Desperté sobresaltada al escuchar que alguien hacia sonar el claxon una y otra vez.
Perezosa me levante de la cama y me dirigí a la ventana (la cual se encontraba abierta, de alguna manera), frente a la casa se encontraba el auto de Cameron.
-¿Que hace aquí tan temprano?.- estaba colocandome un suéter por encima, ya que comenzaba a congelarme cuando mi móvil sonó.
Al segundo tono conteste sin mirar de quien se trataba.
-¿Hola?
-Buenos días, Riley ¿Estas lista?.-pregunto Cameron del otro lado de la linea.
-¿Lista para qué?.-lo imagine sonriendo.
-Riley, hoy es el día en que saldrás de excursión, ¿lo has olvidado?.- me golpeé mentalmente.
-¡Mierda!
-Wow, que boquita.- se burló.
-Lo siento, me olvide por completo de ello. Dame cinco minutos.- colgué la llamada.-¡¡Joder!!
No podre disfrutar de mi ducha.
Arroje lejos mi alarma, la muy maldita no me había despertado.
»¿Estas segura que colocaste bien la alarma?«
Completamente, no podía equivocarme, antes de dormirme por completo me asegure de ponerla.
»Quizá solo fue imaginación tuya cariño, si no, qué otra explicación tendría para no sonar a la hora«
Debatía con mi conciencia mientras tomaba una ducha rápida (muy rápida para mi gusto).
Al cabo de unos minutos salí, tome mi pequeña maleta con lo necesario para estos días, un poco de dinero y salí corriendo escaleras abajo.Mis padres se encontraban trabajando como de costumbre, así que cerré con llave la puerta y salí a encontrarme con Cameron.
Se encontraba acariciando a un cachorrito que pasaba frente a él. Cosa que hizo que recordara a Nathaniel.
Mi piel se erizo tan solo de pensar en él.
-Lo lamento.- dije al llegar a su lado.
-No importa. ¿Lista?.- abrió la puerta del copiloto para que entrara.
Solté un suspiro.
-Lista.- subí y al cabo de unos segundos ya nos encontrábamos cambio al instituto.
-Te extrañare, Riley.- dijo Cameron, mientras me abrazaba.
En unos minutos más partíamos.
Sonreí, aunque más bien parecía una mueca. Nunca me podría acostumbrar a esto.
Siempre había estado sola, y el hecho de que alguien llegara tan de repente, no podía asimilarlo como quisiera.
-¡¡Bien chicos, suban a los autobuses, es hora de marcharnos!!.- el agarre de Cameron se aflojo un poco.
-Debo irme.- susurré con delicadeza.
-Lose. Es solo que el idiota de Nathaniel, no te quita los ojos de encima.- dijo sin mirarme.
Mire con disimulo donde él, y ahí estaba Nathaniel. Efectivamente mirando hacia nosotros sin necesidad de ocultarlo.
Creí ver una sonrisa asomándose por sus labios.
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ENFERMA DE VENGANZA
RandomUn pasado, donde todos salen lastimados. Un futuro que depende de ese pasado para seguir adelante o ya no avanzar. Este no es cualquier pasado que se puede arreglar charlando. Sera un pasado donde las palabras salen sobrando y el sufrimiento y dolo...