El despertador comenzó a sonar ; las seis de la mañana. Rápidamente me levanto de la cama y me dirijo al baño para darme una ducha. El agua caliente me relajó e hizo desaparecer mi cansancio. Después de haber estado por quince minutos bajo el agua decido salir, me visto con el uniforme de trabajo que consiste en: un pantalón vaquero ajustado y una camiseta blanca con el logotipo de Michael's.
Terminé de prepararme; las ocho y media, en media tendría que estar allí. Salgo lo más rápido que puedo de mi edificio, entro en el coche y decido pararme a por mi dosis de café mañanera que necesito para despejar mi mente. Después de estar durante diez minutos esperando en la cola inmensa que había, por fin llega mi turno. Una señora de mediana edad me pregunta que quiero tomar y le digo mi pedido. Unos minutos después me lo entrega, ya son menos cuarto, no he salido con el tiempo suficiente. Llego a Michael's dos minutos antes de las nueve y me doy una palmadita mental por haber corrido tanto, bueno aunque un policía me paró y empezó a hacerme preguntas como "¿A donde se dirige usted? o ¿Se ha dado cuente de que a sobrepasado el límite de velocidad?" y cosas así. Pero gracias a Dios el policía entendió que tenía prisa por llegar al trabajo y dejó que me fuera, pero no tuve la suerte de librarme de la multa y ahora tengo que pagar quinientos dólares.
-Buenos días.- Dije sonriendo a Lara y a Sophie.
-Buenos días.- Respondieron al unísono.
El bar empezó a llenarse de gente que quería desayunar u otros que solo querían beber desde por la mañana. Así pasamos todo el día, sirviendo comida, bebidas etc.
-Nos vemos mañana.- Me despedí de Lara y Sophie.
-Beth.- Me llamó Sophie.
-Dime.- Dije girándome para verle la cara.
-¿Te importaría estar aquí mañana a las ocho? tengo un par de cosas que arreglar y...- La interrumpí.
-Claro.- Sonreí.
-Gracias.
Lara y yo salimos a la misma vez y nos despedimos cuando llegamos a su coche que estaba justo enfrente del bar. Estaba caminando hacia mi coche cuando de repente otro coche aparece en mi campo de visión.
-Hola.- Dijo un hombre al que no le podía ver la cara por que los cristales estaban ahumados. Lentamente el cristal que no me dejaba ver su rostro comenzó a bajar, poco a poco podia ir viendo su cara.
Era calvo, sus ojos de un color que no podia distinguir por la distancia, pero podía ver como brillaban bajo la luz que las farolas, sus labios eran finos, y sus nariz tenía forma de patata, pero había algo que desfiguraba su rostro, me fijé un poco más detalladamente en él y pude ver que una gran cicatriz que comenzaba desde su barbilla hasta su ojo derecho pasando por sus labios.
-Veras, estoy un poco perdido y me gustaría preguntarte si ¿sabes donde esta el bar Jackson Hill?- Dijo sonriendo.
Tenía una sonrisa asquerosa, pude fijarme en que tiene un diente dorado, los demás dientes están partidos o algunos están negros.
-Ahora mismo usted está en el centro, Jackson Hill está por la zona norte.
-Vale, gracias.- El cristal subió mas rápido de lo que bajo y el coche arrancó.
Me subí en mi coche y me encaminé hacia mi departamento, iba conduciendo cuando vi un bar al que no había ido nunca, decidí pararme.
Me baje del coche y cuando entre al bar pude percibir el olor a comida basura y el sonido de jarras chocando. Me senté en una mesa del final y esperé a que alguien apareciera para atenderme.
-Hola.- Dijo una voz femenina.
Dejé de leer la carta y levanté la cabeza.
-Hola.- Dije.
-¿Que quieres tomar?- Pregunto y de su bolsillo sacó una pequeña libreta.
-Una Coca-Cola y me gustaría comer alitas de pollo, por favor.- Sonreí. La chica sonrió y asintió para después irse para pedir mi comida.
Estaba jugando a un juego en mi móvil cuando escucho que alguien me llama, me giro pero solo veo a la multitud que hay en el centro del bar, y ninguna cara es conocida, vuelvo a girarme para seguir jugando cuando vuelvo a escuchar mi nombre, giro sobre mi asiento y veo como alguien empuja a la multitud para salir. Cuando lo consigue me levanto rápidamente al darme cuenta de quien es: es Marcos.
Cuando lo tengo cerca me lanzo a abrazarlo y el me corresponde.
-¿Que haces por aquí?- Pregunta sonriendo.
-Nada, estaba dirigiéndome a mi apartamento cuando me fijé en este bar y decidi entrar, y aquí estoy, esperando mi cena._ Reí.
-Oh, genial. Estoy hambriento.- Dijo tocándose el estómago para darme a entender que tiene hambre. Reí.
-¿Quien te ha dicho que vaya a compartir mis alitas contigo?
-¿No vas a compartir conmigo?- Dijo haciendo un puchero de cachorro abandonado de la que no pude resistirme.
-Vale.- Reí.
-Sabía que no podrías resistirte a mi cara de cachorrito.- Justo en ese momento trajeron mi pedido y pagué la comida.
-Tenías razón entonces, vamos.- Me levanté de la silla y me dirigí hacia a la salida.
-Siempre la tengo.- Dijo Marcos orgulloso.
Hola chic@s, aquí tienen el capítulo 9, espero que les guste.
Este capítulo va dedicado a una persona que conozco de hace poco tiempo pero que es una grandísima persona.
Me ha pedido que continúe y he decidido que este capítulo se lo dedico a ella.Espero que te guste el capítulo. PensamientoAdsurdo12
Gracias♡
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Me tendrás miedo
Teen FictionElla era una chica normal, trabajaba en un bar, tenía un pequeño apartamento, una familia a la que no le importaba y amigos que la querian. Y después llegó él, el chico conocido y temido por todos los de su alrededor. Se conocerán por culpa del des...