Parte 27 - Apuntes.

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La brisa que entraba por la ventana alborotaba tanto las cortinas como mi cabello. Bruno se había ofrecido a cerrarla cuando el viento hizo volar algunas hojas, pero le pedí que no lo hiciera. El frío me encantaba. Por más que las ráfagas golpeaban contra mi cara y mi cuerpo haciéndome temblar levemente, me encantaba esa sensación. Por otro lado no quería estar tan encerrada en el cuarto de estudio de la casa de Bruno, no sólo por mi claustrofobia, sino también por la pequeña desesperación que me invadía al estar sola con él. El hecho de tener algo abierto me hacía tranquilizar, como si pudiera arrojarme por la ventana en caso de comenzar a sentirme incómoda. La mirada de Bruno me pesaba mientras copiaba sus apuntes en mi cuaderno. Él comentaba algunas cosas, me dictaba y aclaraba su letra cuando no entendía. Ambos tratábamos de hacer que el momento fuera lo menos tenso posible, y en cierta forma, logramos mantenerlo así durante varias horas.

-No sabía que regresaron -musitó. Estaba sentado junto a mí y golpeteaba sus dedos contra la mesa.

-¿Quiénes regresaron? -pregunté sin dejar de copiar. Ni siquiera lo miraba, estaba demasiado concentrada en lo que escribía. Eso de hacer dos cosas a la vez no se me daba muy bien.

Mi pregunta, al sonar tan distraída, le provocó una sonrisa.

-Tú y Larson.

El bolígrafo en mi mano se detuvo cuando ese apellido abandonó sus labios. Suspiré y me reacomodé en mi silla para quedar frente a frente con él, pero no me miraba. Sus ojos estaban perdidos entre mis letras.

-Es una larga historia -intenté excusarme. Sabía lo indecisa que estaba pareciendo, un día le decía que no quería ver a Jason, al otro día estaba nuevamente con él. Jay causaba eso, indecisión, confusión, Jay era una enorme bola de incertidumbre, y las cosas eran de una forma sin él, y de otra forma totalmente distinta cuando aparecía. Todo podía cambiar de un momento a otro, él me controlaba y no había nada que pudiera hacer contra eso, sobre todo porque me encantaba que lo hiciera.

-Supongo que descubrieron que sí eran compatibles el uno con el otro, ¿eh? -sonrió con pena y esta vez, sus ojos chocaron con los míos y me miró intensamente. No podía creer que aún recordaba nuestra charla-. No quiero ser molesto -finalizó luego de que permaneciera mirándolo con el ceño fruncido durante unos minutos.

-No lo eres, pero ¿por qué te interesa?

Al parecer la pregunta lo incomodó, porque se puso de pie y se dirigió a la ventana.

-No lo sé, Lizzie. No confío mucho en él. ¿Cuánto tiempo estuvieron separados? Muy poco. Ni siquiera pudiste pensar las cosas. Él te aborda en los pasillos, te pide para hablar, arman un escándalo que compromete a Bloom y luego de eso, estás con él de nuevo. ¿Te obligó a hacerlo?

-Claro que no.

-Solo cambiaste muy rápido de opinión -comentó, aunque sonaba más como un pensamiento en voz alta-. ¿Sabes? No necesitas hacer todo lo que te diga. Sé que eres mejor que eso...

-Bruno -lo interrumpí. Comenzaba a ponerme nerviosa. Me puse de pie y caminé hacia él-. Él no me obligó a nada. Créeme, nadie me obliga a hacer nada. Todo lo que hago es porque quiero hacerlo. Sé que las cosas fueron rápidas, pero conozco a Jason, estuve más tiempo con él del que estuve sin él, y lo quiero, soy fuerte cuando está conmigo.

-Hasta donde sé, ese chico solo trae problemas cuando anda cerca.

-Créeme que tengo más problemas cuando no está.

-Es que siento que estás con él por miedo a algo.

-Te equivocas.

-Quizás, Lizzie, y eso espero.

Cicatrices (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora