Desconocido

118 8 0
                                    

Francia 13:45

No esto no podía estar pasando. La historia se me estaba repitiendo. Corría a través de las asquerosas calles de la ciudad, tratando de evitar que nos alcancen. Yo en compañía de mi hija, y de Edward.

Mientras nuestras cabezas trataban de idear alguna idea para salir de esta situación.

Solo nos separamos de los demás un momento, solo para alquilar los autos que nos llevarían a nuestro nuevo destino. Un pueblo que se encontraba a las afueras de Italia.

Y ahora éramos perseguidos, por ellos.

-nos van a alcanzar... -murmure Ness agitada, llegando al limite de sus fuerzas por aquella parte humana que existía en su interior.

Edward se apresuro a mi lado y la elevo en sus brazos. Mi hija se mostro sorprendida, mas no reclamo.

De pronto otro paisaje se abría frente a nosotros. Un bosque un oscuro bosque. Lo reconocí al instante, era Forks. Un gemido de profundo dolor salió desde el fondo de mi pecho. Todo se repetía.

Pero yo no estaba en el bosque, yo estaba en la ciudad, yo no estaba en Forks, esto era Francia, entonces ¿Qué era esto? ¿Qué ocurría?

-nos están manipulando... -soltó Edward -¡maldita sea! No se a donde ir... -se quejo, mientras estiraba su mano derecha para apretar la mía.

-no podemos detenernos -solloce -¿Cuántos son?

-leo cuatro mentes... -soltó -pero no se si haya mas, después de todo si los Vulturi nos conocen ellos deben saber de mi poder...

Entonces pare en seco, dos se detuvieron frente a mí. Intentamos ir a la izquierda pero uno se paro ahí, atrás otro. Sin salida.

Me percate de que el cuarto vampiro, tenia impregnada la extraña esencia del nómada con el que nos habíamos topado. Era de ellos, era un Vulturi, me di cuenta de que mi esposo también lo notaba.

-¿Qué es lo que pretenden? -pregunto Edward, mientras no podía evitar soltar un gruñido. Mi hija se bajo de sus brazos en un solo movimiento.

-no es obvio -dijo uno de ellos, se dejo ver el rostro.

-¡¡¡James!!! -solté espantada, mientras retrocedía un poco. James sonrió ampliamente, morbosamente.

-¿me conoces...? -pregunto divertido -¡que extraño!... yo no te recuerdo... pero se que jamás olvidaría a una hermosura como tu.

Un gruñido mas... se escucho, pero proveniente del vampiro que estaba a su lado. Se dejo ver el rostro. Se me corto la respiración.

-¡¿Victoria?! -pregunte sorprendida, ella me vio directo a los ojos. Definitivamente era ella. Los protagonistas de muchas de mis pesadillas, parados de pie, frente a mi, otra vez.

Definitivamente era una pesadilla.

-pero que populares somos... pequeña hermosa... ¿de donde nos conoces? -pregunto, y yo no era capaz de pronunciar palabra. Ver a James tan altivo, junto a Victoria, era demasiado para mi.

De alguna manera me las había arreglado para olvidarlos, hasta ahora, claro.

-¿Bella?

-¿mamá? -llamaron Edward y Ness al mismo tiempo, en ese momento volví a mi actual realidad. Yo no tenía diecisiete años, yo era una vampira y esto lamentablemente no era una pesadilla.

-¿Quién los envió? -pregunte, fría, lo mas fría que pude.

-los Vulturi... -contesto Victoria en aquel tono de voz tan suave y a la vez petulante -no entiendo que fue lo que hicieron para despertar la ira de esa familia... pero no importa... -sonrió

Isabella CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora