Gracias al cielo que en el menú no había pollo, porque lo más seguro era que un hueso se le quedara atorado en la garganta de Harry. Se volvió a atragantar con el vino, y TN no podía definir si estaba rojo del coraje o por la falta de aire. Ahora se preguntaba… ¿Qué le importaba a ella y a los demás si su majestad Caitlin conocía o no las habilidades de Harry? Porque era bastante claro a qué se refería. No era su incumbencia si consumaron el matrimonio o no. De hecho tenía bastantes problemas ella sola para añadir la de los demás.
Evidentemente Harry estaba sonrojado hasta el cuello por el coraje, ya que parecía a punto de degollar a Caitlin con la mirada.
Se creó un ambiente más tenso, un silencio más desesperante de lo que TN podía soportar.
Angélica fue quien rompió el silencio al aclararse con notable incomodad la garganta.
-majestad… hija ¿No crees que ése es un tema privado?
-¿Tiene que serlo? –contestó Caitlin con incredulidad fingida.
-si –gruñó Harry, sin disipar su evidente gesto de furia- debe serlo.
-mmm –murmuró y luego curvó una sonrisa de satisfacción en los labios- entiendo –luego miró hacia TN fijamente- lamento haberle importunado, duquesa. Si es que lo hice… no lo hice ¿Verdad?
Lo que TN deseo más en ese momento fue salir corriendo, a toda velocidad.
-n…no. No. Aunque sus problemas conyugales no son de mi incumbencia, majestad.
Touché, pensó Harry, evitando sonreír. TN sabía que aquel comentario podía parecer un tanto grosero, pero la verdad era que no le importaba en lo absoluto lo que sucedía puertas adentro en la habitación matrimonial de ellos. Aunque si debía admitir que le parecía de lo más extraño y desconcertante. Sin embargo podía ser una trampa, o una mentirita. Pero la mirada de furia de Harry no mentía, ni tampoco la evidente incomodidad de Lord Malik y Angélica.
Lo único positivo de aquella situación fue que logró callar a Caitlin; y la cena transcurrió sin más incidentes.
Lo único que le faltaba para aumentar su mala suerte era que el carruaje se rompiera, y fue lo que paso, las ruedas no estaban en buen estado. Y aunque ello significaba que podían arreglarlo en un solo día, había otras partes fundamentales que debían arreglarse. TN ordeno que lo hiciera de inmediato y que lo tuvieran listo en el menor tiempo posible. No podía estar más allí, no podía soportar la constante tensión que significaba estar cerca de Harry y de Caitlin, aunque el lobo feroz era en ese momento Caitlin, o la gacela recelosa.
TN sintió la sangre un tempano al oír que Niall estaba en la entrada principal del castillo, de Sudeley…. ¡Allí mismo! ¿En qué momento partió de Campion? Madre santa… ello no podía estar pasando. Ingreso en la habitación y como buena cobarde cerró la puerta y se apoyó de espaldas contra ella; con el corazón desbocado y temblando de pies a cabeza. Lo más probable era que Niall la hubiera seguido, o decidido partir un día después que ella de Campion. Su salud estaba a las mil maravillas y había puesto todo tipo de protestas para no dejarla ir sola a Sudeley. TN había logrado disuadirlo de la idea porque aún se encontraba delicado, lo cual era cierto y no quería arriesgarlo. Sin embargo… él se podía atener a las consecuencias, mientras que ella, de una u otra manera, estaba metida hasta el cuello.
Harry recibió al duque con una sonrisa, era lo menos que podía hacer para disimular que lo envidiaba por la mujer que tenía, y por el próximo heredero de Campion. Caitlin no esperó, no soporto la fingida emoción que tenía por contarle lo que se había enterado quien sabe cómo el día anterior: el embarazo de TN. Nick disipo su enfado lo más que pudo, que manera tenía “su esposa” de meterse en lo que no le importaba. Pero lo que más le enfadaba todavía era que se metiera con TN. Lo poco que la conocía sabía que hacia todo ello para perjudicarla de algún modo. Pero en vez de darle importancia, se fijó en el duque, que al terminar de enterarse la alegre noticia, la sonrisa de oreja a oreja que tenía en los labios desapareció.
-mi esposa… ¿Embarazada?
-¡Oh sí! –Exclamo Caitlin- la pobrecilla no se sentía muy bien desde que llegó y supimos que la causa era la más inesperada. Eran los síntomas típicos del embarazo. Pero no os preocupéis, ella se encuentra muy bien. Sólo que, si me permite decirlo, debería de vigilarla más para que se cuide y tome las debidas preocupaciones.
Harry estudió meticulosamente la expresión del duque, no parecía feliz, menos que menos saltaba de la alegría como Caitlin lo había predicho. De hecho, parecía que luchaba contra unos fuertes sentimientos en su interior, algo así como furia y consternación. Y tras despedirse con una sonrisa forzada y una reverencia, se preocupó aún más.TN dio las mil y una vueltas en la habitación. Pensando en cómo parecer lo más feliz posible para contarle la noticia. Que sin duda alguna lo alegraría. Aunque nunca habían hablado sobre tener hijos, lo más seguro era que se lo tomaría con calma. Él era un buen hombre y la amaba. Nunca dudaría de su palabra y no tendría por qué hacerlo ¿Verdad? Sólo que al darle el permiso para entrar en la habitación sintió el corazón en la garganta.
A él se lo veía bien físicamente, alto, fuerte e imponente. Con una inusual y atrayente belleza masculina. Ella tuvo el presentimiento de que él no estaba tan… ¿Feliz de verla? ¿Cómo era posible? Él siempre tenía su encantadora sonrisa en su rostro cada vez que reencontraban. Además de un brillo ardiente en la mirada.-querido, que bueno que has…
-no me llames así.
Por la brusquedad de sus palabras se quedó paralizada. Definitivamente su intuición le decía que él estaba molesto… enfadado de verdad.
-¿Sucede algo? Nialler… ¿Sucedió algo?
-sí… sucedió algo.
Hasta su tono de voz era diferente, lo que irradiaba era diferente. TN podía percibir su tensión, su lucha contra algo que apenas podía controlar, algo de lo nunca ella se había enterado y que
Niall quisiera mantenerlo al margen.
-¿Te sientes bien? Niall estás… diferente.
Instintivamente retrocedió cuando él dio un gran paso para estar cerca de ella.
-¿Cómo fuisteis capaz de hacer algo así? Yo que te amé con todo mi corazón… ¡Yo que arriesgue todo por ti!-rugió, con la mandíbula tensa.
TN abrió los ojos como dos platos y el corazón le latió más desmesuradamente.
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