Nathaniel me miraba sorprendido por alejarlo e impaciente por mi respuesta.
-Yo... Estoy perdidamente enamorada de ti Nathaniel.- su sonrisa se amplio.- Pero eso no arreglara las cosas. Tu ahora estas con Janel y yo...
-¿Tu qué?.- fruncio el ceño.
-Yo estoy aprendiendo a vivir sin tu presencia.
-No, no me mientas Riley. Sabes perfectamente que eso no es verdad.- se le veía derrotado. Y en un acto de desesperación tomo mi rostro con sus manos y unió nuestros labios.
Tantas noches había soñado con volverle a besar y ahora que ese sueño se cumplía no podía corresponderle como debía.
Moví mis labios a mi pesar ya que deseaba con todo mi ser no volverlos a alejar de los suyos, pero los problemas aun seguían ahí y nada podía evitarlo.
Unas cuantas lágrimas mas se derramaron y terminaron en sus manos que yacían en mi rostro acariciandome mientras el beso continuaba.
No se cuanto tiempo teníamos de esta manera, pero mis labios ardían y el maldito aire me faltaba.
Nos alejamos lentamente hasta que nuestras frentes terminaron unidas, una sonrisa nerviosa se poso en mis labios cuando Nath se acerco nuevamente para morder ligeramente mi labio inferior.
Este hombre iba a matarme.
-Joder, si no lo dices ahora ya no podre alejarme de ti.- bajo sus manos a mis caderas.
-Esto no esta bien Nath. Comprenderlo por favor.- suplique.
-Y tu comprende que Janel no significa nada para mi. No como tu lo haces.- alejo nuestras frentes y me miro a los ojos.
-Si no la querías...-comencé.- ¿Que diablos haces a su lado?.- aparto su mirada.
-Pronto podre decirlo te lo prometo, solo dame una semana ¿bien?.- su sonrisa de alguna forma me tranquilizó.
-Y después ¿qué pasara?.- en mi voz se escuchaba el miedo claramente.
-Después....- se arrodillo nuevamente.- después ¿te importaría casarte conmigo?.-mis ojos se abrieron como platos al escucharlo y mi sonrisa se ensanchó al ver como sacaba un pequeño anillo de plástico.
-¿Estas bromeando?.- señale el anillo de juguete y el comenzó a reír junto conmigo.
-¿Que tiene de malo? ¿No has escuchado que no todo lo que brilla es oro?.- negué divertida.
-Eres un caso perdido.
-Corrección... Somos, un caso perdido.
-¿Sabes que aun soy muy joven para casarme no es así?
-¿Y tu sabes que me importa una mierda y que aunque tu respuesta sea "no" un día iré a por ti y te secuestrare, para después hacerte mía las veces necesarias?.- dijo rápidamente.
Salté sobre él, rodé su cuello con mis brazos y lo besé desesperadamente.
-Y bien señorita Riley. Aceptas a este maldito gilipollas, quien siempre necesitara de tu amor aunque mande todo a la mierda cada vez que comete estupideces. Como tu futuro y galán esposo hasta que la muerte y tu falta de amor nos separe?.- ya no sabia que era mejor para esta situación, si reír o llorar de la emoción.
-Acepto maldito idiota.- dije riendo pero aun así las lágrimas corrían.
Solo me importaba estar con él.
**********
Caminaba con una estúpida sonrisa en mi rostro. Entre a una clase vacía por unas cosas que deje mientras continuaba pensando en la propuesta de Nath.
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ENFERMA DE VENGANZA
RandomUn pasado, donde todos salen lastimados. Un futuro que depende de ese pasado para seguir adelante o ya no avanzar. Este no es cualquier pasado que se puede arreglar charlando. Sera un pasado donde las palabras salen sobrando y el sufrimiento y dolo...