Capítulo 17

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Pasaban los días y yo seguía en ese castillo.
Allí servían comida en abundancia y mis heridas curaban rápido.
Max me dejaba salir por los alrededores del castillo, pero yo seguía encerrada en mi habitación.

Allí leía, cantaba, miraba a la gente y hasta aprendí a tocar alguna que otra canción con él piano, la guitarra, flauta y hasta el violín y el arpa.

Max intentaba visitarme, pero yo solo huía de él.

¿por que?

Ni yo misma lo sabía.
Lo único que parecía tener sentido era que aquí se refugiaban los rebeldes y los estatus que habían huido del gobierno.

...

Una tarde, decidí arreglarme , coger una daga y salir de la habitación.
Al llegar a la sala principal, veo que en una mesa hay varios hombres y mujeres, están serios y parecen hablar un tema interesante, por lo que me quedo en la mesa y escucho.

-Hemos oído que han cogido a la familia de la chica que empezó esto, ya sabéis, la chica de cabello de fuego- decía una mujer.

-Si, pero ella no puede saberlo, si no todo nuestro plan se irá al garete.-dice un hombre que está también reunido.

Cuando empiezo a respirar hondo para emprender una carrera, alguien me pega tal golpe contra la puerta, que esta se abre y me deja a mi tirada en el suelo.

Me remuevo en el suelo mientras gimo de dolor y agarro mi costado, donde ha sido pateado.
maldita persona que ha tirado con tal brutalidad a una chica que solo quería huir de allí.

Cuando él dolor se va desvaneciendo, empiezo a parpadear y a sentir la fija mirada de varias personas sobre mi.

Intento incorporarme, pero soy de nuevo golpeada y agarrada del cuello por un morocho que me mira con desdén.

Intento zafarme de su agarre, pero solo una voz impide que me asfixie, aunque no la reconozco bien, es de una mujer.

-¿Que se supone que le haces a la chica de fuego?-pregunta enfadada la mujer.

-pensaba que era un espía del gobierno...-dice inocente él chico.

Logro levantarme y le asesto un puñetazo tan fuerte, que le rompo él tabique nasal, pero este solo gime y lloriquea.

Vaya hombre...

-Queremos hablar contigo, chica de fuego.-dice la mujer.

-Tengo nombre- espeto furiosa.

-Ya lo sabemos Alex, solo ven, sientate con nosotros para conversar-dice la mujer mas madura de la mesa con total paciencia.

Yo solo me siento allí a regañadientes.

-¿Y bien?¿que hago aquí?-pregunto, directa al grano, como siempre.

-Veras pequeña, tu empezaste todo este estropicio, ahora tu lo terminarás, claro que con nuestra ayuda.-Dice a mujer que está al lado mía, esperando a que diga algo.

-¿Y bien, quieres ser nuestra líder en esta guerra?-pregunta un chico nervioso.

-Sinceramente... No.
Pero si que lo haría por una cosa, por algo muy valioso.

-Di lo que quieres y te lo daremos.
Tenemos dinero y joyas en cantidad.-respondieron casi al unísono.

-Quiero a mi familia.-respondi cortante.

La Chica De Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora