-Mía...no—susurró lentamente. Por un momento me dieron unas ganas inexplicables de golpearlo. Él... había rechazado mi beso...Per, ¿por qué? Eso no es normal ¡Estaba ebrio! ¿Cómo pudo hacer eso borracho? Creo que me estoy aprovechando de la situación. Tal vez un poco.
-No hay cámaras... por aquí—dijo después en voz muy baja. Me avergüenzo de mi misma por sentirme tan frustrada, pero ni siquiera lo que había planeado había salido bien. Ahora, Adam y yo estábamos en la oscuridad de mi casa, solos e increíblemente cerca, con una mano que bloqueaba mi objetivo... sus labios.
-Si trajera a un fotógrafo... ¿lo harías?—pregunté susurrando.
Rió nerviosamente, hasta casi parecía que el efecto del alcohol se había ido. Tal vez pensaba que estaba bromeando, pero no, lo decía enserio—Bien, entonces creo que me iré a dormir—mi voz se quebraba, y las rodillas me temblaban sin parar—Aquí están las pastillas, unas almohadas y mantas—no me respondió nada y ni siquiera me miró, solo estaba ahí con su mirada perdida, probablemente sin saber qué hacer. Lo mejor que hice después fue irme, porque no podía con la vergüenza que había sobre mí. Todo esto resulto ser un desastre, y ahora estaba más confundida que antes.
...
Los días de la semana restante, la comunicación entre Adam y yo había disminuido bastante. Yo no sabía si el habrá recordado con detalle todo lo que ocurrió, pero nuestra indiferencia me hacía pensar que si lo había hecho. Era muy malo que entre nosotros dos hubiera ese tipo de indiferencia, ya que de todas las personas que más debe de saber de él, soy yo, básicamente. Y no sé, sentía que así mi trabajo no estaba sirviendo. Estaría dispuesta a hablar con él, pero simplemente no podía y no sabía porque, jamás el pensamiento de llamarlo me llenaba de nerviosismo como en ese momento, nunca.
La noticia del día en el que Adam se había quedado acurrucado en mi sofá conmigo obviamente se hizo viral, apareciendo en casi todos los periódicos y revistas de todos Los Ángeles, y en internet. Al final no fue tan malo; las fotos hasta causaban algo de gracia. Mis favoritas eran dos: la primera era una en la que estábamos en el sillón dormidos antes que despertara debido a las luces, y la segunda Adam aparecía riéndose a carcajadas en el sillón mientras yo aparecía parada mirándolo furiosa antes de cerrar las cortinas. Adam ebrio, me da gracia recordarlo. Jamás lo había visto así. Pero aún me preguntaba el por qué de su llanto.
Por otro lado, en mi vida como esclava de RCA, el señor Hughes se ausentó el día siguiente, y como encargado estaba su mano derecha; el ejecutivo principal. Nada más y nada menos que Matt Harrison.
Aproveche para disculparme y expresarle lo apenada que estaba por no haberle respondido y lo único que hizo fue sonreír...sonreír con esa molesta y a la vez encantadora sonrisa que tenía y decirme que no había ningún problema. Matt y yo estuvimos una hora conversando sin parar y pude darme cuenta de que era completamente diferente a toda la bola de idiotas con los que estaba en cada junta de RCA.
Cuando le pregunté como es que había podido llegar ahí, cambio de tema y se puso tenso, como si estuvieran a punto de golpearlo. Traté de seguirle el juego y cambiar de tema. Al final, le dejé unos papeles pendientes y el recordatorio de nuestra cita, nada más y nada menos que en Suzette's café la próxima semana, ya que lo ocupado de nuestras vidas no nos permitiría vernos esa semana.
Por fin estaba en casa, me quito los zapatos, me recuesto en el sofá y me quedo mirando al vacío como una completa estúpida. De repente siento la necesitad de hablar con alguien, y es ahí cuando me doy cuenta que necesitaba una amiga. Bien, en realidad, solía tener una, pero probablemente seguía en Nueva York como todos los demás. Ha sido tanto tiempo que casi no la recuerdo....su nombre, Donatella. Probablemente ella no se acuerde de mí.
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El Rol Principal
FanficLa talentosa agente de talentos Mia Stevenson se encuentra trabajando con su mejor amigo y colega Adam Lambert. Juntos son un dúo dinámico y se convierten pronto en veteranos en el mundo del estrellato. Sin embargo, un rumor los obliga a vivir un...