ENFERMA DE VENGANZA

CAPÍTULO # 18

Me giré por completo cuando lo vi parado detrás de mi.

-Largo.-hizo una seña a los chicos para que se alejarán.

-Hola, Cameron.

-¿Y tu novio?.- baje la mirada.

-E..esta durmiendo.- no le contaría que discuti con él por que no paso nada entre nosotros.

-Vaya, que tipo tan más idiota.- dijo frunciendo sus cejas.

-¿A que te refieres?.

-Esta es una fiesta Riley, todos se acercaran a ti con tan solo mirarte y a ese sujeto no le importa que alguien se acerque a ti (con intensiones no tan buenas).

-¿Hablas de esos chicos de hace un momento?.- asintió.

-Pudieron hacerte daño y él no se habría dado cuenta.- estaba molesto.- Si fuera él... Estaría a tu lado sin importar las circunstancias. Incluso eh llegado a tenerle envidia, por que puede tenerte y yo no.- sonrió débil.

-Lamento que las cosas sucedan así. Pero vamos, es una fiesta, deberíamos estar bailando y no recordando para lamentarnos.

-Tienes razón linda. ¿Me concedes esta pieza?.- estiro su mano hacia mi. El brillo en sus ojos, poco a poco regreso.

Tome su mano y caminamos hacia la pista de baile.

La fiesta era algo... Escandalosa, mejor dicho muy escandalosa.
Los chicos bebían por todas partes, otros bailaban, sin mencionar que la gran mayoría estaba a punto de tener sexo con las chicas que los acompañaban.

No fue buena idea ver eso. Me hizo recordar mi pelea con Nathaniel.

-Es increíble como pueden hacer esas cosas en publico.- suspiro.- A una mujer hay que darle su lugar, respetarla ante todo y todos. No ser como esos tipos.

-Concuerdo contigo.- Sonreí.

Bailabamos en el centro de la pista. Había olvidado lo divertido que era estar con Cameron.

-Bailas bien linda.- grito sobre la musica.

-Tu no lo haces nada mal.- Cameron tomo mis manos y las coloco sobre sus hombros. Como si adivinara comenzó a sonar una canción lenta.

Losé, una canción lenta en una fiesta llena de adolescentes no es muy vista, pero que se le hará.

Coloco sus manos en mis caderas y nos movimos al compás de la música, por un momento olvide donde estaba, olvide que Nathaniel había jugado conmigo hace unos minutos, me olvide de todo. Solo éramos Cameron y yo.

Él no separaba su mirada de la mía y poco a poco se fue acercando mas hasta a mí.

-Estas realmente hermosa, Riley.- dijo cerca de mi oído.

Mis mejillas se coloraron y solo pude bajar la mirada. Era difícil estar con él. ¿Como lograba estar tan tranquilo cuando lo engañé? ¿por qué continuaba Tratándome bien? Debería odiarme.

-¿Por que eres así?.- me acerque a él, enredando más mis brazos alrededor de su cuello.

-No comprendo.

-¿Por qué eres tan lindo, cuando yo solo fui una maldita contigo?.- escuche una risa leve.

-Por qué...- se alejo un poco y tomo mi rostro en sus manos, notaba que tenia algo que decir, algo muy importante. Como si lo estuviera ocultando todo este tiempo.- Riley, yo....

Antes de que terminara alguien me tomo del brazo, tirando fuertemente de el.

-¡Aahh!

-¿Que haces idiota?.- grito Cameron.