52- Princesa... (parte 1)

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Narro yo:

La incursión de Luna por el otro mundo duró quince minutos, en los que oficialmente estuvo muerta. Piccolo a su lado, no entendía como se la había escapado, estando tan cerca.

Despertó sobresaltada, con los ojos desencajados y una especie de aura morada, esbozó una sonrisa y volvió a desmayarse, sin decir nada.

Estuvo casi tres días sin despertar, la herida se veía casi tan mal como cuando la habían traído, y las faltaba casi la mitad del camino para llegar a la tierra.

Ese día, se la veía mejor, sobre todo por los ojos abiertos.

Su humor, según Piccolo, no había cambiado mucho, no había hablado, una mirada triste le invadía los ojos, aunque el remordimiento la mataba había un nuevo sentimiento en ella: la confusión, algo había sucedido dentro de ella y le había dado un nuevo objetivo para seguir viva, aunque no fuese nada importante.

Lo que no sabían era que la saiyajin había tenido una visita interdimensional en su sueño negro.

Narra Luna:

No se como sucedió, pero ahora que despierto no se donde me encuentro. Parezco viva, y confirmo esa mortalidad con el impresionante dolor de cabeza que tengo, mas en el pecho, como si me clavaran cien cuchillos cada vez que intento moverme.

Miro a mi alrededor, una habitación blanca, una camilla, suero, máquinas ¿Qué demonios? Una ventana que da al ¿Espacio? ¿Estoy en una nave espacial?

Intento recordar, lo único que logro rescatar es una voz en sueños, una persona ¿Verde? Parece un ¿Namekusein? ¿pero quien es este?

No se por qué, pero siento miedo ¿Es esta la nave de Freezer? lo único que recuerdo de el es un rayo....un rayo rojo....un aura dorada....poder....

Vegeta

Ay no, ahora si recuerdo. Viaje a Namekusein, traición, sacrificio, culpa....

¿Estoy viva?

La puerta se abre, alguien entraba al cuarto ¿Otra persona verde? ¿Qué es esto?

También lo recuerdo, Piccolo. Su cara, lo último que vi.

-Veo que si despertaste- me dice, dejando una bandeja con comida junto a mí. Dios, ahora si tengo hambre, sáquenme todos estos repugnantes aparatos que quiero comer.

Piccolo se acercó y se ubicó junto a mí.

-¿No vas a hablar?- preguntó, serio.

Bajé la mirada, no entendía por qué me había salvado.

-No creo que sirva para mucho- respondí, en ese momenro noté lo débil que era mi voz- ¿Dónde estamos?

-En una nave espacial, nos vamos a la tierra- respondió, sin expresiones.

Fingí que no me importaba, no me agrada la idea de ir a la tierra pero tampoco es como que tenga más opción. Le dediqué una sonrisa, la cual no era muy creíble, aunque no me ví me hizo pensar en una de esas sonrisas falsas de Freezer. Qué asco.

Narro yo:

Los días de la vida de Luna pasaron de una forma desagradablemente tranquila.
Piccolo sin expresar emoción alguna, pero con un mal presentimiento, Gohan entrenando y Bulma....haciendo sus cosas de mujer terrestre.

Ella se recuperaba, a su pesar, con velocidad, y podía notar el incremento de su poder.

Pero al llegar al segundo día de su despertar, cuando por primera vez se levantó de la cama y se dirigió a un espejo, supo que no podría avanzar.

Esclava del Mal (Dragon Ball Z)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora