ENFERMA DE VENGANZA

CAPITULO # 22

-¿Por qué te gusta él? ¿por que no simplemente me eliges a mi?.- quede boquiabierta.

¿Qué se supone que debo decirle?

-No se por que me gusta.- fruncio su ceño incrédulo.- ¿se supone que debe haber una razón en especifico? El simplemente...... me vuelve loca.- me miro como si estuviera examinandome.

-Él no te quiere, Riley.- algo se rompió dentro de mi al escucharlo.- Solo te utiliza, esta jugando contigo.- dijo algo molesto.

- Creo que ya es tarde. Debo regresar a casa.- suspiro y se puso de pie.- no hace falta que te molestes, iré caminando. Yo.... Necesitó aire fresco, debo pensar muchas cosas.- camine hasta la puerta y salí sin despedirme.

-Pasare por ti mañana, ¿de acuerdo?.- no conteste, simplemente continúe con mi camino.

Al llegar a casa entres con mucho cuidado de no hacer un escandalo, por suerte mis padres ya estaban dormidos así que no me acorralaron con preguntas de una "cita" que nunca sucedió.

Me metí en mi cama y caí en un sueño profundo mientras las lágrimas se derramaban por si solas.

Al día siguiente me levante un poco mas temprano que de costumbre. Había decidido arreglar las cosas con Nathaniel y para ello tenia que explicarle todo mi pasado y hacerle saber que siempre estaré a su lado aún si eso significa dejar atrás mi venganza.

No será fácil pero tampoco imposible.

Mientras terminaba escuche el claxon del auto de Cameron y baje corriendo las escaleras. Pase por la cocina y tome una manzana para el camino.

-Los veo luego, adiós.- me despedí rápidamente y salí.

-Hola hermosa.- Cameron estaba a punto de tocar el timbre de la casa cuando yo abrí.- ¿Nos vamos?

-Claro.-Subimos al auto y condujo al instituto.

Al llegar estaba a punto de bajar cuando la voz de Cameron me detuvo.

-¿Que harás cuando lo veas?

-No tengo idea.

-Piensa bien lo que dije anoche. Por favor.

-Lo haré, pero en verdad debo arreglar las cosas con Nath.-me miro apenado.- ¿Te veo luego?

-Claro.

Camine por los pasillos totalmente distraída. ¿Que le diría cuando lo viera?

Continúe mi camino cuando escuche que alguien gritaba mi nombre.

Gire Encontrándome con Cameron.

-¿Que sucede Cameron?

-Ol.. Olvidaste tu móvil.- dijo agitado.

-Gracias, no me percate cuando callo en el asiento.

-Esta bien.

-Vamos, te acompaño a la puerta.-camine a su lado hasta la entrada. Era lo menos que podía hacer por él.

Siempre me salvaba de mis estupideces.

-Gracias otra vez.- dije llegando a la entrada y me puse frente a él cubriendo la pasada.- siempre me estas salvando no se como pagartelo.-le Sonreí.

-No te preocupes, yo... Thss.- miro cabreado a mis espaldas.

Frunci el ceño y gire lentamente. Mis ojos se abrieron ante la sorpresa.

No podía hacerme esto.

Cuando los vi todos los presentes giraron hacia mi. Admirando la escena de como me mandaban a la mierda de una forma no tan linda.