Parte 14 - Monstruo.

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El viaje hasta la casa del rubio fue demasiado silencioso. Él no solía hablar demasiado cuando manejaba, y mi cabeza trabajaba a mil por hora pensando cómo le diría que el que le causaba problemas a Chloe era su mejor amigo.

Lo único que se escuchaba era el ruido del auto y la música de la radio. A Jason le gustaba la música lenta, y eso sumado al color gris del día resultaba en un sentimiento de nostalgia en mi interior que me ponía algo nerviosa. Yo quería estar en otro lugar, quizás con él, pero en otro lado.

Jason estacionó el auto frente a una casa de dos pisos. No era enorme, pero tenía lo suyo. Tenía una cochera cerrada, ladrillos a la vista y tejas rojas. Me sonrió antes de bajar del auto y tomó mi mano cuando nos dirigimos a la entrada. Yo no sentía nervios por conocer a su mamá, después de todo, ella debería ser la versión femenina de Jason. Lo que de verdad me asustaba era su reacción. Seth nos había engañado a todos, imaginaba que Jay sería capaz de matarlo.

El interior de la casa era amplio, pero acogedor. La sala tenía lo esencial: un televisor, algunos sillones y un sofá frente a él. Una mesa ratona con cuadros y adornos. Al fondo una escalera que llevaba al primer piso y debajo de ésta, una mesa larga con más fotografías y adornos. Un enorme espejo colgaba de la pared al igual que algunas pinturas y más fotografías. Había una del rubio de bebé, y otra de él con una niña, supuse que era su hermana. Me quedé viéndola unos segundos, pensando por qué yo le recordaba a ella si ella era muchísimo más hermosa que yo. Tampoco entendía por qué fue capaz de darle un final a su vida. Ser la hermana de la persona más hermosa del mundo no debió haber sido tan malo. Jason rodeó mi cintura por detrás con sus brazos y apoyó sus manos sobre mi estómago y su cabeza sobre mis hombros.

-Esa era mi hermana -me susurró al oído, confirmando mis sospechas.

-Lo supuse. Era hermosa. Tienen el mismo color de ojos.

-Sí, pero los de ella brillaban más.

Él permaneció unos minutos en silencio, supuse que estaba recordando todo lo que había vivido con su hermana. Luego me soltó y dijo que iría a buscar a su madre, y subió la escalera.

A mí me encantaba mirar fotografías, y más aún si se trataba de personas cuando eran bebés, así que me acerqué a la mesa y comencé a tomar los cuadros uno por uno.

En uno, Jay y su mamá estaban en una playa. Ella era una mujer hermosa, de cabello rubio y sonrisa amable, que me tranquilizaba. En otra, nuevamente Jason con su hermana, pero esta vez ya eran más grandes, él tenía el cabello negro. Sonreí. Algunas más de su madre y su hermana, otras de él en su graduación, de su mamá embarazada, de la familia completa, hasta que llegué a una que no solo me sorprendió. Me asustó.

Jason estaba abrazado a un hombre, ambos vestían trajes. El hombre se parecía mucho a él, y yo lo conocía de algún lado. Era el rector de la Universidad.

"-Oh, vamos, Chloe, no seas ridícula. Tenemos que decírselo al rector.

-No hará nada.

-¿Cómo lo sabes?

-El hijo del rector es uno de ellos.

-¿Quién es el hijo del rector?

La situación me estaba desesperando, ella no me miraba, parecía un zombie.

Hizo una pausa, un silencio.

-No lo conoces.."

"Me amenazan. La primera vez fue para que dejara de meterme con uno de ellos, porque es un imbécil y lo detesto, entonces sus esclavitos me golpean para que deje de molestarlo."

Cicatrices (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora