Capítulo. 17 "Refléjame"

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Capítulo 17. "Refléjame"

Despierto agitadamente. Me lleno de sorpresa al saber que aun estoy en el auto. Era de noche, y el auto estaba en movimiento. Con mí vista un poco borrosa giro al ver al conductor, el cual sigue siendo Alan. Me siento un poco confundida al ver nuevos vendajes en mis manos. Nuevos. Y mi dolor en costado y tobillo era casi nulo.

-Veo que por fin se ha despertado-dice Alan con una sonrisa.

-¿Dónde estamos?

-He hecho unas paradas-abre los ojos-Mas bien, fueron cientos de paradas.

-Oh...Y como... mi costado, las vendas... ¿Qué paso?

-Después lo que paso con su tal amiga, cayó desmayada justo cuando la metí al auto. Recordé su gran temor por los hospitales y recordé que había una pequeña clínica cerca de esta zona. No se preocupe, estoy seguro de que no le avisaran al señor Harrison-se burla-Pero después de todo, estoy a sus ordenes señorita. Y Por lo que veo no le ha ido nada bien.

-No-suspiro- ¿Por cuánto tiempo he estado así?

-Alrededor de unas cinco horas. Aproveché mientras usted estaba en la clínica para ir por unas cosas-quita una mano del volante y extendiendo su enorme brazo alcanza una bolsa del asiento trasero. Con suavidad me lo pone en las rodillas y de nuevo devuelve su mano al volante.

-¿Me has traído ropa?-digo con incredulidad-Alan... muchas gracias.

Alan solo sonríe.

-Ahora... ¿A dónde nos vamos?

-Iremos a un hotel. Solo por esta noche. Esta cerca de un hospital, ya sabe, si hay algún inconveniente.

Me dejé caer en mi asiento agotada. Sintiendo un ligero dolor en mi cuello.

-Maldita sea, me duele el cuello.

-¿E-enserio? ¿Quiere que le de algo?

-No te preocupes Alan, esto no es nada comparado a lo que sentía antes.

...

La ligera neblina de la noche no me dejaba ver el edificio que se veía a lo lejos. El auto se iba deteniendo para dar vuelta. Estaba segura de que pronto Alan estacionaria el auto. Por fin veo el enorme cartel luminoso: Estábamos en el grande y estupendo hotel Sunset Inn. Suspiro y ruedo los ojos en silencio. Alan por fin estaciona el vehículo.

Creí que jamás en mi vida iba a volver a este hotel. Solo me traía a la mente momentos demasiado desastrosos. Sufro en silencio ya que no habían tardado mucho tiempo los recuerdos en aparecer.

-Bien, hemos llegado. Quédese aquí, bajaré unas cuantas cosas.

Alan se bajó del auto y le dio la vuelta al auto hasta la cajuela. De ella sacó dos grandes bolsas, pero no se veía que tenia dificultad para cargarlas, incluso, las bajo con una sola mano. Regresó y me abrió la puerta.

-¿Cree que pueda caminar hasta la entrada?

-Claro, ya no me duele mucho el tobillo.

Alan y yo caminamos todo el estacionamiento hasta la entrada. Cojeaba un poco, pero por suerte llegué. Me sentía demasiado agotada. Me recosté en uno de los sillones de la entrada. Como recordaba, la recepción estaba totalmente vacía, excepto por una chica que tecleaba sin parar, pero por suerte, no era la misma que había visto la última vez. La chica al ver a Alan deja de teclear completamente y lo mira nerviosa, se pone muy tensa. Alan le habla sonriendo y la chica lo mira embelesada. Por fin esta le da una llave y lo último que escucho decir de Alan es unas cálidas gracias, la chica apenas puede articular una palabra. Me río por dentro en silencio. Alan se acerca hacia mí mientras la chica lo sigue "disimuladamente" con la mirada. Cruzo miradas con ella, y ella vuelve a su tecleo.

El Rol PrincipalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora