Capítulo 16

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Ahora nos toca informática, por lo tanto, estamos todos excepto Alan, Iñaki e Ivanna.

Que no esté la novia de mi amiga, me tranquiliza, porque estaba viendo a Cloe muy nerviosa.

-Vamos a hablar con Cloe- me insta Montse a lo que yo asiento.

La de gafas se encuentra ahora mismo hablando con Fran y apartándole la mirada a Aurora.

-Cloe, ¿puedes venir?- pregunto con una sonrisa, ella asiente y viene.

Se nos queda mirando y nosotras a ella también.

-Clo, ¿qué te pasa?- pregunto amablemente
-¿A mi? Nada- contesta extrañada
-Es que con Ivanna estás rara, y cuando se ha acercado Aurora, te has puesto más nerviosa todavía- aclara la de mechas rosas
-Es que el domingo pasó algo gordo, pero por favor, no se lo digáis a nadie- nos pide
-No te preocupes- le regalo una sonrisa para que se calme
-Anda, cuentanos, no puede ser tan malo- dice Montse
-Veréis, el domingo, estaba con unos amigos y bebí, bebí muchísimo- nos relata- bueno, pues como estábamos en la calle, empezamos a seguir caminando, y me encontré a Aurora- nos vamos sorprendiendo por momentos- el caso es que las dos íbamos muy borrachas y nos acabamos liando- la miramos atónitas- lo peor de todo, es que no me arrepiento- nos mira esperando una respuesta
-Pero, entonces, Ivanna y tu, seguís juntas ¿no?- pregunta Montse y Cloe asiente
-¿Tu quieres algo con Aurora?- pregunto yo sin irme por las ramas
-No, como pareja no- se sincera la del pelo oscuro
-Cloe, por lo que yo recuerdo, a ti te gustaba Claudia, pero apareció Ivanna y como que te olvidaste un poquito ¿no?- recuerdo hechos de hace tiempo
-Pues si, pero ahora que me he liado con Aurora, aunque yo quiero a Ivanna... Me sigue gustando Claudia-
-A Ivanna le tienes cariño y se que durante un periodo de tiempo, la has querido, pero tus sentimientos hacia Claudia todavía siguen ahí- intento aconsejarla
-Joder Becca, tu para psicóloga- dice Montse a lo que Cloe ríe
-Pero tienes razón- admite Cloe- voy a romper con Ivanna-







******







Ahora mismo, estoy en ese momento en el que quiero que sea la hora de irme para poder dormir.

-Por hoy, no mando deberes- aclara Sole, la profesora de tecnología
-Bieeen- se oye por toda la clase.

Todos recogemos rápidamente y salimos del aula.

Llego a casa y me encuentro de nuevo a mi hermano y mi cuñada.

-Hola chicos- saludo- ¿y papá?- pregunto dirigiéndome a César
-Se ha tenido que ir rápido al trabajo, vendrá luego-
-Becca- llama Elena mi atención, me giro para que prosiga- hoy es cuando he quedado con mis amigas, luego vamos ¿vale?- comenta con una sonrisa a lo que yo asiento.

Me voy a hacer los pocos deberes que tengo, e inmediatamente después de acabar, me cambio de ropa.

No puedo conocer a las amigas de mi cuñada con el uniforme del instituto.

Opto por unos vaqueros azul marino, una camiseta del mismo color y un cardigan blanco con rayas azul marino.

Cuando termino de arreglarme, me despido de César, y Elena y yo nos vamos hacia el centro que es donde dice que ha quedado.

Por el camino, vamos riendo, hablando de diversos temas, hasta que llegamos a la cafetería.

Entramos e inmediatamente dos chicas, una rubia, y otra con mechas californianas, llaman la atención de Elena y por tanto la mía, agitando su mano.

-Chicas- dice Elena ilusionada dándoles un abrazo.

Ahí es cuando me he dado cuenta de que la que es rubia, está embarazada, y de varios meses.

-Bueno, ella es Becca, mi cuñada- me presenta, la chica de mechas se acerca y me da dos besos
-Soy Begoña, encantada-
-Igualmente- le sonrío y se me acerca la otra chica
-Soy Silvia, encantada también- ambas reímos
-Lo mismo digo- vuelvo a sonreír y nos sentamos de nuevo.







******







-Silvia, ¿dónde has estado estos días?- pregunta Begoña con curiosidad
-Eso, que no te hemos visto ni nada- comenta Elena
-Estuve en Sevilla- mira sus uñas
-¿Fuiste a ver a tus padres?- cuestiona Begoña
-Si, y así también darles la noticia de que me voy a casar- comenta Silvia mostrando su anillo en su pálido y delgado dedo anular
-¿Te casarás cuando hayas dado a luz o antes?- pregunto con una sonrisa
-Me caso estando embarazada- sonríe acariciando su muy abultado vientre- mi chico está mejor últimamente que ha conseguido un trabajo de profesor- vuelve a sonreír
-En el Marqués Alameda ¿no?- pregunta Begoña inclinándose hacia ella
-Ese es mi instituto- confieso sorprendida- ¿de qué es profesor?-
-De ciencias- contesta Elena cortando a Silvia, a lo que Begoña y yo la miramos extrañadas -¿qué? Su prometido es mi primo- se encoge de hombros y yo me sorprendo ante su comentario
-De esa asignatura han venido unos cuantos nuevos, bueno, han venido bastantes nuevos en general, igual lo conozco- doy un sorbo a mi Nestea, al igual que Elena y Begoña, que hablan de cosas suyas
-Se llama Cristian Galarza- sonríe- ¿le conoces?- pregunta ilusionada
-Es mi tutor- digo mirando a un punto fijo sin saber cómo reaccionar.

Hay unos 23 grados dentro de la cafetería en la que estamos.

Pues yo siento como si de golpe hubieran bajado el termostato a -10 grados.

Porque me he quedado helada con eso.

Siento frío, pero no un frío físico, un frío interior.

Me ha engañado.

Cristian me han engañado y yo he caído como una imbécil.

Se va a casar.

Va a ser padre.

He sido un juego para él.

Una diversión, una distracción.

¿Por qué soy tan imbécil?

¿Cómo he podido caer en sus redes?

En su momento lo pensé y ese pensamiento tardó mucho en irse de mi mente.

Un adulto de treinta y algo de años, no se fija en una adolescente que no llega ni a los dieciocho.

Las lágrimas se acumulan en mis ojos, me invento una tonta excusa y me voy al baño.

Entro, y me apoyo en la pila de mármol con ambas manos, para después seguir llorando.

Elena aparece detrás de mi y me rodea con su brazo.

-Becca, ¿estás bien?- me pregunta ligeramente preocupada
-No. Me ha engañado, Elena, me ha engañado- sollozo en su hombro.

Le odio.

Lo Imposible No ExisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora