Eighteen;
don't let me sinkIan
Calí dejó de hablar.
Fue como si le hubiera oprimido un botón o algo, porque cerró su boca en todo el camino calle abajo. Incluso me ponía nervioso al tenerla a mi lado tan callada. Tan sólo veía por la ventana y se agarraba de vez en cuando de su asiento clavando sus uñas, fue solamente en las ocasiones que aceleraba para sacarle siquiera una palabra. Pero no habló.
Hice una mueca.
Ella definitivamente estaba enojada conmigo; no vas por ahí golpeando a la gente porque sí. Haber hablado en el parque y haberle dicho la verdad quizá no fue buena idea. Pero era la realidad, yo quería algo bueno para Calí y yo no era parte de eso. Conmigo nada era bueno. Quería una sonrisa en el rostro de esa chica, aunque no fuera yo quien la provocara.
Recordé al chico del cine. El mismo que la tomó de la mano para adentrarla a la sala. Me pregunté si estaría en la línea final o buscando a Calí. Dudaba que hubiera llegado ahí sola.
Cuando vi el montón de gente acumulada en la intersección de una calle con otra, supe de inmediato que era el final. Cualquiera pensaría que pisé el freno para bajar y recibir sonrisas y palmadas en la espalda de otros, pero no fue así. Al contrario, aceleré y despejé el camino de más personas que al verme avanzar más, se retiraron al instante. Sentí a Calí tensarse y mirar hacia atrás estirando su cinturón.
—¿Qué haces?—preguntó alzando su voz.
—Lo siento—ignoré si me veía o no, yo tan sólo me mantuve viendo la calle repleta de autos—. De verdad, lo lamento, Calí. Quiero ser tu amigo—apreté mis labios—, pero no puedo. No me lo perdonaría si yo echara a perder tu futuro.
—¿De qué hablas?
La vi de reojo. Tenía su vista fija en mí, con los ojos brillosos ante las luces traseras de los autos delante nuestro.
Tomé aire.
—¿No ves lo que hago? Me ganaba la vida corriendo ilegalmente, en este momento gano dinero jugando al billar o apuestas—reí sin ganas—. Nada parecido a tu mundo, princesa.
Volvió a mantenerse en silencio.
Así estuvimos unas cuantas cuadras más. No respeté ninguna luz roja, pero ninguna patrulla nos siguió en ningún momento. Eso me dio igual, pero por lo que veía relajaba un poco a la muchacha castaña a mi lado.
—Detente.
Obedecí y detuve el auto en la orilla. Al lado, había un callejón vacío donde los edificios echaban la basura allí para ser recogida. Calí me pidió en silencio abrirle su puerta, y apreté un botón de mi tablero para que su seguro se quitara. Ambos bajamos del auto y caminamos en silencio al callejón, sentándonos en el suelo. Había metido el auto un poco s la acera y a la entrada del callejón para que no lograra distinguirse mucho en la oscuridad.
Calí abrazaba sus piernas. Me di cuenta que tenía frío con ese vestido tan bonito que llevaba. Parecía una niña.
Le tendí mi chamarra y se la puso son chistar, tratando de no tiritear sus dientes. Estiré mis piernas en el suelo.
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Nudes boy
RomanceDesconocido 12:32 am Ashley, mandame nudes ;) Yo 12:33 am Te has equivocado de número, amigo. Desconocido 12:35 am Mierda #138 [10/05/16] en romance, sólo imagina que tiene el primer uno, déjame disfrutar ser primer lugar en mi imaginación y seamos...