-Para mañana los dos primeros problemas de la página 127- dice Manuela dejando la tiza en la pizarra.
Segundos más tarde suena el timbre.
-Becca, ¿vienes?- dice Montse acomodando su pelo
-Eee... No, que me tengo que quedar un momento- digo mirando las puntas de mi pelo
-Bueno vale, nos vemos luego en...- mira el horario- geografía- yo asiento con la cabeza y ella se va.Me quedo sentada en una mesa mirando a través de la ventana.
El cielo está nublado, justo como a mi me gusta.
Siento unas manos en mis hombros y al captar la colonia que me rodea, sonrío y me giro.
Ambos nos quedamos mirando, yo sobretodo me quedo mirando sus labios, se ven tan apetecibles.
Sus manos pasan a rodear mi cintura y nuestros labios se juntan.
El beso empieza lento y tierno, pero acaba volviéndose ardiente y apasionado.
Mientras continuamos besándonos, oigo el sonido de la puerta del aula cerrándose, inmediatamente me separo de Cristian y miro extrañada.
-Vamos a tu casa- susurro en su oído
-Vamos- se asoma a la puerta para ver que no hay nadie en el pasillo, ya que alumnos y profesores están en el recreo.Me acerco cuidadosamente, pero no veo a nadie en el pasillo.
-Espérame en la otra puerta- me indica- enseguida saldré yo- asiento sonriente y me besa.
Salgo, ya que estamos en el horario del recreo, no supone ningún problema.
Le espero en un banco que hay en el parque de al lado del instituto, y que casi no pasa nadie por ahí porque está en una esquina.
-¿Vamos?- dice una voz masculina detrás de mi.
Me giro, sonrío, y le beso dándole a entender que si.
Por el camino muchas miradas cómplices y sonrisas se hacen presentes, también, el agarre de nuestras manos que ha iniciado.
-Me llegan a decir que me va a pasar esto, y no me lo creo- suelto en medio del camino
-¿Por?- cuestiona con una sonrisa asomando en su cara
-Me parecía imposible- contesto con sinceridad
-Pues entonces, ya ves que lo imposible no existe- se detiene en un portal, saca sus llaves y abre.Entramos en el ascensor -en el que por suerte no hay nadie- y Cristian pulsa el botón del tercer piso, pone sus manos en mi cintura, me apega a el y continuamos besándonos.
Las puertas del ascensor se abren, el abre una puerta y entramos en su piso.
Me sigue besando y nuestra ropa va desapareciendo.
Cuando estamos encima del colchón casi desnudos, me mira a los ojos fijamente y puedo verlos más oscurecidos de lo normal, su notable erección me roza.
-¿Eres virgen?- pregunta con algo de preocupación en su cara, niego con la cabeza- haré como si fuera tu primera vez- vuelve a besarme como antes.
Se hace un hueco entre mi espalda y el colchón, y con una sola mano, me quita el sujetador.
Yo de un tirón, bajo su ropa interior y el hace lo mismo con la mía.
Se estira hacia su mesilla, ya que estoy yo debajo de él, coge un preservativo, abre el envoltorio y se lo coloca.
Al principio se introduce lentamente, pero los jadeos y gemidos tanto por su parte como por la mía son alentadores para ir más rápido.
Y así lo hace, acelera el ritmo y ambos llegamos a nuestro ansiado orgasmo.
Yo después de esto, me acerco a el, que me rodea con su brazo y caigo en un profundo sueño.
Pero antes, me parece oír un "Cuanto he esperado esto", por su parte.
*****
Me despierto y noto el dedo de Cristian trazando círculos sobre mi piel.
Me giro y me sonríe, yo repito la misma acción y le beso.
-¿Qué hora es?- pregunto apoyando mi cabeza en su brazo
-Las dos y veinte- mira su móvil
-Joder, me he perdido las tres últimas horas- pongo mi mano sobre mi frente
-No te pondrán la falta, no te preocupes- dice confiado
-Bueno, si tu lo dices, yo te creo- río y el conmigo.Entre risas y arrumacos, va pasando el rato, hasta que me llama Montse.
(Conversación telefónica)
-Becca-
-Holi Montse- río nerviosa
-¿Dónde has estado?- cuestiona confusa
-Esooo- se oye a Cloe de fondo
-Ya te contaré- no quiero parecer la típica chica que inmediatamente después de que pasa algo, lo va contando por ahí
-Ya me imagino que es, pero mañana, o luego, interrogatorio, lo sabes ¿no?- me imagino que ahora estará arqueando una ceja
-Si si si- contesto rápida, ya que Cristian empieza a rodearme por la espalda y besarme el cuello, mi punto débil- Montse, hablamos luego-
-Vale- ríe- chao- se despide y yo cuelgo.(Fin de la llamada telefónica)
-¿Quieres comer algo?- ofrece
-Vale- acepto.Me pongo mi ropa interior inferior, y una camiseta de Cristian.
Le veo en la cocina encendiendo el fuego, me acerco por detrás y le beso.
-Te queda mejor que a mi- dice cogiendo la camiseta por la parte de abajo, besándome de nuevo.
*****
-Mamá, ya estoy en casa- grito al entrar
-Cariño, tu madre está trabajando- viene Rosa, la mujer que lleva trabajando en casa mucho tiempo, y mi confidente
-Ah vale, hola Rosa- le beso la mejilla y ella sonríe
-Ayy mi niña linda- dice con su notable acento sudamericano.Mi madre también es Sudamericana, pero lleva muchos años aquí en España y no se le nota tanto el acento
-Bueno, después de esta muestra de cariño tan hermosa, ¿me vas a decir dónde has estado?- cuestiona poniéndose en posición de jarra
-No se de que hablas, Rosa-Río nerviosa para ir hacia arriba, donde está mi cuarto, pero ella se interpone en mi camino antes de que pueda continuar subiendo las escaleras.
-Linda, llevo ya mucho tiempo aquí, sabes que no diré nada a nadie- me mira con sus ojos oscuros a los míos verdes.
Y tiene razón, suspiro y vuelvo a bajar las escaleras para encaminarme con ella a la cocina.
-Tienes razón- admito y ella sonríe
-Cuénteme señorita- me dice mientras empieza a cocinar algo que supongo que será la cena
-Me gusta mi profesor, y mucho- sonrío recordando lo que ha pasado hace menos de una hora
-Ay linda, eso ya lo sabía- ríe a causa de la cara que he puesto- me hablabas de el como si fuera una eminencia y más diciéndome que era joven, blanco y en botella, leche- mi boca se abre de tal manera que no llega hasta el suelo porque mi mandíbula lo impide
-Joder- murmuro- que hacha- río
-Eso no es todo, ¿verdad?- arquea una ceja y yo me dispongo a negar con la cabeza- tengo tiempo para que me lo cuentes ehh, yo aviso- dice en tono de advertencia
-Hoy lo hemos hecho- recuerdo el momento con una tonta sonrisa en mi cara
-¿En serio? Que bonito- lleva ambas manos a su rostro moreno y yo sonrío de nuevo- aunque, es mayor que tu, bueno, eso en cuanto tengas dieciocho años dejará de ser importante-
-Es que Rosa- miro al suelo- lo prohibido atrae, y a mi se me va a salir el corazón del pecho cada vez que veo a ese prohibido- digo sincera.Cristian es algo prohibido, pero me gusta, desde hace mucho, y no voy a dejar pasar esta oportunidad que "el destino" ha querido darme.
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Lo Imposible No Existe
RomanceRebecca, es una adolescente como todas las demás, tiene amigos, va al instituto (y lo odia), de fiesta, etc... Ella es divertida, amable, está ahí cuando la necesitan, pero detesta estudiar con toda su alma y no es muy responsable en el sentido est...