Estaba a punto de protestar cuando él le besó los labios en un momento imprevisto. TN cerró con fuerza los ojos y apretó los dientes, enfurecida de repente. Un agónico gemido se le escapó de garganta y él lo único que accionó en hacer fue besarla de nuevo aplicando más presión que la primera vez. De repente todo el cuerpo de TN se derritió como manteca en sartén. No quería abrir los ojos porque si veía a Harry empeoraría su estado, sin embargo lo hizo, y lo que vió fue fuego incandescente en su mirada…
-n, n, n… no… -balbuceó, casi sin fuerzas y temblando.
Harry simplemente avanzó el último milímetro que los separaba, aprisionándola contra el borde de la tina. Y sintió algo que logró que le corriera un volcán por las venas.
-pienso amarte, no lastimarte.
Ahora sí que sintió derretirse por completo, el tono de voz que empleó para pronunciar esas palabras… cielos… no había calificativo para describir cómo sus defensas habían caído. Y entonces TN sintió una urgencia latente y peligrosa en sus secretos íntimos de mujer. Un fuego que no quería ser apagado sino avivado.
-¿No tienes pensado…? –y sólo le basto que arquera las cejas y terminara con la agónica espera entre sus piernas que se habían abierto ante un movimiento instintivo. Y no sólo las piernas, los brazos también… como si lo hubiera estado esperando.-Oh…
Recibió cada embestida en silencio, aferrándose lo más que podía a la espalda de Harry. Y aparte de los primeros besos no los hubo después. Gracias a que no quería soltarse de su cuello. No quería gritar o gemir con fuerza para evidenciar o para quienes estuvieran afuera se dieran cuenta. Era una tarea casi absurda porque tampoco podía contenerse.
Eso era lo que él deseaba, amarla con lentitud, sin prisa, sin brusquedad. Simplemente quería compensarle el dolor que le había causado por la mañana y aliviar el suyo. TN no lo vería con buenos ojos y quizás estuviera pensando que se estaba aprovechando de la situación. Podía ocurrirle miles de cosas, hacerse ideas falsas o acertadas. Pero quizás nunca llegaría a la simple conclusión de que la amaba… y que ése era el único método que conocía para demostrárselo.
Además… no deseaba que sus últimos encuentros fueran turbulentos. Si no la volvería a ver jamás, quería que sus últimos momentos fueran memorables, un bello recuerdo que valiera la pena recordar.
Una vez alcanzado la meta ambos se tensaron y eso hizo que la liberación fuera más lenta y que se tomaran su debido tiempo para retomar el aliento.
TN tenía la deliciosa y extraña sensación de diluirse en el agua. Pero cuando él se apartó para darle espacio se sintió incompleta. Como si él se llevara una parte esencial de su ser. Aún seguía en un estado de ensoñación... y no faltó mucho para que se deslizara hasta Harry. Él la recibió en sus brazos. Tampoco le falto mucho para acomodar la mejilla en su pecho, sintiendo los latidos de su corazón como una reconfortante melodía. Él terminó de rodearla con sus fuertes y cálidos brazos.
Había sido una experiencia memorable, nunca antes pensó que aquello se pudiera disfrutar de esa forma tan inusual y única. Al menos ella lo veía de ese modo.
Minutos después ya se había secado y puesto la ropa que las doncellas le habían preparado, en ningún momento quiso mirar a Harry, aun sabiendo que él no le quitaba la mirada de encima. Se estaba atando el nudo del lazo del vestido cuando los brazos de Harry la tomaron desprevenida: abrazándola por la cintura.
-sé que partirán mañana a Campion. Ven una horas antes del amanecer a la casita que está del otro lado del lago. Te esperaré, y comprenderé si no deseas despedirte de mí una última vez. –le murmuró al oído. El estomago se le encogió y no pudo pensar en otra cosa más que disfrutar del calor que emanaba su cuerpo contra el suyo. Y para cuanto encontró fuerzas de donde no las tenía para contestarle, él ya la había soltado y desaparecido por una puerta secreta oculta en la esquina más oscura y sombría del establo.