Antes
Cuando Carolina era niña le encantaba ir al bosque. Su padre tenía la única tienda de alpinismo de la zona, para algunos turistas venir al bosque a probar su lado aventurero era lo mejor que les podía pasar, Caro también amaba hacerlo.
Recordaba que su padre la tomaba de la mano para que no pudiera tropezar con las ramas, recordaba cuánto le gustaba brincar sobre las hojas secas y hacerlas crujir hasta volverlas polvo, recordaba el olor a tierra mojada después de las tormentas, los colores anaranjados, cafés y rojos en sus pupilas. Le gustaba mirar a su papá mientras les enseñaba a los foráneos armar una tienda de campaña, a construir una fogata, conseguir agua, escalar las superficies lodosas, le fascinaba el bosque.
Ahora, mientras recorría los bordes de la reserva un escalofrío le recorrió su espalda ¿Cómo era posible? Ella había estado ahí antes. Se conocía la mayoría del bosque, sabía dónde estaban los puntos de ayuda, las cabañas forestales, los caminos sin peligros, hasta sabía cada leyenda de terror que su padre les contaba, lo sabía pero... ¿Hace cuánto no entraba ahí?
Caro tenía doce, fue un día antes del accidente. Su padre le había enseñado un camino nuevo cerca de las enormes rocas, aquella mañana su madre les había preparado el desayuno, panqueques con miel y fruta, la había peinado con sus dos trenzas que tanto amaba, su padre le había puesto el gorro rojo que le habían comprado la semana pasada, le había abotonado hasta arriba el impermeable, había acomodado su bufanda rosa y le había ayudado con las botitas rojas que Caro adoraba. Eran otros tiempos, menos tristes, menos oscuros.
Inhaló fuertemente por la nariz aspirando la lluvia y el pasto. El día se estaba perdiendo entre los árboles y la noche parecía adueñarse de las sombras que proyectaban un aspecto sombrío, pesado y melancólico.
"Encuéntrame en el bosque" Había dicho Step, pues bueno, aquí estaba.
Caro caminó más y más siguiendo la vereda que múltiples zapatos habían hecho, ella conocía el camino pronto estaría cerca de la primera cabaña de los guardias del bosque, sólo tenía que rodearla sino quería ser descubierta luego, en medio de los altísimos árboles estaría el camino a las montañas y el lago, más allá, el pantano.
"Encuéntrame en el bosque" ¿Pero dónde exactamente?
Miró el suelo repleto de ramitas y hojas se sintió pequeña mientras se adentraba más y más al arrebol. Caro observó el cielo que estaba negrisimo excepto por la luna que todo lo observaba... empezaba a creer que esto ya no era tan buena idea.. Tenía el presentimiento de que alguien la observaba.
-¿Step?- alzó la voz a la nada- ¿Stephané?
Pero el bosque estaba en silencio. Caro mordió sus labios nerviosa mirando de un lado a otro aquel camino y es que de noche todo era distinto ¿Dónde estaba? ¿A dónde había llegado? Insegura trato de caminar por el mismo lugar de donde había llegado, ahora estaba preocupada ¿Y sí no podía regresar? ¿Y sí su memoria no era tan buena como recordaba? La creciente sensación de estar siendo vigilada creció más en su pecho aquel lugar no parecía seguro, el bosque parecía otra alma en pena.
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El Chico del Cementerio
ParanormalHay seis chicos perdidos en el bosque. Tú eres uno de ellos. #FloresMarchitas