Capítulo 32

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Ha pasado una semana desde que discutimos y todavía sigo sin saber exactamente porque discutimos.

Ahora voy camino de casa de Laura donde me esperan ella y Elena.

Llego al edificio y subo a casa de la morena.

Me abre Elena, le beso ambas de sus mejillas y entro.

Oigo a David llorar y a Laura ponerse de los nervios.

Me acerco a ella y veo lo frustrada que está en este momento.

-David, si no me cuentas que te pasa no puedo ayudarte- dice mi amiga exasperada y la rubia y yo reímos
-Lau que es un bebé, no te va a hablar- interviene mi cuñada al borde de la risa
-¿Me dejas?- pregunto acercándome al pequeñín, Laura asiente y me lo entrega.

Lo cojo con suavidad y cuidado, y lo voy meciendo poco a poco hasta que se queda dormidito.

Lau suspira de alivio y lentamente con muchísimo cuidado lo dejamos en la cuna y lo tapamos.

Cerramos la puerta de su cuarto y nos sentamos las tres en el sofá marrón.

-Mi primo dice que te vieron con otro chico- suelta Elena en medio de la conversación con un tono algo repelente
-¿Cuándo?- pregunto molesta. A eso se referiría Cristian, supongo
-El martes- enfoca sus ojos marrones en los míos
-Pero si el martes quedó con nosotras- comenta pensativa Laura -¿no sería Kyle con quién te vieron?-
-En la mañana estuve en la universidad y solo estuve con Ruth- digo recordando -y luego al único al que me encontré fue a Kyle- le doy la razón a la morena
-Joder. Mi primo es gilipollas- mi cuñada se lleva una mano a la frente mientras niega con la cabeza
-¿Quién es Ruth?- pregunta Laura
-Una amiga de clase, es muy maja, ya os la presentaré- sonrío y ellas hacen lo mismo.






*****






Otra vez estamos en la cafetería la castaña clara y yo.

-Entonces, ¿me estas diciendo que habéis discutido porque dice que te vieron con otro tío que resulta que es gay?- la cara de Ruth es de asombro pero a la vez de querer reírse
-Si- me encojo de hombros
-¿Y quién te vio?- cuestiona extrañada -Eso es lo que no se- repito la acción anterior.

Damos por zanjado el tema y seguimos hablando de cosas sin sentido.

Se nos acerca Aitor junto a otro chico rubio.

-Hola chicas- saluda el castaño guiñándole un ojo a mi amiga de los ojos verde oscuro
-Hola- le devuelve coqueta el saludo
-Hola Aitor- saludo simple
-El es Joaquín- señala al rubio
-Hola chicas- saluda el susodicho
-Yo soy Ruth y ella es Becca- nos presenta mi amiga y el chico asiente mirándome de manera coqueta o eso parece.

Aitor nos mira a los tres y procede a hablar.

-Va chicas, veníos con nosotros a la mesa- intenta convencernos
-Venga va- contesto yo por Ruth.

Quien se encuentra babeando por el castaño y a la vez deseando ir a la famosa mesa.

Cogemos nuestros respectivos bolsos y vamos tras ellos al lugar indicado.

Coge dos sillas y las pone al lado de la mesa.

Donde se encuentran sentados dos chicos mas y una chica pelirroja con un septum.

-Chicos, ellas son Ruth y Becca- nos presenta Aitor y proceden a presentarse los otros tres que estaban sentados
-Yo soy Sandra- se presenta la pelirroja besando ambas de nuestras mejillas
-Yo soy Isaac- sonríe uno de los chicos que estaba sentado, quien tiene el pelo negro
-Yo soy Raúl- el castaño sonríe igual que el pelinegro.

Pasamos un rato muy agradable, al final si que ha sido una buena idea venir.






*****






Nos sentamos y sacamos los bolis de nuestros estuches.

El profesor tendría que venir ya.

Aparece un chico bastante mas joven que nuestro profesor de historia del derecho español aparece en el aula.

-Hola chicas- oigo a nuestra espalda.

Veo a la pelirroja del septum detrás de nosotras y le sonrío.

-Hola Sandra- la saludo y ella sonríe
-Siéntate con nosotras- le propone Ruth y la pelirroja acepta.

Coge sus cosas y se pone en un sitio libre que hay a mi lado.

-¿A qué está buenísimo?- murmura sin apartar la vista del chico que ha entrado y está hablando con una de nuestras profesoras.

Me empiezo a reír y asiento.

La profesora se va y se queda el chico medianamente joven.

-Bueno, mi nombre es Gabriel y vuestro profesor de historia del derecho español, Antonio, ha cogido la baja por enfermedad, así que le sustituiré yo el tiempo que queda.








*****






Mientras bajamos las escaleras Ruth, Sandra y yo.

La pelirroja va hablando de lo guapísimo que le ha parecido el nuevo profesor.

-Pues yo me lo tiraba- confiesa sin pudor
-Hazlo- le dice Ruth
-Primero tendré que hacer que se fije en mi, digo yo-
-Ahí tiene razón Sandra- todas reímos.
Salimos del recinto y veo a Cristian apoyado en el coche.

-Ese es el novio de Becca- susurra Ruth a Sandra pero aun así la oigo
-Es guapete. Y algo mayor que tu ¿no?- esta vez se dirige a mi
-Si, quince años- le respondo sin apartar la mirada de el.

Me acerco a el quedando a un medio metro mas o menos de distancia.

Y lo miro, queriendo preguntarle que porque en vez de hablar las cosas ha huido como un puto cobarde.

Antes de que pueda formular esa pregunta, habla el.

-Soy un puto cretino- me mira derrotado y coge mis manos -tendría que haber escuchado tu versión en vez de obcecarme en lo que me habían dicho- asiento -perdóname Becca- acorta la distancia que hay entre nosotros y me besa.

Me pongo de puntillas porque es el mas alto que yo y rodeo su cuello con mis brazos, él hace lo mismo con mi cintura.

-Te perdono- sonrío y el también.

Nos subimos al vehículo y el conduce hasta mi apartamento.

Donde casualmente Cloe y Montse no están.

Vamos a mi dormitorio directamente y empezamos a besarnos con pasión.

Como la primera vez que lo hicimos.

Se deshace de mi ropa rápidamente al igual que yo de la suya.

Coge un preservativo de mi mesilla y se lo coloca para luego embestirme dulcemente.

Ambos llegamos al clímax, pero esta vez en lugar de quedarme dormida le miro.

Y compruebo cuan enamorada estoy de este hombre.

Al percatarse de que le estoy mirando me sonríe y deposita un beso en mi frente.

-Quiero que conozcas a mi familia- me dice sonriente.

Esto es un gran paso en nuestra relación.

Y siendo sincera, significa mucho para mi.

Lo Imposible No ExisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora