Desperté en mi casa, en mi cama, con mi "pijama" que consistía en una camiseta de mi padre que me llegaba hasta los muslos.
Suspiré, todo fue un sueño.
Noté un calor que emanaba de mi mano y miré hacia aquella dirección, y ahí fue cuando me desmoroné.Mi madre lloraba frenéticamente, mientras Invi quería reprimir sus lágrimas he intentaba tranquilizar a mamá.
Me puse en pie, tenía que hacer las maletas con lo "imprescindible".
No soportaba esta maldita situación, no podía con esto, sentía como si todo fuera un sueño; algo irreal, que al despertar desaparecería... Yo solo sería un triste recuerdo.Cogí una daga, la misma que me regaló mi padre antes de que se lo llevasen los soldados.
unos pantalones negros y una camiseta negra, y me llevé al cuello un colgante de un dragón rojo que me regaló mi madre, era de su familia, la misma que ella abandonó para irse a este estatus con mi padre.Después, me incorporé, intentando reprimir mis lágrimas, después de mi padre, fui yo la mano que daba de comer a la familia.
Le di un abrazo firme a mi madre, y luego me agaché para ver mejor a mi pequeña hermana.
- ¿Sabes que siempre te he querido y que siempre te querré, verdad?- Le pregunté, Invi solo asintió.
Tomó mi mano, y en ella me puso un broche, era uno simple, de nuestro padre, constituía en una gota de sangre.
Su significado era el dolor y el sufrimiento de los esclavos; si, mi padre era un rebelde.Me puse el broche y salí, durante el camino la gente se acercaba y me daban un trágico discurso, mientras que otros me miraban con admiración.
Pero yo solo buscaba aquellos ojos azules que estuvieron conmigo en mis peores momentos; y al final, ahí estaba, en la parada del metro esperando a que apareciera.Me tiré a sus brazos, y el a pesar de estar un poco confundido por tomárselo a sorpresa, me abrazó también.
Mientras esperábamos el metro estuvimos en silencio.
- Por favor, cuida de mi madre y de Invi. - Le supliqué.
- Lo iba a hacer aunque no me lo pidieras, son como de mi familia.Yo solo asenti y en ese momento llegó el tren, le di un apretón de manos a Ethan seguido de un abrazo... Me fui.
Yo fui la primera en entrar al tren, después pasamos por el estatus 9, el 8, el 7... Y así hasta llegar al 1.
Era la que estaba en peor condiciones.
Habían 10 chicos y 10 chicas(contándome a mi).
A pesar de observarlas detenidamente, no fui capaz de dirigirle la palabra a nadie.No es que sea tímida, pero desde que mi padre murió me cerré herméticamente para que nadie me pueda hacer mas daño con su ausencia.
De repente, una pelinegra se sienta a mi lado y me mira con curiosidad.
- Me llamo Maya, soy del estatus 7, industria, encantada-
Me tendió la mano y yo se la estreché torpemente dándole mi mejor sonrisa.
Tenía mi edad, pero sus curvas eran mas notables que las mías.- Encantada, soy Alex, distrito 10; guerreros.- Me miró de arriba a abajo, haciendo que me remueva algo incómoda.
- Yo creía que los del estatus 10 eran rubios y de ojos azules.
- Ya, la mayoría lo son, pero yo me parezco a mi madre, que era del estatus 9; agricultura.- Le dije encogiendome de hombros.
Me sentía estúpida por contarle a una desconocida una parte de mi vida.
Ella solo asintió y después empezó a contarme quienes eran los de nuestro alrededor.Cuando el tren paró, todos bajamos.
Yo me despedí de Maya con un abrazo y después me fui con mi diseñadora y mis estilistas.Estuvieron discutiendo sobre que podían ponerme para que pueda desfilar en el centro del reino, también llamado 014.
Carraspeé para llamar la atención, y lo conseguí, porque todos empezaron a mirarme con el ceño fruncido.
- Podría llevar un simple traje de soldado con un arma.
- Es muy cutre - Dijo Mery, mi estilista.
-¡ Tengo una idea!- Chilló Madison, la diseñadora y mi tutora.- En vez de ser un objeto de guerra podríamos hacerte un traje blanco con alas, como si fueses un ángel, después comienzas a dar vueltas y el traje se convierte en... ¡ Un traje de combate! ¿ Que os parece?- Preguntó Madison.Mary me miró. Yo Asentí levemente para decirle que me gustaba la idea.
-Buena idea, Madison.- Respondió Mary irradiando felicidad.Por los demás días estuve comiendo bastante bien, la comida estaba caliente, y no cruda, como solía comerla.
Dormía en una cama para mi sola y tenia un gimnasio privado, donde me pasaba la mayor parte del tiempo entrenando.
Y al fin llegó el día de desfilar delante de todos los estatus.
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La Chica De Fuego.
RandomLa Tierra no es lo que fue una vez. 1 reino, 10 provincias, 1 guerra, 1000 guerreros. Alex es la protagonista de la historia. Ella es fuerte, y lo único en que piensa es en dar de comer a su familia. ¿ Podrá arrastrar un reino en ruinas hacia la glo...