Capítulo 20

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¿Amnesia?

*Narra Diana*
Estaba en un lugar oscuro. Todo estaba negro. No veía absolutamente nada. Es como si estuviese flotando. No se cuanto tiempo estuve ahí. Luego comenzaron a aparecer recuerdos. Muchos recuerdos de mi compartiendo con los chicos. Recuerdos de Christopher y yo. Recuerdos de cuando era pequeña. Recuerdos de cuando mi padre falleció. Recuerdos de cuando Zabdiel y yo teníamos 9 años. Recuerdos de mis salidas con Christopher y un recuerdo de la última vez que lo vi. El día en que nos atropellaron gravemente. Luego todo se volvió oscuro nuevamente y una niebla comenzó a rodearme. Aparecí en un hospital. Comencé a caminar sin saber a donde ir en realidad, no tenía rumbo alguno. Estaba descalza y estaba vestida con ropa blanca. Seguí caminando y de momento sale Christopher corriendo, con lágrimas en los ojos. Me dolió verlo así. Le dijo algo desesperado a un señor de bata blanca y luego corrieron hacia no se dónde con varios enfermeros atrás. Yo los seguí. Entramos a una habitación y allí me vi a mi. Postrada en una cama. Las máquinas a las cuales estaba conectada sonaban rápida y repetidamente. Oía a Christopher llorar y gritar mi nombre mientras enfermeros lo aguantaban. Luego de varios minutos, se escucho un largo y agudo sonido en la máquina conectada a mi.
-¡Noo!-escuché gritar a Christopher quien se soltó de los enfermeros y corrió hacia mi-No, Diana. No me dejes. No te vallas. Eres lo más importante en mi vida. No te vallas.-dijo Christopher gritando y llorando.
Una nube de niebla me cubrió y me dejó en un túnel. Una luz blanca del un lado aparecía, en la cual mi padre me llamaba. Al otro lado están mi vida, Christopher llorando a mas no poder. ¿Qué es esto? ¿Acaso tenía que decidir
Mire a un lado y al otro indecisa hasta que por fin tomé un decisión.
-Nos vemos pronto papá, te amo.-grité y luego corrí hacia Christopher.

Me desperté por una luz blanca, muy molesta a la vista. Abrí los ojos pero no podía moverme. Alguien me abrazaba fuertemente evitando que pudiera levantarme. Bajé mi vista y me encontré con una cabellera negra.
-Ey, no puedo moverme.-dije.
Él se levantó rápidamente como si acabara de ver un fantasma.
-¿Quien eres?-pregunté confundida.
En su cara se veía sorpresa, algo de alegría y decepción, pero las lágrimas no paraban de salir de sus ojos.
-¿Acaso no me reconoces?-preguntó triste.
-Lo siento, no se quien eres.-dije.
Él chico salió con la cabeza agachada de la habitación. Al rato, entró un señor con bata blanca. Al igual que el chico que acabó de salir le miró con sorpresa.
-¿Alguien me puede decir donde estoy?
-Estas en un hospital.-dijo y prendió una pequeña linterna y luego la paso por mis ojos-¿Recuerdas quien eres?-preguntó.
-Si, soy Diana Espinosa De Jesús. ¿Puedo ver a mi madre?
-Si, en un momento la traigo.-dijo y salió.
Todo era tan confuso para mi. No sabía que había pasado, no sabía exactamente donde estaba, no sabía como había llegado hasta el hospital, no sabía por qué aquel chico había reaccionado así, no sabía nada.

*Narra Christopher*
Estaba tan dolido. Estaba tan destruido por dentro. Mi mundo se había ido y yo aún estaba en estado de shock. No me había separado de su cuerpo desde que el doctor y los enfermeros se fueron. No la quería soltar pero la triste realidad es que, en algún momento tendré que hacerlo.  En ese momento ella habló. Rápidamente me levanté y la vi a ella mirándome algo confundida. Me quede como en shock, no podía creerlo. Diana había despertado. Diana estaba viva.
-¿Quien eres?-preguntó confundida.
Esas palabras si que me había dolido.
-¿Acaso no me reconoces?-pregunté.
-Lo siento, no se quien eres.-dijo.
Yo salí cabizbajo a avisarle al doctor. Aunque al principio no me creyó pero luego fue a su habitación. Yo fui con los chicos a darle la noticia de que Diana estaba viva. Todos reaccionaron con sorpresa y alegría. Luego de un rato, vino el doctor.
-Chicos, lamentó informarle que Diana tiene amnesia.
-¿Amnesia?
-Sí, amnesia. Podrá recuperar su memoria en días o semanas. Aún no se sabe. Traten de ayudarla mostrándole fotos o cosas relacionadas con su vida diaria. Estará aquí por unos días. Estaremos dándole tratamiento y señora,-se dirigió a mi suegra-déjeme decirle que su hija es un milagro. Buenas noches.-dijo y se marchó.
Yo decidí salir. Necesitaba aire. Necesitaba pensar. Salí a un Starbucks cercano y allí me quede. Ordene un café y me senté. Al rato vino Zabdiel.
-Ey, hermano. ¿Cómo estas?-preguntó.
-Mal.-dije mirando mi café-Ella no me recuerda Zabdiel, no sabe quien soy.-dije tratando de evitar que las lágrimas salieran de mis ojos mientras hablaba-Yo la amo con todo mi alma y ella ahora no me recuerda.
-Lo hará hermano. Sólo te fe. El doctor dijo que recuperaría la memoria en días o en semanas. Ella te recordara.-dijo tratando de animarme.
-Esperemos eso.-dije dándole un sorbo q mi café.

Dreams-Christopher Vélez {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora