Capítulo 1

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Llevo 5 años en este instituto, este año, con las nuevas leyes de educación, se requieren optativas muy extrañas, a ver, ¿que clase de gilipollez es tener que escoger entre plástica y biología? ¡Si no tienen nada que ver!

La profesora de plástica, Cristina, me odia, no es cosa mía, es que me odia, y yo a ella, es algo mutuo y no es nada nuevo para las dos.

Me decantaré por biología, hay que estudiar un poco, bastante más, pero todos los años he conseguido salvarla con una nota más o menos decente.

Después de esto, relleno la matrícula, y se la entrego a mi madre junto con un boli para que la firme.

-Cariño ¿seguro qué prefieres biología?- dice mi madre con el boli en la mano no muy segura de firmar
-Si mamá- pongo los ojos en blanco- no me va a servir de nada plástica para lo que yo quiero estudiar-
-Ni biología- refunfuña
-Ya, pero biología es bastante más interesante que plástica, la verdad- digo riendo- veeenga se buena y firma- le señalo la casilla donde debe hacerlo
-Vale va, acabemos con esto cuanto antes- pone su nombre, su DNI y finalmente firma
-Gracias madre- meto el papel en el sobre
-Nada hija- ríe.

Me pongo mis deportivas grises y voy rápido al instituto a entregar la matrícula.

Entro y me voy directa a jefatura, le doy el sobre a una de las secretarias, me ponen un sello en un recibo y me voy, otro año más en el instituto empezará dentro de poco.

********

-Socorro- veo una mano agitarse entre toda la montonera de gente para ver las listas de alumnos y en que clase están, y por la voz, reconozco inmediatamente a la dueña, es Monste, mi mejor amiga.

Voy y tiro de ella para sacarla y empieza a arreglarse el pelo, que presumida es esta chica.

-Menuda manada de salvajes- mira frustrada su trenza rubia, yo sólo río ante su comentario con referencia a todos nuestros compañeros
-¿En qué clase estamos?-
-En la C-
-Ah bien- sonrío.

Entramos en la sala de usos múltiples, que es la segunda sala más grande del instituto, todos tomamos asiento y el resto se quedan de pie en la puerta o en la parte de atrás de la sala.

En la tarima, está Mariano, el director del instituto, que cada año nos da la charla de bienvenida y nos asigna el tutor, bueno, en mi caso tutora, que todos los años me ha tocado una tutora chica.

Cuando todos estamos en silencio, caigo en la cuenta de que en la tarima, al lado del director, hay otros cinco profesores, como cada año, serán los tutores.

-Un año más, bienvenidos todos a este nuevo curso- empieza el discurso de cada año- ahora procederé a decir que tutor le toca a cada clase- todos estamos en completo silencio- Trini para 2°D, Carlota para 2°B, Antonio para 2°A, y Juan para 2°E- un momento, se ha olvidado del C, de nuestra clase, inmediatamente se da cuenta y se disculpa- perdón, me estaba olvidando de 2°C- menos mal- tenéis a Cristian- ¿quién coño es ese?

Bah será alguno de los nuevos, seguro, en los cuatro años que llevo aquí no había oído un profesor que se llamase así.

*****

Estamos en clase, mientras, el tutor, que he de decir que es muy joven, y no es feo, mediana estatura, pelo oscuro, ojos marrones, piel morena, barba de unos días (que le sienta genial) y gafas negras, tiene un aire hipster. Nos va diciendo por orden de lista cual es nuestro sitio, quedan dos personas para que sepan quien soy.

-Rebecca Lloret Montaner- dice mirando la lista
-Aquí- sonrío tímida, el mira el sitio que me toca y yo voy hacia el.

Me siento, dejo la pequeña mochila que llevaba a un lateral, y veo que por unos segundos nos miramos fijamente, o igual es sólo impresión mía.

El rato pasa, somos 28 alumnos, y tiene que decir el nombre y los apellidos de todos, y esperar a que se siente cada uno para decir los datos del siguiente.

-Montserrat Rodríguez Castro- dice el nombre de mi mejor amiga
-Aquí- contesta lo más neutra posible.

El mira el sitio de ella, y ella se sienta, por suerte le ha tocado en la fila de al lado y nos sentamos juntas, podremos hablar de nuestras cosas.

Acaba de pasar lista, deja el folio con los nombres encima de la mesa y se dispone a presentarse.

-Bueno, yo soy Cristian, seré vuestro tutor durante todo el curso, también seré vuestro profesor de biología para los que hayáis elegido esa asignatura- hace una pequeña pausa- por favor sacad algo para escribir que pondré el horario y los profesores que os tocan para cada asignatura- todos empezamos a sacar de las mochilas y bolsos, un boli y un papel para apuntar lo que escribe en la pizarra mientras lo dice.

-Para biología y geología, Cristian Galarza, que soy yo- sólo queda una asignatura- y lengua, Rosario Urrieta- ante ese nombre, la mayoría de los alumnos emiten un quejido de desaprobación- no os quejéis, que los profesores no los elijo yo- dice serio.

Termina de decir el horario y nosotros de apuntarlo, guardamos nuestras cosas, y esperamos a que nos diga algo.

-Bueno pues...- mira la hora en el reloj de su muñeca- os podéis ir- todos nos levantamos deprisa y salimos de la clase para bajar a la salida.

Una vez fuera, Montse y yo nos sentamos en las escaleras para esperar a unos amigos. Marta, Cloe, Saul y Juan.

*****

Estamos en una cafetería los seis, hablando de los profesores y horarios que tenemos.

-¿A quién tenéis en biología?- pregunta Marta tomando un sorbo de su coca cola- yo tengo a un tal Cristian Galarza- mira su papel con el nombre de la asignatura y cada profesor
-Yo a nadie porque he cogido plástica- dice Montse riendo, Juan choca su mano con ella
-Es nuestro tutor- digo bebiendo mi café- yo también he cogido biología-
-¿A quién tenéis en plástica?- dice Cloe
-A Cristina Román, la del año pasado, a todas las clases que hemos elegido plástica nos ha tocado la misma- contesta Juan bebiendo de su fanta naranja
-Cloe, ¿has cogido plástica?- digo sorprendida
-¿Qué? Vamos, ni harta de vino cojo yo esa asignatura, y menos con la puta que les han puesto de profesora- se altera fácilmente esta muchacha
-Bruta- río
-Becca, tu estás pensando lo mismo- dice Montse y todos me miran
-Obviamente pero no lo voy diciendo por ahí a la ligera- río y el resto conmigo.

Terminamos de pasar ahí el rato, pagamos y nos vamos cada uno a nuestra casa.

Marta, Montse y Saul van por un camino, Juan por otro y Cloe y yo compartimos camino sólo hasta la parada del bus que tiene que coger ella.

Me despido de ella y voy caminando hacia la casa de mi padre, hoy me toca comer con el. Mientras saco el móvil para ir escuchando música, sin mirar a mi alrededor, choco con alguien y caigo al suelo dándome un culetazo.

Lo primero que hago es mirar la pantalla del móvil, por suerte para mi, ni un rasguño, para saber quien es la persona que me ha "tirado" al suelo, levanto la vista y tiene su mano extendida hacia mi.

Le cojo la mano, me ayuda a levantarme haciendo fuerza, y sacudo mis vaqueros.

-Perdón- me disculpo, muy avergonzada
-Nada, ¿estás bien?-
-Si, gracias, sólo ha sido un culetazo- reímos- igualmente, gracias por ayudarme, profe- sonrío agradecida
-Nada Rebecca- sonríe, y pensar que hace menos de tres horas estaba super serio
-Que rápido te has aprendido mi nombre, normalmente los profes tardan más en aprendérselos- pauso- aunque preferiría Becca, porfa-
-Claro, Becca- se queda pensativo- y con respecto a lo otro- se vuelve a quedar en silencio- no es fácil olvidar a alguien como tu.

Lo Imposible No ExisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora