-Me dirás ¿a dónde vamos?.- Nathaniel llevaba horas conduciendo y no decía ni una sola palabra.
-Eres muy impaciente.
-No lo soy. Pero llevas horas conduciendo sin decir ni una palabra.-me miro de reojo.
-Iremos a mi casa.-dijo muy tranquilo.
-Genial sera divertí..... Espera ¿que? ¿Tu casa? Es broma ¿cierto?.- su sonrisa apareció.
-No es broma. Quiero que conozcas a mis padres.
-¿Ahora? Nath no estoy vestida de la mejor forma para conocer a tus padres. Mejor dejemos lo para otra ocasión.
-No puedo hacer eso. En este momento ellos deben estar preparando todo.- a lo lejos se veía una casa en la cual su única luz era parte de ella misma y gracias a la luna.
-¿Vives aquí?.- observe a Nath cuando estaciono el auto.
-Si. Debo advertirte algo....
-Dime.
-Mis padres son algo... Como decirlo... Imprudentes.-frunci el ceño.- no te vayas a asustar.- Sonreí, no tenia por que asustarme, mis padres eran aún más imprudentes.
Baje del auto con su ayuda y mire al rededor.
No había nada. Todo estaba totalmente vacío con algunos árboles a lo lejos. Y la luna estaba enorme y muy hermosa.
-¿Todo bien?.- Nath paso su brazo por mis hombros. Hacia frío y apenas lo notaba.
-¿Y si no les agrado?.- Nath se puso frente a mi.
-Te amarán. No te preocupes por eso. ¿vamos?.- extendió su mano hacia mi.
-Si, vamos.
Al entrar quede asombrada con la decoración interior. El color de la casa era un azul cielo realmente hermoso y los muebles quedaban a la perfección con el color de la casa, se lograba ver que la madre de Nathaniel había hecho un buen trabajo al elegir la decoración.
-Mamá, papá ya estamos aquí.-grito Nath.
Caminamos un poco más y subimos por unas escaleras amplias hasta llegar a una habitación que no era nada parecida a la habitación común de un chico de 19 años.
Permanecí en el marco de la puerta observando a Nath quien se sacaba la camiseta y dejaba a la vista su perfecto abdomen.
-Riley, pasa no te comeré... No si no lo deseas.- una sonrisa burlona apareció.
-¿Y tus padres?.-cambie el tema para que no notara mi nerviosismo.
-Deben estar abajo. Entra y toma asiento. La comida estará lista en un momento.-se coloco otra camiseta y me guiño el ojo.-vuelvo enseguida.- salio por la puerta Dejandome completamente sola.
Camine al rededor de su auto y observe todo a su paso, Encontrándome con una foto que nunca creí que existiera. La tome en mis manos y mire que no estuviera confundiéndolos.
-La comida esta..... Lista.- dijo Nath entrando a la habitación. De la sorpresa deje caer la foto (la que por suerte no se rompió)
-Aah, yo... Lo siento, no era mi intención.- tome la foto y la puse en su lugar.- Nathaniel.- hable después de un momento de silencio.
-¿Si?
-Desde cuándo...
-¿Nos conocemos?.- asenti.- desde niños. Eramos como hermanos.
-¿Y que sucedió?
-Discutimos por algo sin importancia.- tomo la foto y la guardo en un cajón.- vamos, mis padres mueren por conocerte.- sonrió pero, no como siempre lo hacia.
-Tu debes ser Riley, mucho gusto soy Brenda la madre de Nath.-beso mi mejilla y me abrazo.
-Mucho gusto señora.- le correspondi el abrazo.
-Este es Thom, su padre.- el señor un poco mas serio pero aun con la sonrisa me tomo de la mano.
-Mucho gusto hija.- sonrió aun mas.
-El gusto es mio señor.
-Bueno la cena esta lista. Vayamos al comedor.- dijo la madre de Nath mientras me tomaba de los hombros para guiarme.
-Y cuenten me, ¿hace cuanto se conocen?.- pregunto Thom.
-Hace un par de meses.- dijo rápidamente Nath.
-¿Y piensan casarse?.- dijo Brenda. A lo cual el pedazo de carne que había estado masticando paso rápidamente por mi garganta logrando que me ahogara un poco.
-Toma un poco de agua.- dijo Nath pasando me un vaso.
-Lo siento.- dije una vez bien.
-Mamá, no hagas ese tipo de preguntas.- la reprendió Nath.
-No te preocupes.- me adelante a decir.- me tomo por sorpresa su pregunta pero, aun estamos en la escuela por ello no eh pensado en casarme. Se que lo haré algún día, solo que no por el momento.
-Riley.
-Quizá en un futuro me agradaría aun mas la idea de casarme con su hijo.- mis mejillas se tornaban rojas por las palabras que había dicho.
-Me alegra escuchar eso. Me hace darme cuenta lo mucho que quieres a nuestro hijo.- dijo Brenda.
-No existe mejor regalo que saber que alguien más comparte el mismo amor que nosotros por nuestro Nathaniel.- hablo Thom.
Nath tomo mi mano por debajo de la mesa y le dio un pequeño apretón. Lo mire y me regalo su perfecta sonrisa.
Continuamos un momento mas comiendo y charlando acerca de que debería estudiar al salir del instituto, también el padre de Nath nos contó algunos relatos de él y mi padre cuando estaban en el instituto. Cuando un enorme estruendo provoco que fuera un pequeño brinco en mi lugar, y las luces se apagaron dejándonos a oscuras.
Después de eso y una fuerte tormenta se desprendió.
-Cielos. Fue tan de repente.- dijo la madre de Nath.- Nathaniel, con esta lluvia no lograrás llevar a Riley a su casa.
Abrí los ojos como platos.
¡¡¿QUE?!!
Nath apretó aun mas mi mano dándole la razón a su madre.
-Hay una habitación en la cual podrías quedarte.- dijo Brenda.- ¿tienes miedo a las tormentas?.- negué aunque no lograra verme.
-Si.- contestó Nath. Y a este ¿que le pasa?
-No. Yo estoy bien.- sentí la mirada de Nath. No lograba verlo pero, sabia que no me miraba nada bonito.
Él se había dado cuenta que si le temía a las tormentas.
Es muy estúpido, demostrar me fuerte cuando me asusto con estas pequeñeces y mas aun cuando tiemblo por ello.
-Nathaniel, lleva la arriba y prepararle todo.-ordeno su madre.
-Llamare a tu padre para hacerle saber este improvisto.-dijo Thom.
-Vamos, Riley.
-¿Eh? Ah, sí.- caminamos con cuidado y al llegar a la habitación mi cuerpo temblaba aún más.
-Puedo quedarme contigo.- dijo Nath.
-No, no te preocupes estoy bien.- lo sentí acercarse.
-¿Es por eso que Tiemblas?
-Yo...- no logre terminar ya que algo se había roto.
Nathaniel se puso frente a mi y estaba alerta mirando a todos lados.
-¿Quien esta ahí?.- pregunte con miedo en mi voz.
-No puede ser....- dijo antes de alejarse de mi.
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ENFERMA DE VENGANZA
RandomUn pasado, donde todos salen lastimados. Un futuro que depende de ese pasado para seguir adelante o ya no avanzar. Este no es cualquier pasado que se puede arreglar charlando. Sera un pasado donde las palabras salen sobrando y el sufrimiento y dolo...