I Just Want to Trust ❀ GANGSTA

-23-

Me encuentro tranquilamente preparando el desayuno junto con alex. Ya extrañaba este tipo de momentos tan calmados pero a la vez agradables. Desde hace tiempo llevo con algunos mareos y no dudo que sean por los golpes que me he dado al desmayarme. Alex cuida mucho de mi y eso me alegra.

Ya estando cerca de acabar el desayuno sentí como mi mente daba vueltas al igual que mi cuerpo entero. Nuevamente estos mareos.

-¡(t..t/n)!... -me tomo alex de los hombros- creo que debes descansar...

-vamos, alex, solo son unos mareos insignificantes -mostré una sonrisa forzada-

-sabes que me preocupo por ti, ve al sofa y espera a que termine... y sirve que le haces compañía a nicolas -sonríe pícaramente-

-¿q..que clase de mente pervertida tienes?... -dije indignada-

-¿yo?, pero si no dije nada con doble sentido -comenzó a reír-

- -hice puchero-

-hahaha, anda... yo me encargo del resto... no es bueno que te sigas esforzando...

- -asentí- esta bien...

Cuando creí que mi mareo ya se había estabilizado, me encamine al sofá tratando de no tambalearme demasiado. Nicolas al notar que me tambaleaba se levanto y me ayudo a sentarme.

-『¿estas bien?』

-si... solo son unos mareos insignificantes -suspire-

No hubo respuesta de su parte como de costumbre. Solo me tomo de los hombros y coloco mi cabeza sobre sus piernas. Estaba cómodamente recostada. Sonreí agradecida y me acomode de manera que pudiera descansar. Sentía la mano de nicolas acariciar mi cabeza, mis mejillas comenzaron a arder y debido a eso escuche una pequeña risa por parte suya.
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En un profundo sueño. La lluvia era lo único que rompía el silencio. De alguna forma no me sentía segura. Mire a mi alrededor y pude notar una figura, así que decidí acercarme. Poco a poco pude reconocer quien ahora se encontraba a unos centímetros lejos de mi.

-nic... -murmure-

Lo veía sostener una katana manchada de sangre, note su respiración irregular y no pude evitar estremecerme del miedo. Tan pronto tome conciencia de la situación, nicolas comenzó a alejarse. Solo pude seguirlo con la esperanza de que pudiese alcanzarlo. Intente correr pero mi cuerpo no me lo permitió. Al final aquel sueño se esfumo permitiéndome despertar.