Capítulo 28; Ayuda.

38 5 8
                                    


Los días pasaban y yo no encontraba salida alguna.

Ethan nunca estaba conmigo, y si venia a verme, era para ver que no había escapado, darme de comer o bien traerme mantas y ropa para luchar contra el frío.

A pesar de que siempre estaba en cama, comiendo, o bien, observando la blanca nieve que paraba al lago de enfrente, estaba cansada.

Cansada de los cambios de temperamentos bruscos de Max.

Cansada de la traición de Maya y hacer como que no me importó todo lo que hizo contra mi.

Cansada de la extraña actitud de Ethan.

Y, sobre todo, cansada de ser el foco de atención de todo él mundo.

Y es que, no se dan cuenta que jo soy su salvadora.

No puedo ni conmigo misma, voy a poder con toda una población de personas que anhela la libertad tanto como yo anhelo el corazón de Max.

Niego con la cabeza ante las últimas palabras que ha rondado en ni cabeza, puesto que yo no quiero a nadie.

Me levanto de la cama, peino mi cabello y desayuno, luego lavo mis dientes y me visto en condiciones para hacer un poco de ejercicio en la vieja cabaña.

De repente, escucho la puerta abrirse, e instantáneamente me escondo debajo de la cama.

- Alex, Alex donde estás. - repite una y otra vez Ethan.- Es hora de irnos.

Pero no caeré en la trampa, esta vez no, no dejaré mi escondite para ir a ver lo que quiere.

Durante toda esta semana he tenido mucho tiempo para pensar sobre todo, y me doy cuenta de que Ethan no es él mismo.

Algo le han echo en la cabeza, y sea lo que sea, se que será difícil volver a nuestra antigua amistad.

Y para ayudarle, necesito pensar, pero no aquí, encerrada entre cuatro paredes, necesito pensar en la naturaleza.

Oigo los pasos cada vez mas lejos y salgo de mi escondite.

Mis pasos van en dirección de los pasos de los intrusos, y me paro detrás de la esquina para espiar lo que está rebuscando el intruso, aun sabiendo que soy yo.

Está en la cocina.

Cojo todo él aire que puedo, suspiro, y entro en acción.

Estoy en posición defensiva mientras miro a todos los lados, mas no veo nada.

Entonces me doy cuenta de que Ethan sabe muchas mas técnicas de lucha que antes, es parecido a un ninja.

Es decir, todo lo que el sabia sobre de como pelear se lo había enseñado yo, por lo que llego a la conclusión de que, además de haberlo volvido loco, lo han enseñado a matar y a ser invisible ante el hombre mas observador.

Asustada, agarro una sartén y me vuelvo para ver si está en el pasillo.

Voy andando con lentitud y con la sartén en alto como si fuese una espada láser de la guerra de las galaxias, esperando a ver el mas mínimo movimiento entre la oscuridad, mas mis ojos no perciben nada.

Suelto todo el aire que había estado aguantando todo el tiempo desde no se cuando, y noto unas manos asfixiarme.

Agarro los brazos de mi agresor, y al girarle veo que es Ethan.

No me extraña.

Por el susto tiro la sartén, que al caer hace un estruendoso ruido.

Voy a cogerla pero Ethan le pega una patada y la manda aun mas lejos, y, asustada, retrodezco hasta chocar contra la pared mientras veo como Ethan se aproxima hacia mi.

Es entonces, cuando harta ya de tenerle miedo me tiro hacia él y con mis largas uñas araño su cara mientras grito toda la furia que he aguantado durante tantas semanas encerrada aquí.

Ethan logra tirarme al suelo, coge su daga e intenta clavármela en él pecho, pero yo me aparto y salgo corriendo a gatas para coger la sartén, pero Ethan me coge de los tobillos y me tira hacia si.

Yo me vuelvo e intento pegarle una patada, es entonces cuando Ethan agarra mi tobillo y lo tuerce con brusquedad.

Grito y chillo, mas no poder hacer nada me frustra y mis fuerzas me van abandonando poco a poco.

Pero no, no perderé otra vez él sentido.

Yo no soy débil, soy fuerte y valiente.

Repite una y otra vez mi voz interior.

Es entonces cuando, con las escasas fuerzas que tiene mi cuerpo, agarro la sartén y le asesto en la cabeza lo más fuerte que mis brazos me permiten.







La Chica De Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora