Isabella Cullen

CASA

*Nessie*

-no por favor no te vayas... -le suplique mientras la tomaba de la manga de su blusa. Ella se volteo a verme con una expresión de completa contrariedad.

-lo siento pequeña... pero es algo que necesito hacer -se quiso explicar, pero no quería que se alejara, me sentiría muy sola.

No sabia mucho de mi vida, y eso era por el hecho de que todo se había vuelto muy confuso en la misma. Lo único que sabía y entendía con claridad, era que Lilian se había ocupado de mí en los últimos cuatro años. Ella no era mi madre lo sabia, por que en mi memoria estaba el atesorado recuerdo de un hermosa mujer de cabellos castaños y hermosa sonrisa, una mujer con apariencia de creatura celestial, esa era mi madre.

Solo que no sabia nada de ella, en el último tiempo ella se había mantenido muy cerca a un poblado pequeño de Washington llamado Forks, y espiaba a una familia. Sabia donde encontrarlos, aunque no entendía con claridad quienes eran. El miedo a la soledad me aturdía, y era por eso que no quería que se fuera.

-por favor... no me dejes aquí... ¿Qué voy a hacer? -le pregunte, ella se agacho de manera que pudiera verme a los ojos. Era alta para mis aparentes diez años así que no tendría que bajar mucho.

-dime... tu sabes ¿Cuál es mi don? -me pregunto, y no supe que tenía que ver eso, con lo que le estaba pidiendo; pero aun así conteste.

-tienes la habilidad de hacer lo que quieras con el tiempo... es eso ¿no? -pregunte bastante confusa con la situación. Ella apretó mis brazos, y me vio directo a los ojos.

-es más que eso pequeña... yo puedo hacer que la realidad de las personas cambie, y al hacerlo no solo cambio la de la persona en si... si no de la de todo lo que la rodea... -explico y mis ojos se abrieron de golpe.

-¿hiciste eso conmigo? -pregunte, ya que de pronto empezaba a entender un poco mas de la locura en la que se había convertido mi vida.

-me tarde mucho... cuando conocí a los Vulturis... -la pronunciación de aquel nombre, hizo que una fibra dentro de mi cuerpo se activara, haciéndome estremecer al instante -ellos...ellos me convirtieron al descubrir que yo era fuerte... y con el tiempo mi poder seria útil para ellos... -dijo y en su expresión atisbe un claro gesto de tristeza, y profunda decepción.

-aun sigue sin entender mucho... por favor explícame... -suplique, mientras sentía que las lagrimas se empezaban a aparecer en mis ojos.

-los Vulturis estaban en contra de tu familia -empezó, y su expresión pareció casi de culpabilidad -nos enviaron a destruirla... matamos a tu padre -soltó y un sollozó salto desde el fondo de mi garganta, en ese instante apareció la imagen de un hombre apuesto de cabello cobre, y ojos dorados que me miraba como si fuera la muñeca de porcelana mas delicada, y con todo el amor del mundo

-papi... -murmure y entonces las lagrimas cayeron sin que pudiera evitarlo, me aleje de golpe de ella -¡son unos asesinos! -Grite sin poder contenerme -¡los ayudaste! -la culpe

-si lo hice... -acepto -y no sabes cuanto me arrepiento de ello... yo estaba tan enamorada de Ryan que fue fácil convencerme de que mientras estuviera con los Vulturi yo estaría con el... solo me manipulaban... al ver como te tomaban y te alejaban de bella... -la pronunciación del nombre de mi madre, me hiso soltar un nuevo grupo de sollozos -eso fue lo que me hiso estar segura de que tu debías estar con ella...

-¿hasta que punto cambiaste las cosas? ¿A dónde la enviaste? ¿Cuando? ¿Con que propósito? -pregunte impaciente.

-si la regrese, es decir cambie su realidad... pero era una neófita que a penas controlaba sus dones... se me paso un poco la mano... y la envié a un tiempo mucho antes de que tu propio padre naciera -me conto -durante los siguientes años estuve hiendo y viniendo... asegurándome de que todo salía bien con ella... y cambiando la realidad para todos y que los Vulturis se mantenían alejados... y aun es así, ahora todos viven en esta realidad...este mundo es su verdad