SUBLIME ||The Vampire Diares||

4.

-Bueno ¿Te apetece otro Whisky mientras nos conocemos un poco más? -Me preguntó Damon, no le diría que no, me parece un chico interesante.
-Claro. -Dije con una sonrisa.
-Toma. -Me dio un vaso cargado hasta arriba. -¿Cuál es tu historia?
-¿Porque quieres saber eso?
-Porque me gustaría saber más sobre ti, me pareces interesante Ekaterina. -Me puse colorada como un tomate por lo que había dicho. -Que no te de vergüenza. Me gustas desde el minuto uno pero ¿sabes? Soy un vampiro no tengo humanidad y no quiero a nadie, estarías bien para un buen revolcón. -En el momento que dijo eso me sentí mal, diría que fatal, nadie en mis 650 años me había dicho algo algo así con tanta frialdad. Lo normal en un vampiro sería que le hubiese pegado una buena paliza pero en vez de eso, se me inundaron los ojos de lágrimas y lo miré a los ojos.
-¿Cómo puedes ser tan mala persona Damon? Y pensar que me habías caído bien.. Qué decepción.. -Me levanté del sofá y tenía pensado subir a la habitación que Stefan me había dado pero antes de llegar a las escaleras Damon se puso delante de mí.
-Siento lo que acabo de decir. No lo pensaba de verdad. -Dijo frunciendo las cejas y mirándome. -Se notaba que le costaba pedir disculpas y se podía ver en sus ojos sinceridad.
-Esta bien Damon, no tengo tiempo para esto, hasta mañana.
-No Ekaterina, de verdad lo siento. Por favor quédate.
-Vale..pero no quiero que vuelvas a ser así o la próxima vez no lo cuentas Damon. -Este río hasta mi respuesta y me ofreció su mano. La acepte gustosa.

Estuvimos toda la noche hablando de todo un poco. Me contó cómo lo habían convertido. Había sido Katherine, me contó que estaba enamorado de ella y que dio su vida por ella pero que en realidad ella solo quería a Stefan y Damon solo había sido un juguete. Stefan nunca me había contado nada sobre de esto, ni siquiera la mencionó. Yo también le conté a Damon parte de mi pasado,sobre todo de mi hermano pero no mencioné que soy un vampiro original, mi hermano y yo tenemos una promesa y no la voy a romper.
Durante toda la noche se pudo notar que Damon tenía su humanidad apagada pero por mucho que él lo intentara ocultar salían sentimientos a flote. Y así nos pasamos la noche hablando hasta que por la mañana desperté tumbada en el sofá mientras Stefan me sacudía.

-Buenos días. -Me dijo con una sonrisa. -Te dije que podías estar en una habitación. 
-Ya lo sé.. Es que me quedé dormida mientras hablaba con Damon. -Dije mientras me ponía en pie y cogía el whisky.
-¿Tan temprano? -Me preguntó.
-Esto calma las ganas de matar a alguien Stefan. -Dije señalándole mi vaso. -Además sabes que me encanta.
-Lose, tu me lo enseñaste pero no me gusta mucho ese sabor.. -Dijo riendo. De un momento a otro, Damon estaba también en el salón con nosotros.
-Ekaterina a él le va más el rollo conejitos y ardillitas. -Dijo sonriendo de lado. -¿A que si hermanito?
-Damon déjalo en paz, no te metas con el, es su decisión y la tenemos que respetar.
-Pues resulta que no la respeto. -Dijo Damon.
-Pues cierra el pico y guárdate tus opiniones. -Contesté un poco cansada. Ya está otra vez el Damon arrogante y frío. Este no dijo nada y se fue por la puerta principal dejándome sola con Stefan.
-Gracias Ekaterina pero no hacía falta, ahora estará enfadado y ahora una tontería. -Me dijo Stefan.
-Como vaya por ahí matando a gente yo misma me encargaré de hacérselo pagar Stefan, por eso no te preocupes. Bueno ¿Qué vamos a hacer hoy? -Le pregunté a Stefan.
-Bueno yo tengo que ir al instituto y hacer la vida normal que hace un adolescente.
-Te acompaño. Así conozco a tu novia Elena. -Dije con una sonrisa. Este asintió y nos fuimos.

Nos sentamos en el coche y Stefan puso rumbo al instituto, durante el trayecto hablamos sobre Damon, Stefan estaba realmente preocupado de que su hermano pudiese hacer algo, o mejor dicho, hacerle algo a alguien. Hubo un momento en que nos quedamos en un cómodo silencia en el que me dediqué a pensar en Damon, no era una mala persona, solo tenía un escudo para que nadie pudiera calar sus sentimientos y ser el chico malo y duro. Stefan me contó hace años que  Damon dio su vida por Katherine, que estaba enamorado de ella, y que cuando quiere a alguien hace lo imposible porque esa persona esté bien y segura. Damon era increíble, tampoco era tan diferente a Stefan respecto a eso. Y me gustaba, Damon Salvatore, había conseguido engancharme en solo unas horas.

-Bueno ya hemos llegado. -Aparcó el coche delante de un gran edificio. Bonito, pensé.
-¿Sabes qué no puedes entrar ahora no?
-¿Qué? ¿Por qué? -Le pregunté triste.
-Porque no estás matriculada y no vas a clase Ekaterina, pero puedes esperarme sentada en una de esas mesas, en un par de horas será la hora del almuerzo y saldré aquí y estaré contigo ¿Vale?
-Esta bien.. Que son un par de horas después de tantos siglos.. -Los dos nos reímos y yo me senté en una mesa de madera mientras observaba como Stefan se adentraba en el instituto junto con más gente.

Mientras esperaba a Stefan, saque el móvil y empecé a mirar mi lista de contactos, decidí llamar a una vieja amiga, Sarah.
-¿Ekaterina? -Preguntó desde el otro lado.
-Si soy yo, ¿Cómo te van las cosas Sarah? -Le pregunté.
-Pues muy bien, ¿Tú qué tal lo de tu hermano? ¿Aún nada? -Me preguntó preocupada.
-Solo sé que está encerrado en algún rincón de Mystic Falls por una bruja Bennet. No he podido descubrir nada más. Pero estoy con Los Salvatore y la novia de Stefan tiene una amiga que resulta ser una bruja y es una Bennet. Sarah necesito tu ayuda.
-Claro, dime qué necesitas. -Dijo desde la otra línea.
-¿Cómo mato a una bruja?
-No puedes, antes de que lo intentes, te hará un hechizo y no podrás hacer nada, son poderosas y aún más las Bennet. -Dijo mi amiga.
-Joder.. Está bien, tendré que buscar otra forma. Gracias por todo Sarah, espero que nos veamos pronto. Por cierto ¿Dónde estás ahora? -Le pregunté.
-En Malibu, me estoy tomando unas vacaciones. Hasta otra Ekaterina, espero que nos veamos pronto. Cuídate. -Tras decir eso colgó y me quedé pensando en lo de la bruja. No se durante cuánto tiempo estuve así que de golpe un timbre sonó en el instituto y la gente empezó a salir y a sentarse en las mesas.