Capítulo 41

2.5K 124 2
                                    

El teléfono fijo del apartamento suena y voy corriendo a cogerlo.

-¿Si?- contesto algo agitada a causa de la carrera que acabo de darme
-Cielo, ¿ya has acabado las clases de la universidad o te toca ir ahora?- cuestiona Cristian al otro lado de la línea
-No no, ya he acabado, ¿por?-
-Se me ha olvidado una pila de exámenes corregidos que tengo que entregar en un rato- abro los ojos con sorpresa aunque sepa que no puede verme -están con un folio que pone tercero C- busco lo que me ha dicho con la mirada hasta que lo encuentro -¿los ves?-
-Si, están en la mesilla, delante de la tele- le informo -me visto y te los llevo- le prometo
-Gracias cariño, te espero-
-Vale amor, chao-
-Hasta luego- estoy segura de que ha sonreído ahora.

Cuelgo y dejo el teléfono como estaba.

A la velocidad del rayo me pongo mis vaqueros negros, una sudadera gris claro, mis botines marrones y mi bufanda de cuadros.

Cojo los exámenes, salgo, y mientras voy bajando por las escaleras me coloco el abrigo.

Ya en el coche, dejo los folios en el asiento del copiloto, me pongo el cinturón y conduzco hasta el que hace no mucho fue mi instituto.







*****







Después de saludar a las que fueron mis profesoras de inglés y alemán, me dirijo al departamento de ciencias naturales.

Toco la puerta y me abre Inma, esa profesora a la que le tenia tanto cariño desde que me dio clase en primero de la ESO.

-Cielos Rebecca, que agradable verte por aquí- sonríe marcando sus patas de gallo -estás guapísima- me halaga y yo sonrío
-Hola Inma, ¿qué tal?- ella se hace a un lado para que yo pueda pasar
-Muy bien, ¿y tu?-
-Bien, una cosa ¿y Cristian?- le extraña mi pregunta pero intenta disimular su reacción
-Ahora vendrá, ha ido a hacer unas fotocopias creo- se encoge de hombros.

En el departamento puedo ver a Conchi, la profesora de física y química que tuve, veo a Vicenta, mi tutora de segundo de la ESO, a Francisco, quien me da una sonrisa cómplice y me sorprendo al ver a Celia allí.

¿No se iba a un pueblo a dar clase?

Aparece Cristian en la puerta y cuando me ve, sonríe.

Se acerca a mi y besa mis labios.

Todos los profesores presentes allí, excepto Francisco, ensanchan sus ojos a mas no poder.

Celia nos mira con furia, sobre todo a mi.

Se lo mucho que le gustaba Cristian, y en parte la entiendo, pero es que yo me enamoré de él.

Le doy los exámenes a mi pareja y el sonríe.

-Gracias cariño-
-Nada- sonrío yo también.

Inma se acerca a nosotros y nos mira con sorpresa en su cara, cosa que es normal dado lo que acaba de ver.

-Así que, estáis juntos- comenta en voz alta -que calladito te lo tenías Cristian- le bromea y el ambiente se relaja un poco
-Hacéis una pareja muy mona- interviene Conchi y nosotros sonreímos
-¿Quieres que luego venga a buscarte? Tengo el coche abajo- uso un tono mas bajo
-Me queda solo esta hora pero si te quieres ir a casa- agarra mi mano y la mueve un poco
-Yo tengo la hora libre- interviene Inma -quédate aquí y tomamos un café o algo- me da una sonrisa esperanzadora que hace que acepte.







*****








-Mira Silvia, si quiero casarme con Becca, lo haré, si quiero tener hijos con ella también lo haré. Así que cállate y déjame vivir en paz con la mujer a la que amo- cuelga y me pilla observándole
-Eso es muy bonito- me acerco a el y le beso
-Es lo que pienso- pasa un pulgar por mi labio inferior
-Mi hermano no viene hasta dentro de dos horas con Martín- susurro en su oído y empiezo a besar su cuello
-¿Y qué me estás queriendo decir con eso?- me pregunta con voz pícara
-Que tenemos dos horas para nosotros, profesor- sonrío inocente
-Oh cariño, ven aquí-








*****







Tocan el timbre y frustrada, me pongo la bata y me dirijo a la puerta para abrir.

Es mi hermano con Martín.

-Perdón si interrumpo algo- río
-Has interrumpido mi siesta- hago un mohín, después me aparto y el pasa.

Aparece Cristian poniéndose una camiseta y al vernos a mi hermano y a mi en el sofá, se acerca a nosotros.

Me da un beso en la coronilla, saluda a César y se sienta.

-¿Qué tal?- pregunta el rubio sonriendo
-Mal. Me has chafado la siesta- le saco la lengua -yo lo siento, pero entre tanto examen, las entrevistas y las clases a Cati, estoy durmiendo fatal. Así que me vuelvo a la cama- froto mis ojos -César, cuídate y le das saludos a Elena- le abrazo -Cristian, cariño, buenas noches- beso castamente sus labios.

Ambos sonríen y yo, nada mas entrar en la habitación, me tumbo en la cama y caigo como un tronco.










*****







Antes de subir, abro el buzón y saco unas cuantas cartas y otros panfletos de publicidad que le cuelo a los otros vecinos.

Subo a casa y abro la puerta mientras me quito los auriculares.

-Hola cariño- beso a Cristian
-Hola cielo- sonríe -¿traes el correo?- pregunta mientras enciende la vitroceramica y yo asiento.

Empiezo a mirar las cartas que no han llegado y a decir en voz alta de que son.

-La factura de la luz, la del teléfono, la citación judicial, una para mi también... ¿Qué coño? Para mi también hay- reflexiono en voz alta
-Igual es porque como ahora figuramos los dos como pareja con un piso- supone el castaño y yo me encojo de hombros.

Continúo abriendo cartas, y hay un sobre, el último que abro, que llama mi atención.

Es mas grande que el resto, y también pesa más que el resto.

Lo abro y no puedo creer que es lo que estoy viendo.

No me lo puedo creer.

Niego repetidas veces con la cabeza pensando que es una broma.

Pero no, son fotos de nosotros juntos.

En una de ellas en la que estamos mi novio y yo abrazados en la cama cubiertos por la sábana y cada uno con la sonrisa mas sincera que he visto en toda mi vida.

En la parte de atrás de esa foto precisamente, hay una nota escrita a mano.

Prepárate pequeña puta, esto no ha hecho mas que empezar. Encuéntrame si puedes, cariño ;)

Lo Imposible No ExisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora