida. Claro… si es que ella aceptaba…
Tenía tiempo para pensar en ello más tarde.
Su cuerpo estaba de lado y se acostó junto a ella, rodeándola por la cintura para brindarle más calor. Cubrió a ambos con otra manta y suspiró, exhausto. Poco después sintió que una mano acariciaba la suya débilmente. Alzó la cabeza y era la de TN que estaba tomándola, no tenía la energía necesaria y por ello entrelazó los dedos con los de ella, la escuchó suspirar y él sonrió. Ella se quedaría a su lado, y como había dicho, jamás de los jamases la dejaría ir de nuevo.

A la mañana siguiente despertó un poco mareado y desorientado. Y supo que era porque su estomago estaba vacío. Antes de salir de Sudeley había cargado algo de pan y queso en la bolsa; nunca la tocó, ya era tiempo de darle un uso.
TN seguía débil para tragar, pero había comido unos trozos de queso y pan. De a poco recuperaría sus fuerzas, de eso estaba seguro. Tornado Junior también tuvo su debido desayuno y una hora más tarde ya estaban en camino hacia un lugar incierto… No podía volver a Sudeley, mucho menos a Gales, y Londres quedaba a pocas horas de Winchcombe. Entonces… ¿Cuál sería el lugar ideal para empezar de nuevo?
Mientras pensaba en ello, TN se movió, incomoda.
-Oí que las embarazadas no pueden cabalgar. Por eso vamos bien despacio… ¿TN?
Ella comenzó a negar la cabeza contra su pecho, angustiada. Desolada.
-Harry…
-sí, aquí estoy… tranquila…
Ella alzó la cabeza, y abrió los ojos por unos instantes para mirarlo, luego acurrucó la cabeza contra su pecho como en busca de protección. Finalmente, con una voz temblorosa dijo:
-hace semanas que no ciento nada dentro de mí. Traté de protegerlo… pero no pude Harry, no pude… fueron en vano mis intentos de protegerme de los golpes…
Harry abrió los ojos dos platos, invadiéndolo un horror y furia terrible.
-¿Golpes? –replicó.
-perdí a vuestro niño, a nuestro niño, Harry… lo siento. 

Enamorada del Candidato Equivocado (Harry Styles y tu) -Segunda Temporada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora