ENFERMA DE VENGANZA

CAPITULO # 9

-Por dios ¿qué te paso?.-dijo Janel, al verme llegar donde se encontraban.

-¿No has dormido o algo por él estilo?.-continuo Casie.

Después de lo sucedido ayer, no pude pegar ojo en toda la noche.

No lograba comprender por que demonios le permití a Nathaniel besarme y lo que es peor, por que mierda me gusto.

-Estoy bien.-saque los cuadernos necesarios y comencé a caminar hacia nuestra próxima clase del día, la clase de teatro.

-Algo anda mal....-las escuche murmurar.

-Mm? ¿Que anda mal?.-frunci el ceño.

-Buenos días, alumnos.-llego interrumpiendo la maestra.-Los quiero muy preparados, ya que en unos cuantos meses tendremos un concurso donde competirán con los chicos de las otras clases...

-¡¡¿Y que ganamos nosotros?!!.-se escucho un grito al fondo.

-¿Solo les importa el premio?.- dijo sorprendida.

-¡Claro!.- dijeron varios.

-Aggh, bien, Los ganadores obtendrán un viaje con todo pagado.- se dio por vencida.

Los gritos llenos de euforia se hicieron presentes y al momento todos comenzaron a planear como actuarían o que cantarían en dicho concurso.

-Riley, no te quedes sin decir nada.- Rachel, se estaba emocionando mas de la cuenta.

-No me interesa ganar.- me limite a decir.

Todas me miraron asombradas.

-Pero, Riley, a ti te encantaban estos concursos.- sabia que se preocupaban por mi.

-Lo siento, pero eso era antes.- al decir eso mire hacia adelante, varios chicos festejaban sin parar, como si ya hubiesen ganado.

-¡¡Vamos chicos sera pan comido!!.-grito uno, y al hacerlo se saco la camiseta para lanzarla al aire.
Para que seguido de eso todos sus amigos lo imitaran y así fue.

Al ver tal escena, comencé a sentirme extraña. Mi mirada viajo de uno a uno en los chicos.

Observe la espalda de cada uno de ellos en busca de aquella marca que hice con mis propias manos.

Nada.

Ninguno la tenia.

Solté el aire que tenia retenido en mis pulmones durante esos segundos atroces.

Mi mirada estaba completamente perdida. Yo simplemente miraba hacia la nada.

-Riley. ¡¡Riley!!.

-¿Eh?.- salí de mi trance.

-Hace varios minutos que toco la chicharra.- abrí mis ojos.

-No puede ser.

-¿De verdad te sientes bien? Deberías ir a la enfermería a descansar. No te veo buena cara.- ¿Ya he dicho lo mucho que doro a esta loca? ¿no?. Pues la adoro, sabe todo de mi es la mejor.

-Bien, Iré. Solo por un momento.- Sonreí débilmente. Si que necesitaba descansar.

-¿Quieres que vaya contigo?

-No. Estaré bien, ve a clases.

-Te veo luego, Riley.- beso mi mejilla y se marchó.

Casie era, como la hermana que nunca tuve.

Camine lentamente hasta la enfermería. Al doblar el pasillo, mi estomago dio un vuelco al ver la escena que tenia frente a mi.

Nathaniel besando desesperadamente a una de las plásticas.
La acorralaba contra la pared, posaba sus manos sobre las de ella, mientras las sostenía de forma brusca sobre la cabeza de ésta.