Capitulo 42

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Me incorporo pero no veo a nadie en la habitación, tengo un paño húmedo en la cabeza y me muero de frío.
Jesús entra por la puerta y pone una sonrisa nada más verme.
J: Joder por fin, estaba preocupadisimo, he llamado a un médico pero no podía venir hasta aquí debido al temporal de nieve. Asique me dijeron lo que tenía que hacer y entre mi tía y yo intentamos que te despertases, ella ya se ha ido tenía que trabajar.
Yo: Pero, ¿como me encontraste? Estaba un poco alejada de aquí.
J: Llegue a las dos horas y media de hablar contigo por teléfono, mi tía me dejo en la puerta y al entrar no te encontraba por ninguna parte, asique nos pusimos a buscarte por los alrededores al ver que faltaba un par de esquís. Te encontré y te traje aquí. El medico nos dijo que teníamos que ponerte paños en la frente y si en un par de horas no te habías despertado es que la cosa era grave. Pero menos mal... me sentía tan culpable por haberte dejado sola. ¿Como se te ocurre subirte a los esquís sin tener ni idea y estando sola?
Yo: Me aburría mucho, no sabía que hacer y faltaba mucho para que tu volvieras. Además no me gusta estar sola en casa...
J: No voy a volver a dejarte sola te lo prometo.- dice, y me da un beso.
Yo: Ahora cuéntame todo lo que ha pasado con tu hermano.
J: por lo que me contó, intento meter mano a una tía y su novio que estaba por ahí cerca le vio y le pego, él se la devolvió pero el chico que era más mayor le terminó dando una paliza.
Oír que Dani estaba metiendo mano a una me encoje el corazón, no se porque si yo quiero a Jesús.
Dejo de pensar en eso al momento, no sentí nada al besar a Dani asique que haga lo que quiera con su vida.
Yo: Jesús estoy muy enfadada contigo, no me hiciste ni caso y encima te pusiste en peligro yendo tan rápido en el coche.
J: Ya lo se,pero olvídalo por favor. Cuando te vi ahí tirada en la nieve y con sangre en la cabeza no sabía lo que te pasaba. Sentí tanto miedo, pensé que te había perdido y no puedo imaginar mi vida sin ti. Me he dado cuenta que cada vez que estamos peleados tengo una angustia en el pecho que no me deja respirar. Asique por favor no te enfades conmigo y quédate siempre a mi lado.
Las palabras de Jesús me hacen emocionarme, nunca había sentido lo que siento por él.
Le beso y le doy las gracias por todo lo que ha hecho por mi, no podría estar enfadada con él mucho tiempo.
Yo: te quiero mucho.
Jesús sonríe y me abraza.
J: Estás temblando ¿Estás bien?
Yo: Tengo mucho frío.
J: Ven, vamos a la chimenea.
Vamos al salón y me siento en frente de la chimenea, Jesús me pone una manta por encima y va a la cocina a preparar algo de cenar.
Noto el móvil vibrar en mi bolsillo y lo saco ¡Mierda es mi madre!
Yo: Sí mamá?
Mamá: Se puede saber donde estás?

Mi Mejor Error jd;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora