Capítulo 27; vieja amistad.

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Mis párpados se abren y se cierran con lentitud.

Cada vez puedo observar mejor lo que me rodea.

¿Que es lo que siento?

No se si todo esto es solo un sueño, en todo caso una pesadilla, pero me niego a que aquella persona que estuvo junto a mi en mis momentos mas difíciles y también en los más felices me halla condenado a la mas mísera muerte.

Al fin dejo de pensar en sandeces y observo detenidamente mi alrededor.

Puedo oír la lluvia, más no sentirla, puedo escuchar él ulular de los búhos en él anochecer, él cantar de los pájaros y él murmullo del viento al chocar contra las frondosas ramas de los arboles, más mi garganta está seca que no puedo cantar junto a mi amada naturaleza.
Huelo la madera mojada, mas yo no lo estoy, puesto que un techo me protege y unas sábanas dan calor a mi cuerpo en estado de hipotermia.

- Menos mal que despertaste, pequeña.- giro mi rostro buscando el causante de todo esto, espetando una respuesta válida, mas no veo nada.

- ¿Me buscabas?- repite esa voz saliendo de las sombras y con la mirada de una pantera gigante observando a su pequeño manjar.

- ¡Ethan! No cometas estupideces y sueltamente, no se lo que te han echo, pero podemos buscar a nuestras familias juntos...
Solo unete a los rebeldes y se hará la libertad... - callo al ver como negra con la cabeza.

- Esos son unos malditos traidores, pero tu eres tan inocente que no te das cuenta de lo equivocada que estás - voy a hablar pero me interrumpe.
- ¿ Quien cuidó de tu madre y tu hermana mientras tu estabas a las afueras?
¿Quien te acunó cuando murió nuestros padres y quien ayudaba a alimentar a tu familia?- espeta furioso, y al instante me siento confusa.

- No entiendo... ¿Sabes dónde está Invi y mi madre?- pregunto, no obstante quiero aclarar mis dudas.

- Claro que se donde están, y tranquila, vieja amiga, no están muy lejos de adonde te voy a llevar.

Noto como mi rostro se ilumina y con todas las fuerzas que tengo me levanto para acercarme a él.

- ¿Me llevarás junto a ellas?- pregunto con la nítida esperanza de que asienta, mas me desilusiono al ver que niega sonriente.

- Solo si te portas bien- dice con una sonrisa burlona.

Por un momento puedo ver sus ojos azul océano, mas han cambiado.

A lo mejor me volví paranoica con tanto estrés y sufrimiento, pero en ese iris ya no queda ningún brillo en sus ojos al verme, ningún sufrimiento, ninguna ilusión...

Y es entonces cuando me pregunto;

¿Que le han hecho a mi mejor amigo?

Y lo más importante;

¿Volverá a ser como antes?

Su voz hace que vuelva otra vez a la realidad.

- Nos quedaremos en esta cabaña un par de días, las suficientes como para que te recuperes de tu hipotermia, y ahora como, no vaya a ser que te mueras de hambre.- le miro incrédula y no puedo evitar soltar la pregunta en la que pensaba con tal mismo instante y que, sin saber porqué, me hacía feliz.

-¿ Aún me recuerdas?
¿Aun intentas cuidarme y protegerme? - digo con la pequeña esperanza de que todo vuelva a ser como antes.

Pero claro, estoy errada, pues ya nada volverá a ser como antes.

La Chica De Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora