Mi mundo, todo se destruyó en ese instante. Dejé mis brazos caer a mis lados; sus palabras habían apagado todo mi sistema. No tenía vergüenza.
Definitivamente él tenía una idea de lo que estaba sucediendo, no sabía cómo o cuando se habrá enterado, pero lo sabe. Estoy en su mira.
En sus brazos.
...
-Mia, de veras aun no puedo creer lo orgulloso que me siento.
Abrí los ojos con mucha pereza. Sentía mis parpados pesados. El ardor es molesto. Trató de calmarlo tallando un poco mis ojos. Cuando miro mi mano, veo que hay una mancha negra.
Mi maquillaje.
-¿Porqué?
-¿Cómo que porque? Eso, has ido a la comisaria a testificar. Pensé que te costaría trabajo a hacerlo, incluso me iba a ofrecer a acompañarte. De verdad, estoy asombrado. No me cansaré de decírtelo.
- Ay Adrian... ¿De verdad crees que aun soy una niñita? Pensé que ya habíamos hablado sobre eso.
-Vale Mia.. Soy tu hermano. Te he hecho falta todos estos años y lo menos que podía hacer era ofrecerte mi apoyo. Te lo he dicho mil veces.
Qué gruñón. Le sonrío con cariño, a pesar de que no lo puedo ver. Imagino su cara de disgusto y me echo a reír.
-¿Qué?
Al parecer mi risa lo ha contagiado.
-Solo espero que mi viaje no sea muy precipitado.
-No uses ese tipo de palabras conmigo Mia. Tú bien sabes que tu viaje... es más una huida que nada.
Balbuceo. Adrian se hecha a reír.
-No puedes negar la verdad.
-Y si fuera cierto, ¿dejarás de reírte de mí?
-No cantes victoria, pero creo que puedo hacer una excepción. ¿Cuándo se van?
-Este sábado.
Santo cielo. Sábado, todo se acaba el sexto día de la semana. Día de fiesta y descanso. No para mí. No creo que después de abordar en ese avión los sábados vuelvan a ser los mismos.
La resaca no es la más horrible en esa ocasión, a excepción de un tremendo dolor de cabeza... eso no me podía faltar. Normalmente a la mañana siguiente después de tomar suelo tomar un tour por mi casa, arrastrándome.
Un vaso con agua me recibe en mi buró y de inmediato por mi mente vuelan los eventos de ayer. El restaurante, bar, y la noche con Adam. No recuerdo nada después de subirme al auto, pero a juzgar por el vaso se más o menos que ha ocurrido. Y no, no es nada nuevo.
Cuando me pongo a analizar la discusión de ayer con Adam me pude dar cuenta que todo pudo acabar en tragedia. Siento que ayer estuve a punto de perderlo de nuevo. Y si no hubiese sido por esa frase, si no hubiese sido lo suficientemente pretenciosa como para detenerlo, en ese momento estuviera en otro lugar y fuera de mi cálida cama, sin un refrescante vaso con agua en mi mano.
Cuatro días.
Reviso los pasajes una y otra vez. Mamá y yo...y Bob, por supuesto. La Gran Manzana. Sin Los Ángeles y sus colinas, sin Adrian, Dona, Matt ni nadie que conozca. Sin él.
Sin mi cantante favorito.
Aun lo quería. Era imposible no sentir el corazón a punto de salirme cada vez que pensaba en él. Nada se podía deshacer; ni los besos, miradas, palabras...nada. Creo que me he saltado líneas en nuestra relación, hemos recorrido un camino por el que no se puede regresar. Ahora estábamos allí. Estancados.
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El Rol Principal
FanfictionLa talentosa agente de talentos Mia Stevenson se encuentra trabajando con su mejor amigo y colega Adam Lambert. Juntos son un dúo dinámico y se convierten pronto en veteranos en el mundo del estrellato. Sin embargo, un rumor los obliga a vivir un...