–¡Riley! Joder me as asustado. ¿que querías decirme?.– se giro a mi y termino de colocarse la camiseta rápidamente
–Eso... ¿Q..que es eso en tu espalda?.– dije con temor.
–Nada, un pequeño rasguño no te preocupes.– se puso nervioso.
–No me mientas.– susurré.
–Riley...– intento caminar hacia mi.
–Esa marca... Yo te dije lo que tal marca significaba para mi y ahora....–me faltaba el aire.– ¿Por que?
–Tu no entiendes. Quería decírtelo..– dio otro paso hacia mi.
–No te acerques maldito mentiroso.– un nudo en mi garganta se hizo presente al llamarlo de esa manera.
–Nena nunca te mentí. Esa marca fue un error. Solo eso.
–Nunca debí confiar en ti.– una lágrima se deslizó por mi mejilla.
–No digas eso. Riley yo te amo, no te haría daño.
–¿Así? Pues lo has demostrado de una manera que terminó lastimando me.– hice una mueca.
–Por favor. Trata de entender.– me tomo de las manos.
–¿Que debo entender? ¿que fuiste un maldito que se divertía abusando de niñas como lo era yo? ¿que me hiciste creer que de verdad te importaba? ¿que hiciste que me enamorara de ti ciegamente, para luego enterarme que a quien tanto miedo le tenia, es quien alejaba ese mismo miedo?.– dije con ironía.
–Lo siento, de verdad yo... Quería decirte pero, tenia miedo a que te alejaras de mi.
–¿Esperabas que me quedara contigo después de que marcaron mi vida para siempre. Tú y esos malditos bastardos.– se puso tenso.– ¡¡Los odio a todos ustedes por eso!!
Con lágrimas en los ojos y sosteniendo mi vientre con un pequeño de apenas tres semanas, salí de la habitación.
–Riley, Dejame explicarte. No te vayas por favor.– me tomo del brazo.
–¿Como puedes jurarme amor?.– me zafe de su agarre.– Fuiste tu quien lo planeo todo ¿no es así? ¿Eras tu quien se deleitaba de brazos cruzados observando como ellos nos destrozaban? Y más aún... Como me destrozaba la vida a mí.– mas lágrimas brotaron.
–No, las cosas no sucedieron así.– su voz se entre cortaba como la mía.
–Dices amarme pero, continuas ocultandome las cosas.– solloce. Camine lejos de él cerrando todo de un portazo.– ¡¡Muerte, maldito idiota!!.– le grite al ver como corría detrás de mi. Al escuchar lo dicho se paro de golpe, como digiriendo mis palabras. Así me escape.
Alejándome de él, de lo que soñé que fuimos, de lo que creí que sentía.
Todo era una vil mentira. Hasta sus malditas promesas de amor.
¿Como diablos podía calmar mis mas temidos miedos, si él era el causante de que ellos existieran?
Con lágrimas de tristeza e impotencia corrí lo mas lejos posible, no sabia a donde ir, así que entre en el primer motel que encontré y pedí una habitación.
No podía regresar a casa porque se que él estaría ahí.
¿Cómo diablos se supone que debo mirar a alguien que me mintió desde el primer momento en que lo conocí.
»-Vaya, tienes un buen gancho.-hablo el chico-Lo siento, Riley ¿cierto?, no era mi intención golpearte con el balón.-se excusó mientras se colocaba frente a mi.«
ESTÁS LEYENDO
ENFERMA DE VENGANZA
RandomUn pasado, donde todos salen lastimados. Un futuro que depende de ese pasado para seguir adelante o ya no avanzar. Este no es cualquier pasado que se puede arreglar charlando. Sera un pasado donde las palabras salen sobrando y el sufrimiento y dolo...