Parte 24 - Felicidad.

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-¿A dónde crees que vas? -preguntó una voz a mis espaldas antes de que comenzara a bajar las escaleras.

-¿Qué pasa, Chloe?

-¿Estás enojada conmigo? -se acomodó la mochila sobre sus hombros y ambas nos sentamos en uno de los escalones.

-No lo sé... es decir, ¿por qué no me dijiste desde el principio que Jason era el que planeaba todo lo que te pasaba?

-Traté de alejarte de él, Liz, pero comenzaron a salir y decidí que la que se alejaría sería yo, pero no puedes decir que no te di pistas. No iba a decirte "Jason lo hace", pensé que sabías que él era el hijo del rector -explicó hablando tan rápido que apenas pude entenderle-. De cualquier forma -continuó calmándose-, él ya no lo hace. Ni él, ni Seth, ahora me ignoran por completo.

-¿Ya no hablas con Jason?

-No, sí hablamos, a veces. Liz, eso de que él se acuesta con muchas chicas y las ve como un número... bueno, no es tan cierto.

Suspiré.

-Ya no importa, Chloe, ya no estoy con él.

-¿No piensas darle otra oportunidad?

Pensé en hacerlo, moría por hacerlo, pero no podía simplemente ir y pedirle que comencemos todo de nuevo. Lo necesitaba demasiado, necesitaba volver a tenerlo cerca, a sentir su piel contra la mía, sus manos, sus labios, necesitaba escuchar su voz en todo momento y ver esos perfectos ojos frente a mí, necesitaba recibir sus mensajes de buenos días e irme a dormir con los de buenas noches, pero no podía arriesgarme a retomar las cosas porque a esa altura de las circunstancias, sentía, con mucho temor, que en realidad no conocía a Jason Larson como pensé que lo hacía.

-Si cambia -respondí insegura. No tenía nadie con quien hablar de esto, ya no tenía a Jason para que me escuchara, así que me refugié en la única persona que se preocupaba un poco por mí y estaba cerca en ese momento-. Chloe, tu primo fue un ángel conmigo, ¿sabes? Fue increíble, los meses que pasé con él fueron los mejores de mi vida, no recuerdo un solo momento en el que haya sido tan feliz como lo fui durante estos últimos meses con él, a pesar de todos los problemas que surgían cuando lo tenía cerca.

Ella rió.

-Jason suele acarrear muchos problemas, es cierto.

-Pero es lindo, ¿sabes? No lo digo por eso, lo digo por él. Ahora mismo tengo un nudo en mi cabeza, no sé qué pensar, no sé si buscarlo o dejarlo ir. Tengo miedo de estar con él pero también tengo miedo de no estar, ¿entiendes? Es...

-Complicado -finalizó por mí-. ¿Qué es lo que te detiene?

-Pues... tú -respondí extrañada.

-¿Yo?

-¿Qué es esto, Chloe? ¿Ahora quieres que vuelva con tu primo cuando los primeros días más o menos me prohibías que le hablara?

Ella se acomodó y pensó la respuesta durante unos segundos.

-De acuerdo, Lizzie, mi primo y yo no tenemos la mejor relación del mundo, lo sé, pero él cambió mucho desde que apareciste en su vida. Para serte sincera... desde que comenzaron a estar juntos en serio, se olvidó de mí, y créeme, en mi situación, eso es lo mejor que me podía haber pasado.

-¿Quieres que vuelva con él porque te sientes más segura así? -pregunté sonando bastante irónica, al final todo se reducía a eso, a que cada uno se preocupara por su propio trasero.

-Eso no es lo que quiero decir.

-¿Entonces qué?

-¡Demonios, Lizzie, él te ama! -exclamó. Agradecí que todos los estudiantes estuvieran en sus salones porque, de lo contrario, todos habrían volteado a verla-. Jason es muy intenso en todo lo que hace, cuando odia, odia con todas sus fuerzas, cuando es feliz, es intensamente feliz, cuando se deprime parece que el mundo se viene abajo... y cuando ama, Liz, bueno... nunca lo vi tan preocupado por alguien como lo está por ti.

Cicatrices (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora