Capítulo 42

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N.A. Hola a tod@s! Cómo están?
Este es un capítulo un poco más largo, y especial, para compensar la demora y cambiar un poco el rumbo de la historia... Al final sabrán porqué lo digo.
Espero que lo disfruten.
Xoxo
Ale

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- Hola bella durmiente. - escuché decir a lo lejos.

Fruncí el ceño ante esas palabras algo confundida, pues aún veía algo borroso.

Examiné donde me encontraba con mi vista antes de responder; quería orientarme en la situación. Pero no pude terminar mi revisión, ya que algo, o más bien dicho alguien, se robó mi atención al instante.

- Zack - dije casi en un suspiro cuando lo vi. - Te duele mucho? - le dije poniendo mi mano a milímetros de la herida en su rostro.

- No tanto - dijo con una sonrisa de labios juntos.

Estaba mintiendo. Sabía que me decía eso para que no me preocupara.

- Pero no hablemos de mí - me dijo al tiempo que tomó la mano que acerque a su rostro entre las suyas, situándolas en un costado de la camilla en la cual me encontraba. Él estaba sentado a mi lado, y en una mesita cerca suyo, se encontraban hielos, que supongo son los que le había pasado la enfermera. - Hablemos de ti - continuó - estás bien? Cómo te sientes?

- Mejor. - le dije también con una sonrisa de labios cerrados.

Él frunció el ceño; no me creía.

- Es en serio! - le repliqué, agrandando mi sonrisa.

- Bueno, haré como que te creo. - me dijo con un tono algo divertido.

- Digo lo mismo - le dije siguiendo el juego.

- Qué? - me dijo confundido.

- Tu me dijiste que no te dolía tanto, pero hay una mesa detrás de ti que está llena de hielos y vendas, usadas, por cierto, la mayoría de ellas. - le dije apuntando con mi cabeza al objeto que me refería.

Él se dio una media vuelta bruscamente, aún sentado, observando lo que le describía.

- Ah eso! - dijo con un tono gracioso. Definitivamente este chico no podía mentir. Y eso me gustaba. - No es nada - arrugó un poco la nariz y subió sus hombros, restándole importancia - lo usó otro chico, que también había tenido una pelea - dijo asistiendo rápidamente.

- Bruno?

- Qué? no! Otro chico

- Y se podría saber quién era?

- Eh... - dijo empezando a mirar a todos lados de la habitación, pero menos a mis ojos. - Eso no importa. Sabes? No es bueno ser entrometida - me dijo luego de un rato, como si me estuviera regañando. Y aún con el mismo tono que uso antes.

- No tienes remedio - le dije sonriendo y negando con la cabeza.

Bufó, rindiéndose.

- Está bien! Me descubriste - dijo levantando ambas manos en el aire. - Duele - continuó poniéndose serio - y mucho. - dijo apuntando su herida en el rostro y algunas zonas donde se formarían moretones más adelante.

Me acomodé de lado en la camilla, y me mantuve acostada. De esta forma, podía observar mejor a Zack.

Lo miré por unos minutos sin decir nada. Él hizo lo mismo conmigo.

- Lo golpeaste - le dije con un tono frío, y completamente seria, al tiempo que note también una herida en los nudillos de su mano.

- Si - dijo fijando su vista también en su mano. - realmente no quería al principio, no soy una persona violenta. Pero al ver que te había botado no aguante quedarme ahí sin hacer nada.

Me mantuve callada.

- Estás enojada? - me preguntó con un tono muy dulce.

- Un poco. No debiste hacerlo. - le dije suavemente. Él se limitó a bajar la cabeza y asentir.

Me senté en la camilla y cerré los ojos; por la velocidad del movimiento me maree.

- Con cuidado - me dijo Zack con un tierno tono.

Al sentir su tacto en mi brazo y cabeza, abrí mis ojos, encontrándome con su rostro muy cerca del mío. Quería besarlo. Y como si hubiera leído mis pensamientos, lo hizo.

De la oscuridad a la Luz [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora