Esclava del Mal (Dragon Ball Z)

27- La llegada de Gokú

Narro yo:

Vegeta nada podía hacer, Krillin no podía moverse y Lía estaba a punto de morir, era el final para ese pequeño niño de cinco años que había viajado a ese planeta para revivir a sus amigos.

Gohan se levantó difícilmente y comenzó a caminar despacio hasta Recoome, no podría ganarle pero no moriría en ese momento, no aún. Su padre estaba en camino, y no podía dejarse vencer, Gokú no tardaría en llegar.

Pero cayó, ya no podía dar un paso más, Krillin lo miraba con pena, Vegeta con odio y Lía....ya no miraba, tenía la mirada perdida en algún punto del cielo.

-¡Ya no puedo!- gritó, arrodillándose- ¡Mi padre llegará pronto y los vencerá, a todos!

Recoome se echó a reir, no creía en las palabras del niño y menos que alguien pudiera salvarlo a esas instancias, así que prefirió acabar con el palabrerío. Se acercó y le dió una patada en la cara que terminó por dejarlo fuera, ya no podría pelear más.

-¡Gohan!- gritó Krillin.

-Que niño tan tonto- dijo Vegeta, que estaba de rodillas junto a la chica- pensé que estaba peleando de verdad.

Recoome apartó la mirada del niño que daba por muerto y miró a los demás.

-Que tal, ninguno de ellos fue un buen oponente, excepto la chica- dijo, mirando a Lía, que se desangraba- pero no creo que pueda volver a pelear con ella...

Iba a acercarse para matar a Krillin y Vegeta cuando algo atravesó el cielo, para ir a caer junto a ellos, detrás de las montañas. Era una nave blanca, redonda y con palabras en negro escritas. De la nave descendió un hombre con el pelo castaño y desordenado, con ropa naranja y una bolsa en las manos, Gokú había llegado.

Ellos aún no habían llegado a distinguir al saiyajin bajando de la nave, hasta que un rayo rojo se pudo ver en el cielo, que en pocos segundos llegó allí.

Gokú pasó ignorando a los integrantes de las fuerzas Ginyu, para llegar junto a su hijo.

-Vamos Gohan, es una semilla del ermitaño...- le decía

-¡Cómo interrumpes nuestra pelea, maldito!- le gritó Recoome, pero poco le importaba lo que el pelirrojo dijera.

Gohan se comió la semilla y se levantó, ante la mirada de sorpresa por parte del resto.

-¿¡Cómo es posible!?- gritó Jeice- ¡estaba casi muerto!

Gohan le agradecía y preguntaba cosas a su padre.

-Déjame darle una semilla a Krillin y veremos que hacer con ellos- le respondió Gokú.

Luego se fueron caminando hasta donde Krillin se encontraba, como si nadie estuviera allí, y el saiyajin de la tierra pudo ver a Vegeta y Lía, ambos heridos.

-¿Por qué está Vegeta aquí? ¿Y quién es esa mujer?- preguntó, mientras llegaba hasta su amigo.

-Vegeta nos estaba ayudando, y esa mujer es su amiga Lía- le respondió Gohan, mirándolos de reojo.

-No se si estar feliz o triste de que llegaste- le dijo Krillin, mientras comía la semilla- estos hombres son muy fuertes, no creo que puedas vencerlos, nos volverá a pasar lo mismo, ni siquiera Vegeta pudo con ellos.

-¿pero cómo que Vegeta está con ustedes?- preguntó Gokú.

-es una larga historia- dijo Krillin.

Gokú le apoyó una mano en la cabeza.

-Ya está, ni me lo digas- le respondió, después de unos segundos- ya lo vi todo.