Nudes boy

Nineteen; lucky jacket

Nineteen;
lucky jacket

No habíamos hablado en todo el camino hasta mi casa. El auto estaba en silencio, y hasta que estacionó frente a mi casa pude verlo. Su rostro estaba sereno, pero más que eso, se veía enfadado. Entendí la razón, no es como si fuera estúpida. ¿A quién le gustaría ver a su novia con un chico al que apenas conoce de lejos? Pero lo que yo creía era que deberíamos hablar respecto a eso, porque nada pasó.

-Will-suspiré-, no te preocupes.

Dio un respingo y giró a verme. Mordió su labio, deslizó su dedo por encima del volante y luego mostró una pequeña sonrisa.

-Debo parecer un idiota celoso.

Me reí y acerqué mi mano hasta posarla encima suya y entrelazar nuestros dedos. Levantó su avergonzada cara hasta conectar sus ojos con los míos. Esos bellísimos cristales azules parecían tan intensos que creí me atravesarían.

-Te quiero.

-Me siento más aliviado-relajó sus hombros. Se acercó y depositó un tierno beso en mis labios para luego hacer un ademán hacia la dirección donde estaba mi casa. La luz de la cocina estaba encendida, por lo que entendí que mi madre había llevado más temprano. Con un último apretón en su mano, salí del auto y me despedí. Caminé por el patio trasero y en cuánto abrí la puerta, escuché el motor encenderse y arrancar.

Entré a casa y me tiré en el sofá.

Quizá Will estaba aliviado, pero yo no. Había podido arreglar las cosas con Ian, pero no me sentía bien. Imaginaba que tenía las manos sucias y que había hecho una de las peores cosas. ¿Por qué no sentía lo mismo con Will que cuando estuve con Ian? Se supondría que con él debía sentirme mejor, emocionada, feliz. No con Ian.

Recordé lo que llevaba puesto encima, y me deshice de la chaqueta como si estuviera en llamas. No me acordé de haberla llevado puesta. Mis mejillas se encendieron en cuánto me pregunté si Will la había visto. Claro que sí, él no es ciego, amor, me respondió mi consciencia.

Bufé y despeiné mi cabello en un intento desesperado por olvidar por un segundo todo lo que había pasado.

-¿Estás bien, cielo?

Volteé a ver a mi madre. Tenía la blusa blanca que había llevado de trabajo con las mangas estiradas para arriba, se había quitado la falda larga por unos pantalones sencillos de mezclilla e iba en calcetines. En su mano tenía un sartén.

Asentí y me levanté para caminar hasta donde ella estaba. Vi que cocinaba panqueques.

-Sí, sólo estoy cansada.

-¿Te trajo Will?-intentó asomarse por la ventana como si allí estuviera el rubio saludando con una enorme sonrisa blanca-¿Por qué no lo invitaste a pasar?

-Ya es tarde, mamá-respondí rodando los ojos-. Además, yo quiero esos para mí sola-señalé el sartén.

Me dedicó una mirada de reproche pero luego sonrió. Le ayudé a preparar la cena y comimos juntas hablando de cosas sobre su trabajo, mi escuela, cómo lo había pasado estos días y acerca de cosas carecientes de sentido. Al final, yo lavé los platos para que ella pudiese ir a dormir antes.

Mientras metía mis manos en el agua con espuma, tarareaba canciones que me llegaban a la mente y procuraba no picarme con los tenedores.

Terminé, apagué las luces y me fui hasta mi habitación. Dejé la chaqueta de Ian cerca de mi cama y me quité el vestido para ponerme una pijama. Salté a mi cama y tomé el celular de mi buró que tenía la luz blanca parpadeando, lo que significaba una notificación. Me llevé las cobijas hasta arriba y miré el nuevo mensaje.

Nudes boy
09:48 pm
De seguro no le agradé a tu novio

Reí en medio de la oscuridad y procuré disminuirle el brillo a la pantalla debido a que entornaba mis ojos como pasas.

Yo
10:08 pm
No sabría decirte

Decidí esperar a ver si me respondía, y lo hizo poco tiempo después.

Nudes boy
10:10 pm
No importa, a mi me gustó verte ;)

Yo
10:11 pm
Oye, te has olvidado tu chaqueta conmigo

Miré la chaqueta estirada en la silla de escritorio. Brillaba en la oscuridad debido al reflejo de la luz de afuera en la piel.

Nudes boy
10:11 pm
Como cambias de tema tan pronto :(

Nudes boy
10:12 pm
Cuídala mucho, que es mi favorita de buena suerte

Yo
10:12 pm
¿No la quieres de vuelta?

Mis ojos empezaban a cerrarse, así que dejé el celular fuera de la cama y abracé mi almohada. Si tenía suerte, Ian sabría que ya estaba dormida ya que no contestaría. Solté un suspiro y pocos segundos después, caí rendida.

///

-Diablos, no.

Mi madre había llamado al trabajo para tomarse el día libre y así pasar más tiempo juntas este fin de semana. Pero el hecho de desayunar fuera no me gustaba, porque... ¡Vamos! Bañarse, cambiarse, peinarse, y todavía buscar un restaurante bueno era muy fastidioso. Era mejor desayunar en casa donde nadie se enteraba que aún estabas en pijama.

Mi madre se balanceó recargada en la puerta e hizo una mueca.

-¿Por qué no?

-Hace flojera.

-Tú siempre tienes flojera.

-Si no fuese así, dejaría de llamarme Calíope.

Soltó un resoplido y empezó a bajar las escaleras arrastrando sus pantunflas. Apenas iba a tirarme de nuevo en la cama cuando la escuché gritar:

-¡Por eso no tienes amigos!

-¡Al diablo los amigos si eso conlleva alejarme de mi cama!-contesté riéndome junto con ella.

Quizá no tenía muchos amigos, sólo Lía y Dylan. Si Ian encajaba en esa categoría, también. Al igual que Will. Tal vez los contara con una sola mano pero eran suficientes, y ya me sentía bien así.

Cerré la puerta de mi habitación y me senté a la orilla de la cama para tomar mi celular y ver la bandeja de mensajes. El último era de Ian.

Nudes boy
10:13 am
Esa chaqueta es un seguro para volverte a ver

Nudes boy
10:13 am
¿Ya viste? Chaqueta de la suerte ;)

Sonreí y preparé mis dedos para empezar a teclear.

Yo
10:13 am
Tu suerte me sorprende