CAPÍTULO # 14

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Abrí como platos mis ojos después de unos minutos en silencio, mi cuerpo no se movía, actuaba por si solo.

Caminaba a lado de Nathaniel con su mano aun en mi cintura, cuando por fin reaccioné me pare de golpe.

-¿Que sucede?.- fruncio el ceño.

-No te hagas el desentendido ¿okey? Sabes perfectamente lo que sucede.- miro hacia el frente, ignorandome.

-No se de que hablas.

-Oh ¿no lo sabes? Pues te refrescarse la memoria.- lo encare y quede frente a él.- No eres nadie para andar por las calles diciendo al mundo que eres mi novio, por que no lo eres y nunca lo serás, ¿entiendes? Así que desaparece de mi vida.- me gire y camine en dirección contraria pero me detuvo.

-¿A donde crees que vas?.- se veía algo molesto.

-¿A donde parece? Iré a con Jeremy, le diré que solo eres un maldito pervertido que perdió la cabeza y que has mentido sobre que somos pareja.-poco a poco fue soltando su agarre.

-No lo harías.- dijo entre dientes.

-Solo observa...- lo reté.- ¿q..que haces?.- trate de safarme ya que me había tomado de la cintura y me pego a su cuerpo sin dejarme salida alguna.

-No permitiré que vayas a donde esta él.- nuestras respiraciones se mezclaban formando una sola.

-¿Por que no?.- fue una pregunta estúpida y mi voz sonó temblorosa temiendo por una respuesta.

-¿No crees que es demasiado obvio?.- elevo una ceja.

-Lo único que sé, es que no sé nada.- río sin ganas.

-¿Cuanto tiempo me tendrás esperando?.- dijo soltando un suspiro.

-El suficiente para hacerte comprender que esto no esta bien.- el silencio nos inundo.

En ese momento pocos centímetros nos separaban.

-Riley, Por favor, Quedate conmigo.

Observábamos nuestros ojos sin alejarnos, hasta que él bajo su mirada a mis labios. Entonces supe que esto debía terminar antes de que otra cosa sucediese.

-Me voy a mi dormitorio.- dije apenas audible.

-Te llevaré...

-No.... Solo, Alejate de mi.-cerré mis ojos con fuerza y lo alejé.

Caminé sin rumbo alguno sumida en mis pensamientos. Pensamientos que no me agradaban para nada.

Miraba al piso mientras caminaba cuando mi celular sonó.
No quería hablar con nadie en estos momentos.

Mire su nombre en la pantalla, este chico no se rendía tan fácilmente.

Después de 15 llamadas ya me había desesperado.

Mire a mi alrededor. Estaba oscureciendo y ahora me encontraba perdida. Me estaba asustando demasiado y solté un pequeño grito ya que por chocar con alguien había caído de bruces al piso.

-Que dolor.- me queje.

-Lo lamento mucho, ¿Riley?.- alce la mirada Encontrándome con unos ojos verdes.

-Jeremy, ¿que haces aquí?.- me sentí aliviada por un momento.

-Solo, paseaba.- me sonrió de una extraña manera.

No supe identificar a que iba esa sonrisa.

-¿Andas sola?.- fruncio el ceño mirando a todas partes.

ENFERMA DE VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora