— Recuerdo aquel día en el que le conocí. — Dijo Maya con una sonrisa melancólica.— Era un día lluvioso, y yo tenía hambre.
De tres hermanos, yo era la mediana.
El mayor, Nix, fue a trabajar a una industria que quedaba bastante lejos, junto con mi padre.
Mi madre vendía su cuerpo para que no nos faltase de nada, pero aun así pasábamos hambre.
Aquel día fui a la casa del capitán Polland, iba a vender mi cuerpo, mi virginidad, mi dignidad... Solo por mi familia.
Pero no tuve el valor de hacerlo, así que huí hacia el bosque.
Estaba empapada, tenía frío y hambre, y me Apoyé en un árbol para no caer al barro.
Tenía miedo, y no sabía que hacer, me tiré al suelo y esperé durante horas la llegada de mi prematura muerte, pero no llegaba.
De repente, levanté mi cabeza para ver algo entre la niebla.
Parecía un ángel, su cabello chorreaba y venía hacia mi.
Pero no le tuve miedo, le miré embobada.
Teníamos 14 años, y el ya era musculoso, su espalda era ancha y sus fuertes brazos sostenían un arco.
Me trajo una barra de pan y una cantimplora con agua.
Yo bebí y comí hasta hartarme, mientras el me miraba sonriente.
Todas las chicas intentaban captar su atención, pero el solo tenía ojos para mi.
Fuimos muy buenos amigos, y siempre nos lo contábamos todo.
Pero cuando su madre y su hermano murieron, el cambió, y un día se fue, sin decir nada a nadie.Ambas nos quedamos en silencio, ella recordando momentos felices de su vida y yo, asimilando todo.
—¿ Erais novios?— le pregunté.
— No, el nunca quiso a nadie. Sinceramente al principio me atraía, pero yo a el no. Pronto mi amor por el se convirtió en hermandad. — Yo Asentí con la cabeza.— ¿ Y por que me odia?— Pregunté, que yo sepa nunca le hice nada.
Maya sonrió para si, y negó con la cabeza.
— El problema es que, se comporta así por si tu ... bueno, estás ausente, a el no le duela.
Tiene miedo al amor, aunque lo niegue.— Entiendo, yo tengo miedo a la oscuridad, — dije sonriente, mientras Maya reía enseñando todos sus blancos e impecables dientes.— Y a los violadores — dije pensativa, a lo que las carcajadas de Maya aumentaron.
Nos adentramos en el bosque, Maya procuraba de hacer fuego y crear trampas, mientras que yo cazaba y recolectaba bayas.
Habían pasado ya 2 meses, cada vez nos adentrabamos mas en el bosque, teníamos miedo de los otros, que actuaban por el miedo, y eso era lo que les destruía.
El tiempo pasaba rápido, muy rápido, y yo lo único que quería era ver de nuevo a Invi y a Ethan, y a mi madre, y mi arco...
Pero había una cosa que anhelaba aun mas, mucho mas.
Y ese deseo era Max, mi salvador, y el chico que tenía miedo a amarme.
Quería verle, acariciar su tersa piel, lo necesitaba, le necesitaba.Aburrida de hacer siempre lo mismo, dije a Maya que iba a cazar, pero en realidad iba a ver como seguían las cosas en el campamento.
Caminé durante horas y horas, hasta llegar al gran llano.
Me tiré al suelo y me arrastre por hasta llegar a unos matorrales.
Vi a una chica, la del estatus 1, en un trono, había un chico malherido y de rodillas a ella, era uno como yo, que no se quería unir a ella.
La rubia agarró una espada y le cortó la cabeza.Me levanté y pegué un grito, me tapé la mano al ver lo estúpida que había sido al venir aquí, la chica miró hacia mi dirección, pero antes de que me viese alguien tapó mi boca con su mano y me tiró al suelo, encima suya.
Cerré los ojos mientras palpaba sus bíceps, abrí un ojo y al ver que no me pasaba nada abrí el otro, me incorporé un poco y pude ver unos ojos grises.
Era él...
El me apartó a un lado, se levantó, cogió mi mano y empezó a correr, arrastrándome tras él.
Llegamos hasta unas rocas, y empezamos a escalar hasta llegar a la cima, supe entonces que nos perseguían, porque una flecha voló a centímetros de mi cabeza.Al llegar a la cima, yo empecé a hiperventilarme, esto era en un tiempo récord, le miré pero él estaba mirando a algún punto, su respiración era normal, como si no hubiera corrido por medio bosque mientras nos tiraban flechas y hubiésemos escalado una montaña en un tiempo récord.
— Gracias, — dije cuando me calme un poco, el solo asintió...
— ¿ Te ha comido la lengua el gato?— Pregunté esta vez molesta.
El me miró furioso.— Vete — me dijo, yo volteé los ojos y antes de irme susurré.
— Encima de autista, bipolar— pero para mi mala suerte, el lo escuchó.
Me cogió de un brazo y me atrajo hacia si, yo no hice nada por soltarme , sus ojos hacían que me escapase del mundo.
Miré sus ojos, y después sus labios, y me fui acercando a él mientras mi respiración estaba cada vez mas agitada.
Rozamos nuestros labios, tierna e inocentemente, después el se separó bruscamente y saltó desde la cima de la montaña, miré hacia abajo y no estaba.
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Multimedia foto Ethan.
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La Chica De Fuego.
RandomLa Tierra no es lo que fue una vez. 1 reino, 10 provincias, 1 guerra, 1000 guerreros. Alex es la protagonista de la historia. Ella es fuerte, y lo único en que piensa es en dar de comer a su familia. ¿ Podrá arrastrar un reino en ruinas hacia la glo...