Camine rápidamente sin detenerme, quería estar lejos, lejos de todos y de todo.
Siento que si no me alejo pronto terminaré por lastimar a alguien o decir cosas sin sentido y después me arrepentiré por ello.
-¡¡Riley!! Espera.
Solo respira, cuenta hasta 100 y vuelve a repetirlo.
-¿No me escuchas?
Ellos me marcaron, mi vida nunca sera la misma por mas que lo intente.
Miro a todas partes algo aturdida.
Los hombres que caminan a mi alrededor me observan confundidos, ¿cómo los miro yo a ellos? Es extraño pero, siento que cualquiera de ellos podrían ser aquellos chicos que tanto daño nos causaron.
Es ilógico que puedan ser lo, pero ahora deberé ser precavida ya que en cualquier momento los encontraré y tendré que ser fuerte para poder acabar con ellos, así como también con aquel que lo planeo todo desde un principio.
-Joder. ¿Qué te sucede?.-dijo un sujeto claramente cabreado.
Por estar sumida en mis pensamientos no me di cuenta cuando comencé a atacarlo.
¿Qué me sucede? ¿por qué lo he golpeado?
-Lo siento.
-Niña, me has hecho daño, ¿eres estúpida?.-dijo sujetandome fuertemente del brazo y tirando de él.
-¡No la toques!
Esa voz.
-Tu no te metas pedazo de...
-Eh dicho.... Que la sueltes.-hablo claro y fuerte.
De mala gana, arrojo mi cuerpo a un lado provocando que cayera de bruces y se alejo maldiciendo por lo bajo.
-Joder, ¿estas bien Riley?.-dijo ahora de rodillas frente a mi.
-S..sí, no te metas en mi vida. No necesito tu estúpida ayuda.-escupi rápidamente.
-Vamos, deja te ayudo.-me tendió su mano.
-Eh dicho.... Que puedo sola.-lo mire a los ojos.
Trate de ponerme de pie, lo cual fue un grave error ya que volví a caer.
Mi tobillo estaba herido y no lograba sostenerme en pie.
-¿Te has hecho daño?.-miro mi pie.
-No es nada.-aparte la vista.
Recién le había gritado en lugar de darle las gracias por haberme ayudado y ahora necesitaba ayuda.
-Dejame revisar.-tomo lentamente mi pie entre sus manos. El simple rose me estaba matando, sin embargo lo único que hice ante ello fue clavar mis uñas en mis palmas y me guarde cualquier quejido de dolor.-¿Puedes de ponerte de pie?.
-¡¿Que?!.-dije demasiado fuerte para mi gusto.
-Quizás sea un esguince.-me ignoro.-Debo llevarte a casa.
Su rostro reflejaba preocupación. Su ceño levemente fruncido, mordía su labio inferior un poco fuerte y sus ojos estaban completamente clavados en mi tobillo.
Por un momento me sentí una completa idiota. Solo sabia causar problemas (como si no tuviera demasiados).
-¿Puedo?.-se refería a cargarme entre sus brazos.
-E..estoy bien.. Puedo caminar sola.-de repente su cercanía me provoco un ligero rubor el cual cubrí con mi cabello.
-Por favor. Sabes perfectamente que no es así. ¿por que no me permites ayudarte?.- me miro a los ojos.
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ENFERMA DE VENGANZA
RandomUn pasado, donde todos salen lastimados. Un futuro que depende de ese pasado para seguir adelante o ya no avanzar. Este no es cualquier pasado que se puede arreglar charlando. Sera un pasado donde las palabras salen sobrando y el sufrimiento y dolo...