Capítulo 3

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-¿Vienes o qué?- Clo agita su mano delante de mi cara
-¿Eh?- digo confundida
-¿Qué coño te pasa?- ríe
-Nada, sólo he dormido mal- digo crujiendome los dedos de la mano derecha
-Aaah, bueno, ¿vienes o no?-
-No puedo- contesto resignada
-¿Por?- pregunta muy extrañada
-El de biología, que quiere hablar conmigo y me ha dicho que me quede, ahora vendrá- resoplo
-Pues vaya- se acerca a mi- entonces, nos vemos luego, que voy a ver a Ivanna- me abraza
-Suerte gatita- río y extiendo la mano a modo de garra
-Grrr- gruñe y volvemos a reír ambas, con esto, sale del aula y yo me quedo sentada en mi sitio con la mochila encima de la mesa.

Mientras espero a que venga, saco el libro de física y química, y me pongo a hacer los dos ejercicios que ha mandado la profesora.

Son bastante sencillos, la verdad, ya he acabado, guardo mi libro, cierro la mochila y entra Cristian, me ha hecho perder diez minutos de mi vida y de mi recreo a lo tonto.

-Hola Becca- se acerca a mi
-Hola- contesto seria.

Se sienta en la mesa de al lado con su cuerpo en mi dirección, yo me giro también quedando cara a cara.

-Tu dirás- me cruzo de brazos
-¿Va todo bien en casa?- apoya las palmas de sus manos en la mesa
-Si, claro- digo extrañada
-¿Tienes novio?- vale, esto si que es raro, vale que de alguna manera, me gusta que se preocupe por mi, pero no deja de ser raro
-No- contesto confundida
-Entonces... ¿Por qué has escrito eso en tu cuaderno?- se inclina hacia mi, y eso hace que me ponga muy nerviosa. Aún más.

Teniéndole tan cerca de mi, no puedo evitar analizar su rostro en unos milisegundos.

Ojos marrones, como bien pude darme cuenta el primer día, sus gafas de pasta negra, se deslizan por el puente de su nariz, y sus labios, unos labios rosados muy bien hechos, apetecibles, la verdad.

-Es la letra de un rap que me gusta- consigo decir en un hilo de voz
-Ya...- dice nada convencido
-No me crees ¿verdad?- enarco una ceja- el rap se llama La bella y la bestia, es de Porta y Norykko, va sobre la violencia de género- me mira perplejo
-Pareces muy segura- sonríe
-No estoy mintiendo- digo seria
-Hablemos de tus notas- pero ¿qué cojones...? Admiro la capacidad de este tío para cambiar de tema con tantísima rapidez y agilidad.
- Si ni hemos empezado a mirar los libro en otras asignaturas, sólo hemos hecho las pruebas de nivel, y ni siquiera todas- río un poco
-¿Por qué has cogido biología?- se apoya en su codo derecho, de nuevo cambiamos de tema
-Odio plástica- me cruzo de brazos
-¿En serio? ¿Solo por eso?- parece... ¿Molesto?
-A ver, lógicamente no- pauso- la asignatura en varios aspectos, me parece interesante, en general, está bien- y parece que con eso se relaja.

Pasa el rato, y la verdad, a pesar de que Cristian, parece bastante serio, lo es, pero es muy amable. No quiero que se acabe este recreo, estoy muy a gusto con el.

Mira su reloj, y yo repito el mismo gesto, a penas quedan dos minutos para que suene el timbre y el recreo se acabe.

-¿Qué tienes ahora?-
-Tecnología- miro mi horario
-¿Te importaría saltartela?-
-A mi no- río levemente- pero una falta es una falta- suspiro resignada
-Te la justifico, hablo yo con la profesora, Sole, y ya está- sonríe
-Vale- sonrío yo también
-Anda ven, vamos a tomar algo- me levanto, el repite el gesto y salimos del aula.

*****




-¿Tomas café?- dice levantándose
-Si-
-¿Cuál?-
-Capuccino-
-Buena elección- sonríe
-Lo se- reímos ambos.

Sale de la sala en la que estamos y yo me quedo sentada con la mochila a mi lado.

Me siento rara, eso no quiere decir que me sienta mal con el, de hecho, todo lo contrario, me siento estupendamente, pero no se, creo sentir un tipo de extraña atracción hacia el.

No debería ser así, es mi profesor de biología, y mi tutor.

Sigo en la sala de profesores esperando a Cristian, saco mi cuaderno y me pongo a mirar todas las letras de las canciones que voy escribiendo ahí cuando me aburro. Sigo escribiendo, hasta que aparece en la sala, Paloma, la jefa de estudios del instituto.

-¿Qué haces tu aquí?- me dedica una mirada déspota.

Esta mujer y yo, nunca nos hemos llevado bien, es la madre de Irene, una compañera con la que tampoco ha habido mucho feeling, ni por su parte ni por la mía, simplemente no aguanto a ninguna de las dos. Ni a la madre, ni a la hija.

-Estaba hablando yo con ella- aparece Cristian detrás de ella
-Ah vale- suelta una risa nerviosa- pues me voy-
-Adiós- digo con una sonrisa cínica en mi rostro, ella sólo me mira mal y Cristian intenta no reír.

Finalmente, desaparece de la sala. Cristian se acerca a la mesa, se sienta en la silla en la que estaba sentado anteriormente y me da mi vaso de café, automáticamente cierro mi cuaderno, y lo guardo por si acaso para que no se me manche.

-Gracias- sonrío y me dispongo a tomar un sorbo
-Nada-
-Luego te lo pago, lo prometo- digo abriendo la mochila, pone su mano sobre la mía y me detiene
-No- cierra mi mochila- te invito yo y no acepto un no por respuesta-
-Vale, si tu lo dices- ambos reímos de nuevo.

*****







-Te quedan diez minutos para la penúltima hora- mira el reloj que hay en la pared de la sala
-Si- suspiro
-¿Qué te toca ahora?-
-Informática creo- miro mi horario y lo confirmo- si, con Matías- sonrío
-Creo que no ha venido- pasa la mano por su escasa barba
-¿En serio?- digo ilusionada, como una niña de seis años en una tienda de caramelos, a lo que el ríe
-Si-
-¿Entonces podemos irnos antes no?-
-Al ser una quinta hora no- dice con cara de disculpa
-¿Podrías hacer tu la guardia no?- repito ilusionada
-¿Quieres que haga yo la guardia?- me dice con una voz... ¿Seductora? Bah serán imaginaciones mías
-Estaría bien- sonrío tímida
-Bueno, pues entonces, voy a ver si puedo-
-Vale- estoy segura de que ahora estaré roja como un puto tomate.

*****


-El de informática no viene- digo al grupo
-Esto de tener varias optativas juntas está bien- dice Saúl
-La verdad es que si- Juan le da la razón
-Becca- me llaman Clo y Montse
-Que- me giro hacia ellas
-¿Has visto a Marta?- dice Montse
-Estaba con Ivanna creo, a ver, me ha parecido verla con ella, que igual resulta que no-
-Becca tiene razón, estaba con Ivi- dice Clo
-Hija mía que enamorada estás- le dice Montse
-Es verdad te brillan los ojitos cuando hablas de ella- le guiño un ojo
-Vamos a hacer los 6 meses ya- dice ilusionada
-Que bien- decimos Montse y yo al unísono
-Cambiando de tema- dice Juan, quien junto con Saúl habían estado escuchándolo todo- Becca, ¿cómo sabes que no viene el de informática?- pregunta extrañado
-Cuando el de biología me ha dicho que me quede, hemos estado hablando y me ha dicho que no ha venido, pero que al ser quinta hora tampoco nos podíamos ir- digo esto último resignada
-Aaah, por eso te has saltado tecnología...- Montse enarca una ceja y me dedica una especie de sonrisa que quiere decir 'perra aquí hay gato encerrado' en otras palabras, me someterá a un interrogatorio, como hace siempre.

Así que puestos a no poder retrasar lo inevitable, decido hacerme la loca como que no se de que está hablando, que tampoco es del todo mentira, sinceramente.

-¿Eh?- digo confundida
-Venga chicos, a clase, que falta vuestro profesor y voy a hacer yo la guardia- oigo esa voz a mi espalda, que tanto me gusta, la de Cristian.

Me giro y le veo sonriendo, me vuelvo a dar la vuelta, y el me empuja suavemente hacia el interior del aula con su mano derecha en la parte baja de mi espalda, casi rozando mi trasero.

Ante esto, me siento extraña, pero tampoco me siento mal, simplemente estoy notando como el calor se acumula en mis mejillas haciendo evidente mi nerviosismo ante su tacto.

Incluso se me olvida el pequeño detalle de que Montse sigue a mi lado mirándome intuyendo varias cosas, está loca, es mi amiga, pero está loca, y antes de que saque conclusiones precipitadas tendré que contarle que no ha pasado, ni pasa, ni pasará nada.

-Tu tienes algo que contarme- pone cara pícara, nos dirigimos a nuestros sitios y nos sentamos.

Lo que me temía.

Interrogatorio al canto.

Lo Imposible No ExisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora