15. Mariana

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Antes

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Antes

¿Porqué nadie lo entendía?

Tres  Assemeblé
Dos Battu
Y uno sólo de Developpé

Era tan sencillo. Todo era sobre orden y técnica, todo era movimiento.

—Desde el inicio—comentó la señorita Armelle, todas (incluida Mariana) formaron de nuevo la fila, tomaron posición y esperaron la música.

Tres  Assemeblé
Dos Battu
Y uno sólo de Developpé

Puntas, talones, giro, giro, puntas, talones, talón, punta.

—¡Adriana son sólo dos!— escuchó Mariana, de reojo noto como su compañera Adriana estaba perdiendo confianza. La música dio otro salto dramático.—¡Adriana, son solo puntas!

Mariana tomó aire e hizo el Developpé perfectamente girando sobre si misma, ahora puntas, puntas y escuchar la música.

—¡Adriana por dios!—Vociferó la instructora, otro cambio dramático en el ambiente, puntas, puntas, giro.—¡Adriana mira a tus compañeras! Sigue a Mariana....

Casi el final, casi perfecto, casi...

—¡Suficiente!—pero Mariana no se dio por vencida, solo un poco más, un poco más—¡Basta, alto la música!

Y el telón cae.

Todas se detuvieron, Mariana suspiró con autosuficiencia. La pieza llevaba un esfuerzo enorme, así que realmente se había fatigado después de diez ensayos seguidos. Mariana, que estaba al frente miró con el ceño fruncido a la señorita Armelle.

Estaba realmente enojada y con decisión se acercó a la muchacha de ojos negros repletos de pánico.—¿Es que no me has escuchado? ¿Acaso no me has entendido? ¿No me he dado a entender ? — Y la voz de la instructora hizo eco en toda la habitación, Adriana tragó en seco—¡Responde! ¿Soy yo la culpable?

Silencio, ni un respiro.

—¡¿Es así?!

Adriana respingó —No... No señorita.

—¿De quién entonces?

—Es mía—susurró, la instructora hizo un gesto para que hablara más alto—¡Es mía!

—Tú lo has dicho— le dijo— fuera de mi estudio.

Adriana, junto con las otras abrieron los ojos sorprendidas—¿Qué?

El Chico del CementerioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora