Sad Spring {HunHan / ChanBaek}

Amenazas. (Sehun)

- ¿Qué quieres saber sobre los recuerdos de Luhan? Que yo sepa solo eres su enfermero... No te incumbe. —Musité con asco. El peli negro soltó una risa y me miró de una manera que no supe comprender. -Resulta que sí me incumbe... Bastante...—Murmuró.

–Tu amiguito me interesó desde el primer momento en que lo ví... Yo estuve en este parque el día del incidente, yo también vi a Luhan huir de ti, también ví cómo aquel autobús lo destrozaba. Lo sé todo Sehun. Me imagino cómo reaccionaría Luhannie al saber que la causa de su accidente eres tú... ¿Lo comprobamos? —Dijo con una sonrisa y una mirada de superioridad. Estaba agitado. Me encontraba pálido y mis manos temblaban. ¿Está intentado amenazarme?

- ¿Qué es lo que quieres? —Murmuré entrecortadamente. Minseok se levantó aun sonriéndome y colocó sus manos en sus bolsillos.

-No quiero que Luhan vuelva a sufrir por tu culpa, no lo permitiré. Quiero que no intervengas en mi camino Sehun... Luhan será mío. Si me doy cuenta de que te entrometes, no dudaré en decirle la verdad a Luhan, después de todo, parece que ya está empezando a recordar detalles del accidente. —Aclaró aún con su arrogante sonrisa en su rostro.

-Soy su mejor amigo, no me vas a separar de él así porque sí. —Exclamé. –A mí no me puedes venir también con ese cuento Sehun. Sé perfectamente que tienes otras intenciones además de una simple amistad con Luhan. Y lo anterior no era una opción, era una orden. Te ordeno que no te entrometas si es que no quieres ganarte el odio de Luhan. —Amenazó y se fue caminando por donde vino.

Lo vi irse tranquilamente del parque y de mala gana solté un gruñido. Coloqué mis manos sobre mi rostro, intentando asimilar todo lo que acababa de pasar. ¿En serio ese tipo planeaba separarme de Luhan? Gracias a su "orden" mis ganas de visitar a Luhan se fueron. No iba a permitir que Minseok trate a Luhan como suyo, pero tampoco lo iba a marcar como mío ya que pues... técnicamente estoy en la zona de amigos.

-¿Sehun? —Levanté la mirada y frente mío se encontraba Kai. Es un amigo al cual conocimos este año. El suele decir que Luhan y yo somos una pareja de casados. Suele usar bastante el término shippeo entre nosotros. No lo entiendo, pero no es que me desagrade. Hice un gesto de saludo y mi amigo frunció el ceño.

- ¿Estás bien? Te noto un poco pálido...—Se acercó y colocó una mano en mi frente, pensando en que tenía fiebre. Fingí una sonrisa y me encogí de hombros. – ¿Tu esposo está bien? Escuché que tuvo un accidente...—Preguntó con una sonrisa y yo reí levemente. –Ya te dije que no es mi esposo... y no, no está bien... él... perdió la memoria. —Murmuré bajando la mirada. La sonrisa de Kai se desvaneció.

- ¿Estas bromeando no? —Rió nerviosamente y al ver que no reaccionaba frunció el ceño. –No puede ser... ¿Ni siquiera te recordó a ti? — Negué con la cabeza. Kai se mantuvo en silencio un buen rato y escuché uno que otro sollozo de su parte. Yo seguía sin mirarlo.

Me levanté y empecé a caminar. Tenía que ir a clases. Había faltado ya bastante y debía tomar apuntes que seguro Luhan necesitará en el futuro, sí, así de enamorado preocupado soy. Escuché los pasos de Kai, siguiéndome. Los dos no nos dirigimos la palabra durante todo el camino. Mejor así, pensé.

Al llegar al instituto, Kai se fue por su camino y yo por el mío. Entré al salón y cansado me situé en mi asiento. Estaba dudando si realmente debía ir a visitar a Luhan. No quería volver a ver a Minseok, mucho menos ahora que sé que está enamorado de mi amigo.

Sin embargo, tampoco iba a dejar de visitar a Luhan. A pesar de que me dijo que no me entrometiera, lo haré. No dejaré que su relación con Luhan crezca. No lo permitiré. Pensaba seguir yendo al hospital con una intención de solo amistad. Sin embargo, en cuanto le den de alta a Luhan, le diré todo. Minseok no es quién dice ser y se lo voy a demostrar.

Me puse mis audífonos y dejé de prestarle atención a lo que me rodeaba. Extrañaba a Luhan, estar en clases sin escuchar sus parloteos y risas era horrible. Sentí una pequeña presión en mi hombro y al volverme noté que Kai me estaba llamando hace rato. Zarandeaba mi hombro buscando mi atención y de un gruñido me quité uno de los audífonos.

- ¿Qué mierda es lo que quieres Kai? No estoy de humor y más ahora que tuve que quitarme un audífono para ponerte maldita atención...—Exclamé. El moreno se limitó a señalar la entrada del salón. En el umbral se encontraba una chica de brazos cruzados mientras me fulminaba con la mirada. Era Wendy. Justo la persona que no quería tener que llegar a ver. Me levanté de mi asiento y caminé hasta el umbral de la puerta.

- ¿Qué quieres? —Pregunté mirándola con asco. La rubia frunció el ceño y bufó. - ¿Que qué quiero? Quiero saber dónde se encuentra Luhan si no te molesta decirme...— Reí sarcásticamente y rodé los ojos. La chica tenía una mirada interrogante y yo simplemente me encogí de hombros fingiendo una sonrisa.

- No sé... y si lo supiera no es como si fuera a decírtelo. No me agradas Wendy... ¿Ya te lo dije? —Confesé. La chica me miró boquiabierta y yo sonreí maliciosamente. Ella, al igual que Minseok, no es lo que aparentan ser. Sé perfectamente que la chica me odia por el simple hecho de ser cercano a Luhan. Solo faltaba que Kai o Luhan tuvieran otra personalidad y fingieran como lo hacen ellos. Me hartaba.

-Lo sé muy bien... Y yo también te odio, Oh Sehun. Mi primo tenía razón, eres un mocoso estúpido. —Murmuró frunciendo el entrecejo. - ¿Primo? —Pregunté curioso. La rubia exhaló fuerte. – Kim Minseok... ¿Lo conoces? —La miré sorprendido. Pues vaya que el mundo es un pañuelo. Aunque ahora entiendo de dónde provenía esa actitud. Era de familia.

-Ah... Así que la falsedad es de familia... Lo entiendo todo. —Murmuré riendo levemente. La chica bufó una vez más y me intentó pegar una buena bofetada. Esquivé con facilidad el ataque ya que yo era más alto. La tomé de la muñeca y me acerqué a su oído.

-Te lo dejaré claro zorra, Luhan es mío, nunca dejaría que anduviera con una chica tan ofrecida como tú. Sé muy bien sobre tus "pequeñas aventuras" con Lay, así que déjanos en paz si no quieres que eso llegue a divulgarse misteriosamente. —Susurré contra su oído. La campanilla sonó indicando que ya empezarían las clases. Solté la muñeca de la chica y entré tranquilamente a clases como si nada hubiera pasado.

Kai me miró extrañado y yo hice un gesto diciendo que no pasaba nada. La puerta del salón se abrió y yo suspiré. Había olvidado que a primera hora tenía Literatura con el Profesor Park. ¿No se podía poner mejor?